El día que nació, había un aguacero en el bosque. En la casa se estaba cociendo mote, su madre comió y luego comenzó con el trabajo de parto. Cuando llegó al mundo, el primer abrazo que sintió fue el de su abuelo. Luego escuchó cantos y su nombre: Mawün, que en mapudungún significa lluvia. Sus padres la habían bautizado así en honor a la naturaleza y a sus propias tradiciones.
Mawün recuerda sus primeras horas de vida como si fuera ayer. Es una niña pequeña con curiosidad por saber del mundo y fascinación por las cosas simples, pero significativas. Mawün es también la protagonista de lo más reciente de Paula Sayago, un cuento en formato bilingüe castellano/mapudungún que nació de un simple proceso de observación de lo cotidiano.
Un día de mayo, en Niebla, la escritora, también responsable de "9 Planetas en mi Universo", miraba la lluvia torrencial y a la gente tratando de esquivar el viento, cuando comenzó a articular la historia. Así nació "Un día de Mawün" (Libros Verde Vivo), donde es una niña la que cuenta su propia cotidianidad. Desde el amanecer, hasta el ocaso, habla de cómo es vivir en la costa, de su gato Perezoso, de la cosecha de murta para hacer mermelada, de su responsabilidad de cuidar la huerta y de su abuela, que es capaz de entender el lenguaje de las cosas y de hablar con un picaflor.
Con una narrativa simple, Sayago construye un relato ameno que dinamiza con ilustraciones con cierto aire naif, como si fuera la niña protagonista del cuento, la responsable de los trazos.
De esta forma logra crear una obra familiar y como explica Sayago, dedicada a las niñas y a los niños que caminan por los senderos húmedos, mojados hasta los huesos pero siempre alegres, abriéndose paso como quebradas y napas entre la tierra gredosa, para florecer con los colores anaranjados de otoño; y a los abuelos y abuelas que transmiten su sabiduría y el cuidado del bosque.
Daniel
Navarrete