Democracia herida
Quienes creemos en la libertad, quienes creemos en la democracia, quienes creemos en nuestra querida ciudad de Valdivia, y en nuestra patria, hemos visto, y sentido con dolor noches de furia de grupos minoritarios que inspirados en causar terror han destrozado sueños, y esfuerzo de muchos de nuestros compatriotas.
Sin embargo, esta inseguridad, y el temor causado, objetivo final de estas semanas, no son lo suficientes fuertes para cortar las cadenas que nos han inspirado en creer en nosotros, en quienes con esfuerzo y trabajo hacemos de Chile un país mejor. Se hiere la democracia, pero los esfuerzos de algunos pocos, no son y no serán los suficientemente fuertes para destruirla.
El grado de violencia que vivimos en estos días fue tan repentina y apocalíptica que evoco los jacqueries del pasado, erupciones de volcanes, cosas inaceptables y vergonzosas en un país libre que no prohíbe a nadie protestar de hecho, el grueso de los chilenos lo hizo civilmente, golpeando las vajillas, marchando en paz por las calles; y lo hace votando cada cuatro años por gobiernos de diferentes colores.
Ser joven no es una virtud, ni da, como muchos creen, razón a priori; además eran apenas una fracción de la juventud. Y, sin embargo, el nudo permanece: esos jóvenes no descendieron de Marte, sino que subieron del subsuelo chileno; son hijos del Chile de hoy. Entonces, entre tantos éxitos, algo está mal. ¡Los padres tendrán que cuestionarse a sí mismos!
Alvaro Inzunza Scheel alvaroinzus@hotmail.com
Crisis
En vez de preocuparse en atender las reales demandas de la gente, un grupo de diputadas y diputados, la(o)s misma(o)s de siempre, solo piensan en desbancar al Presidente de la República presentando una acusación constitucional.
Les sugiero que dediquen sus energías en luchar por un sueldo digno para aquellos compatriotas que ganan, con los descuentos, doscientos mil pesos mensuales. La CUT propuso un sueldo base de 500 mil pesos mensuales, que con los descuentos llega a $400 mil pesos. A eso hay que apuntar. ¡Pero si las honorables diputadas y diputados, que no les interesa dar este reajuste a los pensionados y pensionadas, ganan un promedio de diez millones de pesos brutos!
Mientras el pueblo se manifiesta para que solucionen sus problemas, los diputados y diputadas pierden el tiempo preparando acusaciones constitucionales para sacar utilidades personales. Los problemas de la gente pasarán a un segundo plano.
Les sugiero que este mes se preocupen de solucionar los problemas económicos y de salud los viejitas y viejitos que ganan una pensión tan baja que no les alcanza ni para cubrir las necesidades básicas, pero, aún queda esperanza porque el lunes 28 de octubre los representantes del gran empresariado volvieron a reunirse en la sede de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC).
En medio de intensas protestas y de las manifestaciones de la ciudadanía en todo el país, el presidente de la CPC, Alfonso Swett, declaró que desde el sector privado "hay que meternos las manos al bolsillo y que duela" para ayudar a solucionar la crisis. ¡Qué Dios lo escuche y el diablo se haga el tonto!
Mauricio Pilleux Dresdner mpilleupd@gmail.com
Cambio de gabinete
El movimiento social surgido en los últimos días desorientó al gobierno. A la reinstalación en el imaginario colectivo desde el movimiento de la crisis del estado subsidiario, debemos sumar el proceso de repolitización que ha vivido la sociedad por estos días y a la incidencia en una nueva agenda que hoy debe proponer el gobierno.
Claramente el cambio de gabinete es un triunfo de los miles de chilenos que han salido a protestar, pues no existe sintonía alguna entre el núcleo cercano del Presidente y su ciudadanía.
Ahora bien, este cambio es una medida más bien coyuntural que no resuelve en nada las justas demandas de una ciudadanía movilizada, pues si ese cambio no va acompañado de transformaciones estructurales al espejismo neoliberal instalado en Chile, la continuidad de este movimiento es altamente probable.
El ejecutivo ha buscado con esta medida hacer frente al cúmulo de demandas que desde abajo se han ido proponiendo y contribuir a descomprimir el ambiente de preocupación y de represión observado estos días. Sin embargo, resulta inexplicable que una de las ministras responsables del estallido social de estos 10 días como Gloria Hutt no haya salido del gabinete.
A todas luces esto constituye un error político del presidente, ya que la permanencia de la ministra amplía el margen de crítica hacia el gobierno, quedando la sensación que poco y nada le importa al presidente lo que diga la calle. Si la razón está fundamentada en una aparente normalidad, ciertamente el ejecutivo sigue descansado en un oasis del cual hace días Chile Despertó.
Máximo Quitral Politólogo UTEM