Si el coronavirus no estuviera hoy en el centro de todas la agendas y preocupaciones, ésta sería una semana clave para el Proceso Constituyente en Chile y en la región. El domingo se habría realizado el Plebiscito y, probablemente, las conversaciones públicas (también las privadas, por cierto) girarían en torno a ese hito.
Si esa actividad siguiera en pie, estaríamos preparándonos para una jornada democrática única en su tipo por la temática en consulta. También habríamos estado inquietos por la participación ciudadana, esperando que ella fuese mayor a la de las últimas elecciones presidenciales, que llegó al 46% a nivel nacional.
Y probablemente así habría sido. De acuerdo a la Segunda Encuesta de Opinión Pública Proceso Constituyente, realizada en marzo por la Universidad Austral, antes de la explosión de la pandemia, un 75% de la población de Los Ríos se manifestaba dispuesta a acudir el 26 de abril a las urnas, cifra mayor a la recogida en noviembre de 2019, cuando la respuesta a la misma pregunta llegaba a 73%.
En noviembre, además (según el mismo estudio), el 84% se manifestaba a favor del Apruebo; mientras que en marzo ese índice llegaba a 55% y el ítem de "No sabe o no responde" se había incrementado de 10 a 33%, y el Rechazo pasaba del 6 al 12%. En cuanto al órgano que debería redactar la Constitución, la Convención Constitucional lideraba preferencias, como también lo hacían los "Expertos en Leyes" como candidatos más idóneos a delegados constituyentes.
La encuesta de la Uach corresponde a un momento muy distinto al actual. Y el plebiscito fue postergado hasta octubre. Pero nadie podría negar que el proceso sigue siendo importante para Chile, como también lo es la elección de gobernadores regionales, otro hito también pospuesto.
Ese calendario parece hoy lejano, pero avanza, y desafía a encontrar tiempo para retomar pronto los debates serios y responsables al respecto, pues una Constitución y un nuevo orden administrativo en los territorios no son asuntos simples.
Es de esperar que ese espacio de necesaria reflexión llegue, aunque no resulte sencillo, en medio de la emergencia sanitaria que estamos viviendo.