Noticia lamentable es que más de una decena de personas inocentes hayan perdido su vida en los tiroteos de Texas y Ohio. Se trata de hechos que conmocionan no sólo a los estadounidenses, sino al mundo.

Situaciones límites como ésta, donde es imposible que no se genere alguna reacción emotiva de compasión y solidaridad, nos llevan a interrogarnos acerca de la naturaleza humana, especialmente sobre aquello que justifica que acciones como las ocurridas sean condenadas y reprochadas mundialmente.

El mensaje detrás de estos tiroteos parece claro: "hay seres humanos más humanos que otros". Es decir, que cuestiones como la etnia, la raza, la nacionalidad, entre otros, determinan la dignidad que posee un ser humano, de modo tal que un tipo del escalafón "superior" estaría legitimado para quitarle la vida a aquellos pertenecientes al escalafón "inferior".

Este mensaje no es nuevo. Basta con buscar en la web "Siglo XX" para descubrir que los sucesos históricos ocurridos en Europa durante aquel espacio de tiempo estuvieron empapados de una idea similar.

La pregunta que hacen surgir los tiroteos no es si acaso conductas de esta índole son reprochables o no (interrogante cuya única respuesta posible es un sí rotundo), sino más bien si es que acaso nos hemos encargado de recordarnos constantemente las lecciones aprendidas en el siglo pasado. El surgimiento (o más bien re-surgimiento) de conceptos tales como dignidad humana, derechos fundamentales y derechos humanos, parece indicar que sí. Sin embargo, la normalización a nivel mundial de conductas xenófobas, racistas y clasistas, entre muchas otras, dan cuenta de una realidad distinta. Ante un panorama como este es necesaria una postura política clara que vaya más allá de un mero slogan de campaña. Es necesario calificar los hechos ocurridos en Texas y Ohio, como conductas terroristas inaceptables en cualquier esquina del mundo, por recóndita que esta sea. Sobre todo, hay que recordar que la idea de una repartición desigual de la dignidad en la humanidad trae consecuencias que ninguna comunidad política desea para sí. En palabras sencillas, diariamente la comunidad política debe recordarnos a los ciudadanos, las lecciones que nos dejó el siglo XX. En caso contrario, y como señala Ruiz de Santayana, el olvido nos condenará a repetir la historia.

Diego Pérez Académico Derecho Universidad San Sebastián Valdivia

La compleja situación que ha vivido la comunidad de Osorno con el suministro de agua potable, debe convertirse en un urgente llamado de atención al país sobre la vulnerabilidad de los servicios básicos que recibe la ciudadanía.

Desde el 11 de julio pasado la vecina ciudad ha enfrentado escenarios complejos. Pasó diez días sin suministro debido a problemas de contaminación con petróleo producidos en la planta Caipulli de la empresa Essal y ahora, todavía, no se dilucida claramente (hasta el cierre de esta edición) si continúa la presencia de hidrocarburos en el flujo que llega a los hogares; algo que sin dudas genera sensación de inseguridad para las personas y sus actividades diarias.

Estas situaciones se han traducido en pérdidas económicas, polémicas políticas, protestas ciudadanas y una expectación nacional respecto de la posible revocación de la concesión a la empresa.

La noticia aún se encuentra en desarrollo en la vecina región, pero mientras avanza genera una serie de preguntas también para Los Ríos, considerando que Essal está a cargo del agua en once de las doce comunas. Y, además, porque la empresa ya ha enfrentado situaciones complicadas, como la vivida en Panguipulli, donde debe desarrollar un programa de obras de mitigación por 2 mil 500 millones de pesos para evitar la contaminación por descargas hacia el lago.

Es cierto que ese hecho, aunque grave, no llega a los niveles de emergencia sufridos por Osorno; pero es un antecedente que pesa al intentar visibilizar qué garantías existen hoy de que ella no se repita aquí.

A nivel nacional y local la Superintendencia de Servicios Sanitarios ha activado protocolos de prevención. Sin embargo esas medidas inmediatas no bastarán; ellas necesariamente deben ser acompañadas por cambios en las normativas nacionales de control. Más aún si se sabe que el desastre vivido tuvo su génesis en faltas de mantención, escasez de recursos materiales para el trabajo y mínimas fiscalizaciones.

Ahora, la urgencia está en la sanción y garantías de seguridad para la población osornina. Pero luego será tarea del gobierno y los parlamentarios revisar las exigencias actuales que regulan a las empresas encargadas de los rubros básicos para la población.

30 años | 9 de agosto de 1989

Quedan 70 horas de plazo y aún no hay candidatos

Quedan 70 horas para inscribir a los candidatos a diputados, pero hasta ahora no hay ninguna postulación formalizada en los distritos 53 y 54 de Provincia de Valdivia. Solamente el DC Juan Concha había manifestado su intención de inscribirse hoy. A nivel nacional ayer se inscribió el candidato presidencial Patricio Aylwin.

20 años | 9 de agosto de 1999

Agricultores rechazan cambio a Código de Aguas

La Sociedad Nacional de Agricultura, SNA, emitió un comunicado en el cual rechazó la modificación al Código de Aguas que se encuentra actualmente en trámite en el Senado, por considerarlo atentatorio contra los intereses de los agricultores y peligroso para el desarrollo de la producción en el área. Piden retirar el proyecto.

10 años | 9 de agosto de 2009

Municipalidad invertirá $18 millones en áreas verdes

Un total de 18 millones de pesos invertirá la municipalidad de Valdivia en hermosear diversos puntos de la ciudad con plantación de árboles y reparación de plazas. Algunos de los sectores intervenidos serán la Villa Pedro Montt y la costanera, a un costado del puente Pedro de Valdivia, donde instalaron jardineras con flores.