Memoria y negacionismo
Hace pocos días volvió a estar en el debate público la memoria en referencia a los hechos del golpe de estado y la posterior dictadura civico-militar. Nuevamente emergen también los intentos por fosilizar en el "pasado" .
Sin embargo y a pesar de los diversos intentos en la postdictadura de poner un punto final, cientos de jóvenes y miles de personas se vuelcan a las calles en el presente para evitar ese deseo infame de olvido.
Efectivamente, ciclos de cine, marchas, conversatorios, libros, actos, romerías, velatones y en sinfín de acciones posicionan en el hoy ese pasado inconcluso, en cada lugar de Chile ese afán de memoria crece, sobre todo entre los jóvenes, intrigados y sospechosos de un ruido que no termina de sintonizar con ese pasado mal contado en algunas las escuelas y nunca conversado en los hogares.
Pero esa búsqueda encuentra en nuestra frágil democracia uno y mil obstáculos, silencios mediáticos, indiferencias institucionales de todo tipo y, ahora último, el ataque impune de un gobierno que decide sacar del curriculum escolar la obligatoriedad de la asignatura de Historia en tercero y cuarto medio, justo en los niveles en que se aborda con mayor profundidad la historia contemporánea y reciente de Chile.
Nos parecía, solo hace una década, impensado que el negacionismo se instalaría en nuestra sociedad como modo de apropiación política del pasado reciente; pero hoy asistimos a un peligroso momento. Sin duda, no es posible entender este momento, si no como consecuencia de la "justicia y la verdad en la medida de lo posible", es decir, la impunidad consagrada en el modelo de transición pactada, en la que no existió justicia efectiva frente a las violaciones a los DD.HH, lo que ha impactado también en la construcción de un marco de justicia social basado en los principios de los Derechos Humanos, que impida y sancione cualquier apología del terror de la dictadura. La falta de justicia y condena efectiva a los violadores de Derechos Humanos, la prisión en cárcel de cinco estrellas en algunos casos, la muerte con honores de los asesinos y la representación de los golpistas en el parlamento, han sido los cimientos de este negacionismo.
Estamos nuevamente enfrentado a una de tantas batallas de la memoria, a un campo en disputa que muchas/os estamos dispuestos a enfrentar, lo han hecho en busca de la verdad y justicia de manera incansable las mujeres de las agrupaciones de DDHH y las/os diversos actores del movimiento social.
No podemos negar el pasado, ni relativizar las violencias de ayer y las actuales, por que el peligro es nuevamente como en dictadura se imponga la unicidad del autoritarismo que busca instalar; una verdad, un poder, un enemigo, un pueblo. Las fuerzas democráticas se enfrentan hoy al desafío de establecer con claridad los marcos éticos y políticos de lo admisible, para la construcción de una sociedad que sancione, la ilegitimidad y los principios genocidas que porta el proyecto negacionista.
Dra. Karen Alfaro Monsalve Prodecana Facultad de Filosofía y Humanidades, Uach Dr. Robinson Silva Hidalgo Director Escuela de Historia, Uach
Actividad física
La Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) publicó el mapa nutricional correspondiente al año 2018, donde se observa que más del 50% de los infantes entre cuatro y seis años en nuestro país pesa más de lo que se considera normal para su edad.
De acuerdo a la OMS se recomienda para niños y adolescentes de 5 a 17 años de edad practicar al menos 60 minutos diarios de actividad física moderada o intensa. Por el contrario, el sedentarismo produce efectos negativos como el aumento de peso, no obstante, hay otro factor también involucrado y es la creciente prevalencia de tiempo que pasan con pantallas, ya sea viendo televisión o el celular, o jugando videojuegos. La Academia Americana de Pediatría recomienda que se limite el tiempo de pantallas tan sólo a 1-2 horas/día.
Debido a esta evidencia es que resulta imprescindible fomentar el tiempo que se destina a la actividad física y recreación en niños y a su vez limitar el tiempo destinado a las pantallas, ya que los hábitos de vida se establecen durante la infancia y es donde aún podemos intervenir.
Carol Flores Ac.Educación Física U.Andrés Bello
Esclavos del celular
El celular hoy es un elemento indispensable en la vida de la inmensa mayoría de las personas. El problema, a mi modesto modo de entender, es que cada día esta sociedad es más dependiente de este aparato , transformándose éste en el amo de la sociedad del siglo XXI y nosotros, en sus esclavos.
Es común ver personas que toman locomoción hablando por celular (trabajo un colectivo), lo hagan todo el trayecto en voz alta , muchas veces discutiendo con alguien o tratando temas que a los demás no nos competen; otras escuchando su música , escribiendo, etc, etc.; pero todos pegados del bendito celular. Siento que cada día somos más y más dependientes de estos aparatos, y siento que esto terminará muy mal. Esta sociedad que desde hace rato es muy individualista, con esta maravilla nos estamos transformando en robots, nos estamos deshumanizando.
Jaime Antonio Valdenegro Cortés javaldenegro@gmail.com