Un desafío cada vez más solidario
El traslado de pacientes desde Santiago releva la importancia de contar en la zona con medios para enfrentar el covid-19, pero ¿está la comunidad igualmente preparada? Vale la pena, más que nunca, que la prevención y las conductas de autocuidado sean parte del debate y se eviten riesgos innecesarios.
Durante la última semana fuimos testigos de cómo varios pacientes infectados de covid-19 en estado crítico, cinco primero y dos posteriormente, fueron derivados desde distintos centros de la asistencia pública de la Región Metropolitana hasta el Hospital Base de Valdivia.
Situaciones similares se dieron en los mismos días en los hospitales de Concepción, Osorno y Puerto Montt, como parte de la activación de la Red Nacional de Salud y de la Unidad de Gestión Centralizada de Camas, producto de la saturación del sistema.
El director del Servicio de Salud Valdivia, Víctor Hugo Jaramillo, destacó tras recibir a los primeros pacientes que esta era "una oportunidad para colocar a prueba y demostrar al resto del país que la Región de Los Ríos está absolutamente preparada para poder dar apoyo y asistencia técnica y clínica a Santiago".
Y tal vez esa frase describa bien a los funcionarios y al sistema de salud locales, pero ¿qué tanto se ajusta a otras esferas de nuestra sociedad?, porque aquí está la posibilidad cierta de demostrar que somos capaces de salir adelante, aunque la experiencia nos muestra que cuando se trata de colaborar o empatizar con los demás, todavía estamos en deuda.
En este caso, y antes del primer traslado, la capacidad de camas críticas en la capital regional, entre las del HBV y la Clínica Alemana, llegaba a 18, sin embargo, esa cifra se reduce cada vez más y en la medida que la cantidad y gravedad de los casos no disminuye, nada asegura que la realidad de colapso igual alcance a territorios como el nuestro.
Por ello vale la pena, más que nunca, que la prevención y las conductas de autocuidado sean parte del debate y de la conciencia de las personas y se eviten riesgos innecesarios como los que vemos con gente realizando largas filas para ingresar a una tienda o simplemente cuando grupos numerosos parecen ponerse de acuerdo para salir "a estirar las piernas".
Hasta ahora en Valdivia y el resto de las doce comunas no ha habido cuarentenas ni exigencias mayores que el uso de mascarillas o el distanciamiento social; pero cuando hasta esos detalles se pasan a llevar es tiempo de cuestionarnos si estamos o no tan preparados para el desafío que nos impone la pandemia.