Ni la muerte los pudo separar: Bélgica Castro fue despedida ayer
GENTE. La actriz murió sólo 24 horas después de su marido, Alejandro Sieveking.
Una historia digna del cine o del teatro es lo que vivieron al final de sus vidas Bélgica Castro y Alejandro Sieveking. El dramaturgo murió el jueves y sólo 24 horas después lo siguió la destacada actriz, su esposa y compañera de vida y labores por seis décadas, quien justo ayer cumplió 99 años.
"Cuando todavía lamentamos la muerte de su compañero Alejandro Sieveking, las artes escénicas reciben otro golpe: la partida de la gran Bélgica Castro, una de las mujeres creadoras fundamentales del teatro nacional en los últimos 75 años. Una voz fuerte e inspiradora que se apaga", escribió en su cuenta de Twitter la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Consuelo Valdés, para dar a conocer la noticia.
Y destacó: "La pareja emblemática del teatro nacional deja un legado que que se mantendrá vivo en la memoria de todo un país, que les agradece su entrega apasionada por la creación permanente".
Carrera y amor
Bélgica Castro nació el 6 de marzo de 1921 en Concepción. Ingresó al Pedagógico de la Universidad de Chile para seguir la carrera de Castellano, donde conoció a otros jóvenes que compartían su interés por el teatro, y con quienes fundó el Teatro Experimental, el que proponía renovar el teatro chileno con una nueva estética en cuanto al montaje, así como la inclusión de nuevas temáticas sociales y dar cabida a nuevos talentos tanto en lo actoral, como en la dirección y la dramaturgia.
Fue con este grupo que Bélgica Castro debutó en 1941 con "La guarda cuidadosa" de Miguel de Cervantes y "Ligazón" de Ramón del Valle-Inclan. Y ahí conoció a Domingo Tessier, actor, director, dramaturgo y profesor de teatro con quien se casaría y tendría a su único hijo, Leonardo.
Entre 1942 y 1949, Bélgica Castro participaría en seis montajes, entre ellos los clásicos "Sueño de una noche de verano" de Shakespeare y "Tartufo" de Molière. En 1949 trabajó la radio y televisión de la British Broadcasting Corporation (BBC) de Londres, hasta donde viajó con su entonces marido.
De regreso a Chile entró a trabajar como profesora en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, aunque siguió relacionada con las tablas. Es así como en 1953 estrenó "Tío Vania", donde la vio por primera vez Alejandro Sieveking.
"Siempre cuento que me enamoré de la Bélgica, sin conocerla, cuando la vi en 'Tío Vania', de Chéjov, haciendo el papel de Sonia. Me 'enamorisqué' de ella, siendo un estudiante de arquitectura", contó Sieveking en una entrevista a "El Mercurio" en 2017.
Sin embargo, tendrían que pasar tres años antes que se conocieran y comenzaran a salir en una situación que estuvo rodeada por la polémica, no sólo porque la actriz aún estaba casada, sino también porque era su profesora y trece años mayor. "Yo tenía 22 años. A mí ella me inspiraba y, obviamente, eso era fácil. Lo difícil es que ella se enredara conmigo. Lo que nos pasó es que nos reíamos con las mismas cosas, nos cargaban las mismas cosas", recordaba el dramaturgo en una entrevista a revista "Paula" en 2018.
Títulos importantes
Desde ese minuto se convirtieron en inseparables, por lo que una vez que Bélgica Castro logró la nulidad se casaron en 1962. Y ella se convirtió en la musa inspiradora de Sieveking, pues como él mismo reconoció en una entrevista con Cristián Warnken en el programa "La belleza de pensar", "antes de enamorarme me escribía papeles para mí. En el minuto que me enamoré empecé a escribir papeles para ella. El papel de 'Ánimas de día claro' era para ella… La Bertina es la Bélgica".
"Somos mutuamente dependientes. Pensamos que solos meteríamos la pata. Cuando yo escribo, ella me corrige, me ayuda mucho. Y yo la ayudo como actriz", comentó alguna vez Sieveking. "Para mí es muy bueno que él dirija. Le tengo una fe ciega, le creo todo lo que me dice", agregaba Castro.
La actriz, sin embargo, no dejó de actuar en otras producciones como "El círculo de tiza caucasiano" de Bertolt Brecht, "Los invasores" de Egon Wolff, "Marat Sade" escrita por Peter Weiss; "Fulgor y muerte de Joaquín Murieta", de pluma de Pablo Neruda; y "Bodas de sangre", del afamado español Federico García Lorca.
Fue directora de varios montajes y fundó en 1971 el Teatro del Ángel, que funcionó hasta 1984. En total actuó en más de 200 montajes, siendo uno de los últimos "Pobre Inés sentada ahí", pieza escrita por Sieveking especialmente para su esposa y que se estrenó en el año 2016.
Pero la actriz no sólo destacó en el ámbito teatral. La Premio Nacional de Artes de la Representación de Chile de 1995 que en 2016 recibió la Orden al Mérito Artístico y Cultural Pablo Neruda, trabajando en piezas como "El fin del juego", "El hombre que imaginaba", "La recta provincia" y "Gatos viejos".
Últimos años
El 25 de agosto de 2017, el mismo día que Sieveking era nombrado Premio Nacional de Artes de la Representación, Bélgica Castro tuvo una caída que demostró su deterioro físico. Desde ese momento, el dramaturgo se convirtió en su guardián, tras saber que tenía Alzheimer.
Mientras cuidaba de su esposa, Sieveking siguió escribiendo y preparó "Bélgica y Alejandro, dos vidas para el teatro", un álbum de imágenes y recuerdos que rescata su historia. Él no quería sobrevivirla, aunque le preocupaba dejarla desvalida. Finalmente se fueron juntos. La despedida de ella masiva y en el recinto del Teatro Chileno, el mismo sitio donde se veló también a su marido.
"La pareja emblemática del teatro nacional deja un legado que se mantendrá vivo en la memoria de todo un país, que les agradece su entrega apasionada por la creación permanente".
Consuelo Valdés, Ministra de las Culturas