EE.UU.: ley de seguridad nacional sería la muerte de la autonomía de Hong Kong
POLÍTICA. La Asamblea Nacional Popular de China comenzó ayer su reunión anual para legislar al respecto. Mike Pompeo manifestó los reparos.
El Gobierno de Estados Unidos consideró que la ley de seguridad nacional que tramitan las autoridades chinas para Hong Kong supondría la "sentencia de muerte" de la autonomía que el estado chino se comprometió a mantener en la ex colonia británica.
Estados Unidos condena la propuesta del Legislativo chino de "imponer de manera unilateral y arbitraria" la ley de seguridad nacional en Hong Kong, aseguró el secretario de Estado, Mike Pompeo. "Eludir los procesos legislativos bien establecidos de Hong Kong e ignorar la voluntad del pueblo de Hong Kong sería una sentencia de muerte para el alto grado de autonomía que Pekín prometió para Hong Kong en virtud de la Declaración Conjunta sino-británica presentada ante la ONU", agregó.
La Asamblea Nacional Popular de China (ANP, Parlamento) comenzó ayer su reunión anual, en la que se tramitará una "ley de seguridad de Hong Kong" que, según el vicepresidente del Legislativo, Wang Chen, pretende prohibir "cualquier acto de traición, secesión, sedición subversión" contra Pekín y responder al problema que supone el incremento de "riesgos para la seguridad nacional" que se vienen produciendo en la excolonia británica.
Wang se refería a las protestas prodemocráticas que se tornaron masivas en junio del pasado año en Hong Kong y que, según él, "han desafiado la base del principio 'un país, dos sistemas' (que rige la excolonia británica), dañado el Estado de derecho y amenazado la soberanía nacional, la seguridad y los intereses de desarrollo".
"Hong Kong ha florecido como un bastión de la libertad. Estados Unidos insta firmemente a Pekín a que reconsidere su desastrosa propuesta, cumpla con sus obligaciones internacionales y respete el alto grado de autonomía, instituciones democráticas y libertades civiles de Hong Kong, que son clave para preservar su estatus especial", aseguró Pompeo.
"Cualquier decisión que afecte a la autonomía y las libertades de Hong Kong, tal como está garantizada por la Declaración Conjunta sino-británica y la Ley Básica, impactará inevitablemente nuestra evaluación de un país, dos sistemas y el estatus del territorio", agregó Pompeo, que prometió mantener el apoyo a los hongkoneses.
La Declaración sino-británica de 1984, que sirvió para acordar la retrocesión de Hong Kong de manos británicas a China en 1997, estableció el mantenimiento durante al 50 años a partir de esa fecha de una serie de libertades en este territorio inimaginables en la China continental.