Congreso inició trabajo para impulsar reforma constitucional
PARLAMENTO. En diciembre deberían estar definidas las alternativas de procedimiento para la creación de una nueva carta fundamental.
El presidente de la Cámara de Diputados, el parlamentario por Los Ríos Iván Flores, explicó que lo que hizo el Congreso fue "tomar una decisión política" ante una de las demandas que la ciudadanía ha manifestado durante las movilizaciones de las últimas semanas, la creación de una nueva Constitución para Chile.
Flores, junto con el presidente del Senado, Jaime Quintana, se reunió con los presidentes de las comisiones de Constitución de ambas cámaras, Felipe Harboe y Matías Walker, respectivamente, para coordinar el camino que se seguirá. "Claramente el gobierno no estaba reaccionando frente a esta necesidad, están preocupados de dar señales y de resolver la contingencia. Nosotros, que tenemos esa atribución, nos reunimos para acordar que vamos a alinear nuestro trabajo", dijo.
La reunión fue el pasado martes y los parlamentarios ya están trabajando. "En los últimos diez años se han preparado en el Congreso alrededor de 200 proyectos relacionados con modificaciones a la Constitución de la República. Habiéndose hecho una selección de proyectos, incluyendo el que envió la Presidenta Bachelet a mediados de su gobierno, lo que se hizo fue fusionar siete que tenían que ver con reforma constitucional o nueva Constitución", explicó Flores.
Con respecto a los proyectos seleccionados, detalló que "se refieren exclusivamente a la definición formal del mecanismo que va a conducir el proceso constituyente. Nosotros tenemos claridad, y hoy más que nunca a raíz de la reclamación social, que ni nosotros ni el gobierno ni ninguna institución particular puede hoy arrogarse el derecho o la autoridad para definir la Constitución que Chile necesita. Eso ocurrió en dictadura, con la Constitución de 1980 que hoy hizo crisis". Por lo tanto, expresó que el trabajo relacionado con los contenidos en particular de la nueva Constitución se generarán con la ciudadanía a través de un proceso que se debe definir.
Trabajo parlamentario
Las metas son claras. La comisión de Constitución de la Cámara de Diputados tiene como plazo la segunda quincena de noviembre para despachar las alternativas de procedimiento. Luego, se debatirá paralelamente en las salas de la Cámara y del Senado. En diciembre el Congreso debería tener una propuesta clara. "Hay que recordar que entremedio tenemos la Ley de Presupuesto, eso es algo que no podemos postergar. Tenemos la obligación formal y legal de resolverla en noviembre porque de otra manera ninguna institucionalidad pública tendrá otro presupuesto que el del año pasado, y no queremos eso. El presupuesto de 2020 debe también dar respuesta a lo que está pasando en Chile", argumentó.
El trabajo se encuentra avanzando. Ayer desde la Cámara de Diputados se informó que durante la jornada la comisión de Constitución tuvo en tabla dos iniciativas relacionadas con la reforma constitucional. La primera modifica el Capítulo XV de la Constitución Política de Chile y corresponde a un mensaje enviado por el Gobierno de Michelle Bachelet, que había sido aprobado en general por la instancia.
El segundo proyecto tiene por objetivo consagrar la posibilidad de una reforma total de la Constitución, en ejercicio del poder constituyente originado de una Asamblea Constituyente. Esta asamblea, como requisito habilitante, debe ser convocada mediante la dictación de una ley de la República -iniciada por moción parlamentaria o la iniciativa de quinientos mil ciudadanos-, la que deberá ser aprobada con quórum calificado y ratificada por la ciudadanía mediante plebiscito.
La comisión de Constitución acordó que durante su próxima sesión escuchará a abogados constitucionalistas con el objetivo de continuar el avance de las iniciativas.
Capítulo XV
Actualmente la Constitución Política de Chile posee un capítulo llamado Reforma de la Constitución, se trata del Capítulo XV. A través de él se pueden hacer cambios y sobre él se están discutiendo modificaciones. En este capítulo se indica que los proyectos de reforma de la Constitución podrán ser iniciados por mensaje del Presidente de la República o por moción de cualquiera de los miembros del Congreso Nacional. El proyecto de reforma necesitará, para ser aprobado en cada Cámara, el voto conforme de las tres quintas partes de los diputados y senadores en ejercicio. Si la reforma recayere sobre los capítulos I, III, VIII, XI, XII o XV, necesitará, en cada Cámara, la aprobación de las dos terceras partes de los diputados y senadores en ejercicio.
El proyecto que aprueben ambas Cámaras pasará al Presidente de la República.
Si el Presidente de la República rechaza totalmente un proyecto de reforma aprobado por ambas cámaras y éstas después de discutir nuevamente insisten cumpliendo con los quórum, el Presidente puede consultar a la ciudadanía mediante plebiscito. Si gana el no a la reforma, no se realiza.
El docente de la Facultad de Derecho y Gobierno de la Universidad San Sebastián sede Valdivia, Jorge Vives, destacó que "la Constitución reconoce y garantiza los derechos de las personas, por eso la exigencia para modificarla es superior a la que se necesita para modificar una ley".
Con respecto a las iniciativas del Congreso, Vives indicó que "si hay una voluntad de cambio y de reforma, sería importante ver ahora mismo en qué ámbitos de la Constitución es necesario hacer los cambios. Mi sensación es que en cualquiera de los esquemas -con un nuevo mecanismo de reforma o una asamblea- la 'nueva Constitución' no va a ser muy distinta a la que tenemos. Hay mucha gente que cree que las trabas para hacer cambios en materia económica y social están en la Constitución, pero no es así. Están en la ley".
El abogado agregó: "¿Qué se va a modificar? ¿El derecho a la vida, el derecho de propiedad o la igualdad ante la ley? Creo que hay algunos temas que hay que entrar a debatir, como por ejemplo todo lo relativo al derecho a la salud, que no existe. Lo que existe en Chile es el derecho a escoger un sistema de salud. También podríamos aprovechar de eliminar ciertas normas, como la existencia del Consejo de Seguridad Nacional, que prácticamente hoy no cumple ningún rol. La gente está deseosa de terminar con los niveles de desigualdad y de abuso que sufrimos de una u otra manera, pero a mí modo de ver el tema es presupuestario y no jurídico constitucional. Creo que el gran argumento para hacer una nueva Constitución tiene que ver con su origen".