"Si no damos en serio la Batalla de Santiago, la guerra contra el covid-19 se va a perder…"
— Ministro Jaime Mañalich — Sobre alza de casos por covid-19 y comportamiento ciudadano"¿Qué tiene que pasar para entender que esto no es un juego?"
Ministra Karla Rubilar — Por fiesta clandestina en Maipú y comportamiento ciudadano
Problemas de todo orden, deportivos, económicos e institucionales tienen a Deportes Valdivia navegando en un océano de contratiempos. El equipo juega mal y suma una serie de derrotas, los jugadores están impagos y amenazan con no presentarse al próximo compromiso y no hay una directiva sustentable al mando.
Dos hombres y una mujer, que engañaban a pequeños y medianos comerciantes mediante la venta de supuestos reglamentos impositivos, fueron detenidos por Investigaciones y ahora pasan sus días en la cárcel de Isla Teja. Los tres decían ser inspectores del Servicio de Impuestos Internos e intimidaban a sus víctimas.
El Regimiento Membrillar, ubicado en el Campo Militar Valdivia, recibió ayer la nueva dotación de conscriptos, con la novedad que, de los 336 ,nada menos que 215 son mujeres. Todos son voluntarios provenientes de las regiones del Biobío, la Araucanía y Los Ríos. Su primera misión será ayuda a los afectados por el terremoto del 27/F.
Todos podemos entender que las características brutales de esta pandemia nos obligan a cambiar el ritmo y la modalidad de vida.
No cabe duda que la gente más humilde, el trabajador informal o el trabajador por cuenta propia son los que hoy están en peor condición; no solamente porque pierden su fuente laboral, sino que además porque de un minuto a otro desaparece la cadena de ingreso cotidiano. Las ayudas que ha ofrecido el Gobierno recién comienzan a llegar muy lentamente, y que pese a ser un monto insuficiente, puede ser un apoyo que oportunamente ayuda a resolver algunas urgencias . Por otra parte, las familias chilenas han sido lo suficientemente responsables como para mantener la "curva lenta" y no tener una explosión de casos que es lo que finalmente ha generado el grave problema mundial de saturación del sistema hospitalario. Como la ciudadanía ha respondido, no solamente por el toque de queda como situación obligatoria, sino que también por convicción personal, nos encontramos con un aumento en la ocurrencia de delitos en lugares no habitados, lo que nos muestra una cara indeseable de esta pandemia, como es el desvalijamiento de propiedades públicas, privadas, de pequeños comercios o de oficinas desocupadas, que quedan a merced de quienes transitan de noche para cometer delitos.
La poca presencia de efectivos policiales y de funcionarios del Ejército durante el toque de queda está generando una situación compleja. Cada vez, con más frecuencia, los dirigentes sociales están denunciando la alta ocurrencia de robos en lugares no habitados que son el sustento de muchas familias que todavía pueden trabajar con un pequeño local comercial o alguna oficina instalada. La pregunta obligatoria es ¿sirve realmente el toque de queda para contener la pandemia y la delincuencia?; pregunta legitima cuando dirigentes nos cuentan que en los barrios están teniendo saqueos o robos frecuentes de sus pertenencias.
Es por ello, que hago un claro llamado a las autoridades para que evalúen la conveniencia del toque de queda, y hago también un llamado a los efectivos de Carabineros y de las Fuerzas Armadas para que en la noche efectivamente la ciudadanía sienta que están siendo protegidos y no a merced de quienes aprovechan el descampado para actuar sin freno.
Invito a las autoridades a preocuparse.
Iván Flores García
Diputado
Durante dos días las cifras nacionales de nuevas personas contagiadas por coronavirus han superado los mil casos. En Los Ríos se sumaron dos ayer y el índice regional total se empina hacia 200 (198), con una tasa de incidencia de 44,7 por cada cien mil habitantes; pero que en La Unión se duplica a 80,9.
Si bien la región se encuentra entre las menos afectadas del país (décima entre 16), los datos generales son preocupantes, pues el virus viaja con rapidez, se expande y encuentra vías para aumentar su capacidad de enfermar personas, ayudado en gran medida por la irresponsabilidad de los mismos ciudadanos.Imágenes de aglomeraciones en las grandes tiendas recién abiertas, reportes de fiestas nocturnas a pesar del toque de queda, personas sin mascarillas y con niños en las calles, dan cuenta de que las medidas de prevención no son acatadas adecuadamente.
La pregunta es ¿por qué se está detectando este comportamiento a nivel nacional y local también? Las respuestas pueden ser varias. Y algunas se han enumerado largamente: la ambigüedad de mensajes oficiales (no hay sanciones reales para quienes no respetan toque de queda o ir a segundas viviendas; se permite la apertura de grandes tiendas y no se controla los accesos); las necesidades sociales no resueltas (gente que vive al día con los ingresos y debe salir a ganar el sustento diario); algunos empleadores que no dan facilidades o no tienen opción de otorgarlas; las ayudas sociales anunciadas están llegando con demasiada lentitud.
Todo lo anterior incide. Indudable. Pero, junto con ello, también, hay que asumir una falta de real conciencia colectiva sobre el riesgo. Es como si muchos creyeran que nada les pasará, que este es un asunto "de otros" y no una amenaza directa que les puede afectar. Lamentablemente esa actitud se puede traducir en consecuencias irreversibles como el aumento de fallecidos y la extensión de la crisis tanto sanitaria como económica.
Ante estadísticas en alza la autoridad ha anunciado endurecimiento de controles, pero sabemos que eso no basta. Lo único que realmente sirve es colaboración ciudadana. Y ésa parte de decisiones individuales. El llamado es a tomarlas.