Imperativos universitarios
Desde sus inicios la universidad ha tenido deberes innegables: enseñar, investigar, difundir el conocimiento, dialogar, criticar racionalmente a la sociedad para que ésta progrese por los caminos de la democracia.
Durante muchos años, en Chile, estos deberes no se pudieron cumplir en plenitud debido a la intervención militar de que fueron víctimas.
Aunque, tras el 11 de septiembre de 1973, las aulas se tranquilizaron tras las olas reformistas de los años precedentes, se las intervino pues hubo quienes consideraron que el ejercicio de la libertad de pensamiento era un peligro para el nuevo régimen.
Se designó a Rectores Delegados, generalmente oficiales en retiro y sin conocimiento de los estilos de vida universitaria, para que vigilasen y pusiesen orden en las Instituciones a las cuales llegaban. Hubo quienes, excepcionalmente, respetaron los estilos de vida de estas Instituciones, cautelaron sus bienes, hicieron buen uso de los fondos universitarios y no alteraron las normas de selección de quienes postulaban a los estudios superiores. Estas personas dejaron gratos recuerdos.
Pero también hubo quienes, considerando que la Universidad era un bien propio, usaron los recursos institucionales en beneficio personal y, además, permitieron que postulantes - escasos - que no cumplían con los requisitos fueran admitidos a las aulas.
Los organismos colegiados fueron considerados "asesores" cuya opinión podía o no tenerse en cuenta. Por sobre la experiencia de los académicos estaba el poder de los interventores.
Pasaron 17 años y tras el retorno a la democracia la Universidad empezó a volver gradualmente a la normalidad y a ejercer, con algún grado de torpeza por el tiempo de adormecimiento, sus deberes innegables.
Como todo lo humano hay imperfecciones. Hay quienes, elegidos democráticamente para ejercer cargos de un nivel elevado, creen que pueden - vistiéndose con los mantos que los interventores dejaron en las oficinas- hacer caso omiso de las normas establecidas que hacen de la integridad un valor innegable.
Antes esto, la comunidad universitaria tiene el deber de reaccionar y exigir se investigue los abusos de poder y se sancione a quienes los cometan. Y esto es válido para toda casa de estudios, incluida la Universidad Austral. Omar Henríquez F. Padre Fundador UACh.Intromisión del Parlamento
Tanto senadores como diputados se mostraron afectados por el anuncio del Presidente Sebastián Piñera de convocar a un comisión para buscar mecanismos para solucionar el problema de las mociones inconstitucionales, y lo calificaron de intromisión de un poder del Estado en otro
Pues bien, creemos que lo califican de esa manera precisamente porque esa es una actitud constante de los parlamentarios. Veamos de qué se trata. Al recordar la teoría de frenos y contrapesos, vemos que los parlamentarios en Chile reciben nulos contrapesos a su poder, más allá de la colegislación, precisamente la atribución que pretende utilizar el Presidente.
Nada fuera de lo común. En cambio, el Poder Legislativo se entromete en otros poderes, y de manera flagrante. La Constitución dice que sólo los tribunales pueden conocer las causas judiciales antes de su sentencia, pero ahí va la Cámara de Diputados y conoce causas en proceso, citando a imputados y fiscales.
Luego, acusan constitucionalmente basados sobre supuestos delitos, de los que los tribunales nada ha dicho, en base al constante discurso de la "responsabilidad política", aun cuando la atribución del Senado es fallar como jurado y no políticamente. Y en una carta pública, se permiten presionar al Tribunal Constitucional para que falle a favor de Hugo Gutiérrez en su causa de destitución.
Por tanto, si de intromisión hablamos, el Poder Legislativo es quien creó la práctica en el siglo XIX y la aplica hoy nuevamente, abogando por más atribuciones parlamentarias. Ya sabemos como termina la historia.
Soledad Rodríguez
Cambios en capacitación
El empleo y la economía se han debilitado dramáticamente tras el estallido social y ahora con la pandemia del covid-19. En este contexto, ha entrado a discusión el proyecto de ley de modernización de la franquicia tributaria Sence en el Senado.
El proyecto postula implementar un copago del 20% a la capacitación, una medida que afectará gravemente a los trabajadores más vulnerables. Pese a que el Gobierno anunció que no habrá un copago para las pymes que facturen hasta 55.000 UF anuales, lo anterior sólo beneficiaría a un pequeño número de trabajadores, que no supera el 9,2% del total.
Se estima que esta medida reducirá en un corto plazo en un 60% de la capacitación en Chile, afectando la empleabilidad de miles de trabajadores, como también a los 1.730 Organismos Técnicos de Capacitación (OTEC) que existen.
Patricio Reyes
Secuelas de la pandemia
Sinceramente creo que la humanidad no saldrá bien parada este año de la pandemia. Todo pinta muy mal.
Pedro Ramírez