Ya está demasiado claro que hay dos tipos de pandemias en pleno ataque contra la humanidad y especialmente contra los países que aún presentan debilidades en su esquema funcional, como ocurre con el nuestro.

Tenemos por un lado al coronavirus, cuyo número de contagiados y muertos no para de crecer y frente al cual la ciencia todavía no ha podido ofrecer una defensa eficaz, a pesar de los esfuerzos de investigadoras de todo el planeta y del trabajo sin desmayos de los profesionales y trabajadores de los sistemas sanitarios, igualmente del orbe completo.

La otra gran epidemia es la económica, que con distintas intensidades se deja sentir a lo largo y ancho del mundo, dejando que prever que sus efectos serán muy severos incluso en las naciones más desarrolladas y derechamente catastróficos en aquellos países con menos recursos.

Entre nosotros, ambos aspectos del problema se dejan ver con facilidad. La capacidad de respuesta del sistema sanitario está en jaque, y aunque nuestra región está entre las menos golpeadas del país, en Los Ríos ya se dejó caer la otra amenaza, la que se presenta bajo la forma de desempleo y apremios tan grandes que llegan a la indefensión de crecientes sectores habitacionales.

Hay chilenos y chilenas bajo la sombra del hambre, factor que, si no se logra controlar, puede ser más violento que el mismo coronavirus, por sus efectos inmediatos y a mediano plazo.

Es por ello que han surgido iniciativas solidarias para ir en ayuda de los más necesitados, y en paralelo a los aportes gubernamentales. Todos son bienvenidos, pero serán más efectivos si cuentan con una activa participación de la ciudadanía en condiciones de sumarse a estas labores. Es tiempo de entregar no solo alimentos y artículos de aseo, sino cuanto pueda resultar útil para enfrentar un invierno que aún ni siquiera comienza.

Es fácil informarse a través de los medios y las redes sociales acerca de cómo se puede colaborar, así que no hay excusas para no hacerlo.

Hace ya 60 años que ocurrió el terremoto con el mayor registro en la historia de la humanidad y que sacudió al sur de Chile en general y a Valdivia en especial, ciudad que quedó devastada por este cataclismo, el cual dejó huellas imborrables en sus habitantes, que se reflejan en los relatos impresos en los distintos medios de comunicación de la época.

Aquel 22 de mayo de 1960 se recuerda en la actualidad con el sonido de una sirena apenas comienza la jornada de la tarde. Es importante también enseñar a las nuevas generaciones de valdivianos la hazaña del denominado Riñihuazo, donde un puñado de hombres marcaron una verdadera epopeya junto a la ayuda de las máquinas para evitar un desastre mayor en la zona.

La historia es sabia y enseña de muchas maneras. Por ejemplo, es bueno recordar cómo era Valdivia en su época previa a este terremoto. Tuvo que sobreponerse a otros eventos naturales y a grandes incendios que prácticamente la devastaron. Sin embargo, a fines del Siglo XIX y en los inicios del XX, Valdivia gozaba de una economía robusta y era una de las zonas más industrializadas del país a partir de su ubicación geográfica, sus bondades naturales y por el emprendimiento de sus habitantes, dando fruto a diversos rubros que marcaron la época.

Los ríos siempre han sido una extensión del quehacer de Valdivia en distintas épocas: lo que en ese tiempo eran rutas comerciales, en la actualidad se utiliza para el desarrollo del sector turístico.

Estas piezas de nuestra historia nos tienen que enseñar que con esfuerzo y un trabajo mancomunado se pueden superar momentos difíciles, y que la disciplina es un factor fundamental para el logro de los objetivos planteados.

Los momentos son diferentes y las situaciones distintas, pero finalmente esta zona siempre ha salido adelante ante hechos adversos, aspirando siempre a poder alcanzar, desde todo punto de vista, a los sitiales de privilegio como capital regional y como una de las ciudades más importantes del sur de nuestro país.

Patricio Baselli G.

Vicerrector Inacap Valdivia

30 años | 27 de mayo de 1990

Valdivianos piden limpiar el fútbol tras el escándalo

Tras conocerse las revelaciones del arquero Roberto "Cóndor" Rojas, quien reconoció haberse autoinfligido el corte que generó el escandaloso final del partido entre Brasil y Chile en el Maracaná, los hinchas valdivianos reaccionaron con sorpresa e indignación y pidiendo severos castigos para todos los responsables del hecho.

20 años | 27 de mayo de 2000

Agricultor a Arique mató a un posible "Chupacabras"

Un pequeño agricultor de Arique, en la ruta a Los Lagos, cree haber ultimado a tiros a un ejemplar del mítico "Chupacabras", cuando atacaba a tres de sus gansos. El vecino trajo a El Diario Austral un cráneo de un animal indudablemente extraño, ni felino ni canino, que fue entregado a científicos de la Universidad Austral.

10 años | 27 de mayo de 2010

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Era un secreto a voces, pero solo ayer se anunció oficialmente. Francisco Eguiluz reemplazará a Fernando Schultz en el Concejo Municipal de Valdivia, luego de que el segundo decidiera asumir el cargo de administrador municipal. Eguiluz era su sucesor legal, de acuerdo a los resultados de las últimas elecciones.