Claudia Muñoz David
El sanjosino Einer Rubilar -quien recibió el premio Natida Chileno del Año 2019 por su labor humanitaria en África- está de visita en Chile. Se quedará hasta abril ya que se encuentra impulsando una nueva cruzada en beneficio de los niños de Uganda. Ahora no solo construye pozos de agua, actividad que realiza desde 2005 y por la que ha sido reconocido internacionalmente, sino que también está preocupado de que los escolares puedan recibir una educación de calidad, lo que está estimulando a través de su ONG Begin Anew.
Es por esto que en Chile comenzó una campaña para recaudar fondos con el objetivo de que las personas interesadas adopten la educación de un niño. "Esto incluye la matrícula, la alimentación -desayuno y almuerzo-, dos uniformes y un seguro de salud complementario, que incluye el traslado en ambulancia. La mejor atención para los niños más pobres", explicó.
Se trata de niños que viven en sectores de extrema pobreza, en la selva, donde actualmente son muy pocas las organizaciones que pueden ingresar. "Hasta ahí no llega ninguna organización porque tienen miedo, pero nosotros sí lo hacemos. Cuando hablamos de extrema pobreza nos referimos a niños que viven en casitas que tienen una sola pieza y son de barro. Tienen techo de paja o de un zinc muy barato, piso de tierra y muy poca ropa. Duermen en el suelo o sobre un mat y se cubren con la misma ropa. Comen una vez al día -pollo con harina de maíz y un poquito de porotos- y lo que les sobra se recuece por dos días, aunque esté en mal estado", explicó. Estos niños asisten a la enseñanza básica, ya que para cursar enseñanza media se debe ir a la ciudad. Todas las escuelas en la zona de Uganda donde Einer Rubilar trabaja son privadas.
"En nuestra escuela cobramos lo mínimo. Les entregamos buena educación y alimentación. En África, cuando regalas la educación, las familias interpretan que no deben hacerse cargo de eso, les quitas responsabilidad y eso es lo que no queremos porque terminas haciendo un daño", explicó.
En 2020 adoptar la educación de un niño costará 220 mil pesos chilenos . "Las personas que se inscriban podrán tener un contacto directo. Nosotros le informaremos sobre la salud del niño y podrán conocer a su familia a través de nosotros. Todo esto se encuentra normado y regulado, para no crear falsas expectativas. Lo que buscamos es crear un lazo de amistad", dijo.
Rubilar explicó que a pesar de la crisis social que está viviendo Chile, la gente ha continuado apoyando su ONG. "Si bien es cierto el país está enfocado en otras cosas, las personas que ya nos han ayudado creen en nuestro trabajo. Nosotros siempre informamos y mostramos que hacemos lo que decimos a través de fotografías y videos. Ahora queremos involucrar a más personas", recalcó.
Mientras esté en Chile, Rubilar apoyará la construcción de casas en el norte del país, para personas afectadas por el último aluvión.