Artistas afectados por la emergencia
El término de eventos, giras y actuaciones masivas dejó a muchos creadores sin sustento. Desde Los Ríos activan campaña. Una encuesta efectuada por la Red de Artistas Escénicos de Los Ríos revela que el 59,3% de los integrantes del gremio labora sin contrato.
La crisis sanitaria ha dejado en evidencia muchas debilidades del sistema social en que vivimos y que antes no eran visibles con tanta claridad. Una de ellas es la difícil realidad laboral de quienes se dedican a la creación, interpretación, producción y difusión artística.
Muchos de los trabajadores del arte y la cultura han contribuido a mantener el espíritu de la comunidad en alto a través de presentaciones que se difunden en redes sociales y que son fundamentales para sobrellevar el aislamiento social y las cuarentenas obligadas o voluntarias; pero ellos mismos están viviendo las consecuencias de la falta de trabajo y la paralización de la economía que, en primer lugar, frenó los eventos masivos presenciales y no ofrece opciones de retomarlos.
Atendiendo a esta realidad han surgido voces pidiendo ayudas directas, que reconozcan el importante rol social de estos profesionales y técnicos, como también campañas solidarias activadas por los mismos grupos afectados. En la región fue la Red de Artistas Escénicos de Los Ríos quien inició esta tarea de reunir fondos, pero también de catastrar la situación laboral del sector. Aplicaron una encuesta que han contestado 119 personas y que arroja resultados inquietantes: un 59,3% labora sin contrato y un 56,4% recibió como sueldo menos de 100 mil pesos durante el último mes trabajado (marzo).
Así visto, la primera invitación es a colaborar con la cruzada (más informaciones se pueden solicitar a fondosolidariolosrios@gmail.com), pero también a reflexionar sobre situaciones como las descritas y a pensar comunitariamente en formas de mejorarlas.
Cuando la pandemia pase (y pasará) vendrá el tiempo necesario e ineludible de revisar lo aprendido y corregir los problemas que salieron a la luz en el país y en la región. Es de esperar que entonces nadie olvide que escuchar música, ver una serie, leer libros, recorrer museos virtuales, revisar clips de cuentacuentos y de circo con los hijos, o simplemente recordar un poema aprendido en la infancia (todos tesoros que existen porque un artista los generó) mantuvo su alma segura y protegida; mientras afuera reinaba el peligro del coronavirus.