Correo
Admisión Justa
Un triste espectáculo se dio este martes en el Parlamento, cuando la oposición votó en masa, desde el Frente Amplio hasta la Democracia Cristiana, contra de la posibilidad de siquiera discutir el proyecto Admisión Justa. No se quiso escuchar a estudiantes, padres ni apoderados que han vivido las consecuencias del actual sistema, cerrando el Congreso la posibilidad de abrir el debate. Cuestión bastante contradictoria si sabemos que el fundamento de la existencia de los Parlamentos es ser el domicilio principal del debate y la deliberación pública. Porque si no discutimos los problemas públicos en el Congreso, entonces ¿dónde? Más aún, cuando hablamos de temas tan importantes para las familias chilenas como lo es el sistema de admisión escolar que definirá el futuro de sus hijos.
Además, la oposición podría perfectamente haber votado a favor de la idea de legislar y, luego del debate parlamentario, votar por rechazarlo. Al menos se habría dado la posibilidad de discutir el proyecto en profundidad, escuchar a todos los expertos en educación y, especialmente, a las familias directamente afectadas por este sistema. ¿Por qué se negó tan radicalmente esta posibilidad? ¿Por qué ni siquiera se dio la posibilidad para que los diputados expresaran su opinión antes de votar la idea de legislar? ¿O es que los argumentos en contra eran demasiado débiles y se prefirió cerrar un debate incluso antes de que comience? Quizás, el saber que la gran mayoría del país y el sentido común de la ciudadanía (de acuerdo con diversas encuestas) apoyaba contundentemente el proyecto Admisión Justa, fue un incentivo demasiado fuerte para decidir clausurar el debate.
Lamentable, también fue la postura de los diputados de oposición de nuestra región, quienes votaron en contra de la posibilidad de legislar sobre este proyecto. Serán ellos quienes deberán dar las explicaciones a los estudiantes y las familias de nuestra región que vean sus esfuerzos y sueños perjudicados por esta decisión.
Tomás Mandiola Seremi de Educación de Los Ríos
Ley de ciberseguridad
Esta semana se alertó sobre ciberataque a empresa proveedora de grandes hospitales. Lo que hace preguntarse, ¿nos sentimos seguros en la red?, ¿está protegida nuestra privacidad y nuestros datos?
De acuerdo a cifras de la PDI, los delitos informáticos aumentaron en un 74% respecto al año anterior, un crecimiento exponencial del que nadie se ha hecho cargo hasta ahora.
Hace algunos meses el presidente Piñera ingresó un nuevo proyecto de ley que busca adecuar la legislación actual en conformidad a los estándares internacionales vigente. Delitos como la perturbación informática, el acceso ilícito a bases de datos, la interceptación de sistemas informáticos, la falsificación, el fraude informático y el uso de dispositivos para cometer esta clase de delitos serán por primera vez sancionados con cárcel.
Y, aunque aún falta por avanzar en ciberseguridad o seguridad "on line", estas medidas son fundamentales que se aprueben en el Congreso. Chile es un país que se sumó al boom digital y necesita políticas acordes a los avances y los nuevos tiempos.
Eugenio Andrés Cabrera an.cabrera885@gmail.com
Enemigos y adversarios
La agresión cometida contra la estudiante de la Universidad de Chile Polette Vega refleja el abandono de una lección tan antigua como relevante en un orden social civilizado: la política sólo puede emerger cuando se reconoce la existencia del adversario.
La violencia, como manifestó Hannah Arendt, es un fenómeno marginal a la esfera de la política. El individuo, en la medida que es un ser político, está dotado del don de la palabra, lo cual también indica que el silencio por el miedo a la expresión libre únicamente pueda ser norma en las dictaduras.
El hecho de ser "de derecha" fue suficiente para que a Polette le propinaran golpes y empujones. Es tiempo de retomar la lección de tolerar la existencia del adversario y no seguir desencadenando la lógica perjudicial y antipolítica del amigo/enemigo.
Eugenio Guerrero eguerrero@fppchile.org
Vitamina C
Desde niños nos han inculcado el consumo de vitamina C, principalmente para mantener nuestras defensas en alerta y así evitar contagiarnos de algún resfrío en especial en esta época del año en el que estamos más propensos a enfermedades respiratorias y al virus de la influenza.
Debido a que el cuerpo humano no almacena esta vitamina es muy importante consumir alimentos o suplementos que nos otorguen las cantidades necesarias de vitamina C. Una de las principales funciones del ácido ascórbico, es mantener fuerte el sistema inmunológico, por lo tanto hay que consumirla durante todo el año para mantener la buena salud.
Además, de desencadenar una respuesta aumentando las defensas del organismo y ayudando a evitar enfermedades como resfriados y gripes, también tiene otras funciones importantes. La vitamina C es un antioxidante, por lo que protege las células del cuerpo del daño causado por los radicales libres, que son lo que causan daños y envejecen las células y el ADN, provocando diversas enfermedades, incluido el cáncer.
María Elena Rudolphi Químico farmacéutica