Al Vuelo

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El vendedor tuvo que salir un rato, pero dejó a un amigo cuidando la mercadería. A ver si alguien se atreve a estirar la manos más allá de lo aceptable con este tremendo guardián al frente. Le pagaron con un jurel y está disponible para otros pitutos en materia de seguridad en la costanera de Valdivia.