Nueva York entra a fase 2 de reapertura y ya pueden atender restaurantes y bares
COVID-19. Sector gastronómico atiende al aire libre y peluquerías pueden abrir. Gobierno francés lamentó no respeto de normas en masivas fiestas callejeras.
La ciudad de Nueva York, que llegó a ser el epicentro global del coronavirus, fue la última zona del estado del mismo nombre en pasar a la fase de 2 de reapertura, con restaurantes y bares ofreciendo servicios al aire libre y muchas tiendas minoristas que volvieron a la actividad. Las barberías y peluquerías dieron la bienvenida a clientes por primera vez desde marzo, aunque al 50% de su capacidad.
Se estima que entre 150 mil y 300 mil personas volvieron a trabajar en la urbe estadounidense. Las áreas de juegos para niños también reabrieron en la ciudad que, con unos 22 millones de habitantes, es la más populosa de Estados Unidos.
En la vecina Nueva Jersey se permitieron deportes al aire libre como tenis y golf, además de algunas competencias. Las prácticas consideradas de alto riesgo, como el béisbol y el fútbol americano, se realizarán sin público. Nueva Jersey también autorizó a los salones de estética, barberías y otros negocios de cuidado personal a partir de ayer, aunque con algunas restricciones.
Fiesta de la música
El ministro francés de Cultura, Franck Riester, deploró las concentraciones masivas de personas que se produjeron el domingo en algunas ciudades del país con motivo de la Fiesta de la Música. "Permitimos que se hiciera esa fiesta, pero con un llamado a la responsabilidad, individual y colectiva. Globalmente, se respetaron las consignas de seguridad, pero hubo ciertas personas que no lo hicieron. Lo lamentamos y lo deploramos", dijo Riester.
Imágenes de cientos o miles de personas reunidas en algunos lugares, sobre todo en París, participando en conciertos al aire libre en parques y plazas, provocaron el rechazo de médicos y otros actores de la sociedad gala. En algunos de esos conciertos, hubo roces con las fuerzas del orden que trataron de dispersar al público, y que se saldaron con siete arrestos por lanzamiento de objetos a la policía y un agente herido leve.
El Ejecutivo había mantenido la Fiesta de la Música, pero había prohibido los conciertos espontáneos que suelen producirse durante esa celebración y recordado que siguen vetadas las reuniones de más de diez personas, salvo expresa autorización. Pese a las advertencias, en varias ciudades del país se produjeron conciertos callejeros que atrajeron a miles de espectadores.