Calidad o cantidad
Numerosos medios han resaltado la existencia de una misteriosa minuta del Senado en que se defienden de las acusaciones de proyectos inconstitucionales, basándose en criterios cuantitativos, señalando que no muchas de sus leyes han sido inconstitucionales y que incluso el Presidente, como senador, habría presentado 7 de estas (en 8 años como parlamentario).
Más allá de reconocer abiertamente que han infringido, conscientemente, la Constitución, partiendo por su Presidenta, llama la atención su defensa cuantitativa.
En un Estado de Derecho, y sobre todo en la política, la discusión debería ser cualitativa, rompí o no la constitución, merezco o no sanción por ello, me comprometo públicamente a avanzar en mecanismos que impidan los ataques a la constitución.Ello no ocurre y se escudan en sus "pocas" mociones inconstitucionales, para recordar que sí respetan la Constitución. Sin embargo, cometieron un error grave, que es difícilmente cuantificable, pero que salta a luz en cualquier comisión del Congreso.
Esa patita son las inconstitucionalidades de las famosas "indicaciones" a los proyectos, donde las mayorías opositoras en casi todas las comisiones de este Parlamento han logrado violar la constitución, admitiendo a discusión, indicaciones inconstitucionales, incluso a pesar de recomendaciones de secretarios abogados de comisiones.
Así, no está de más recordar que la iniciativa exclusiva no sólo aplica a las mociones, sino que también a las indicaciones. Convendría tenerlo presente la próxima vez que se realice un estudio con tal sesgo cuantitativo.
Miguel Casas-Cordero
Estado centralista
La crisis social, política y sanitaria que sufre la comunidad nacional dejo al descubierto la falta absoluta de capacidad de dar respuestas adecuadas en los distintos ámbitos de competencia de los servicios estatales. Se observan mini respuestas efectistas y "para la tele", algunas francamente despreciables como el aprovechamiento político del hambre por parte de los "colorados repartidores de cajas".
Estas pobres respuestas no se condicen con los miles de millones de dolares que Chile a invertido para modernizar su gestión pública lo que demuestra que el estado por su "estructura" no sirve a los nuevos desafíos del país en el siglo 21.
En el fondo todos sabemos que el estado burocrático y centralista debe morir y generarse una nueva figura que le sirva a los más vulnerables y al pueblo y no a los grupos políticos y sindicales que solo buscan el provecho de los suyos, muchas veces en desmedro del bien colectivo y social.
Nilo Zúñiga, economísta.
Iniciativa exclusiva
La iniciativa exclusiva del Presidente en materia administrativa y financiera es de antigua data. Con ello se trata de evitar iniciativas legales imprudentes o demagógicas que puedan importar gastos al erario público. Nuestra Carta Fundamental establece que la administración del Estado le corresponde al Presidente de la República, quien es el Jefe del Estado. El actual texto constitucional prohíbe la iniciativa parlamentaria en todas aquellas materias administrativas, tributarias, económicas, financieras, previsionales, de seguridad social y otras que desfinancien el Presupuesto de la nación y perturben la política económica financiera.
Nuestra Corte Suprema escapa a estas restricciones. Ella acostumbra dictar sentencias que le ordenan al Estado pagar cuantiosas sumas de dinero -de muchos miles de millones de pesos- por concepto de indemnizaciones o para financiar la adquisición de medicamentos de alto costo y de dudosa efectividad (por cuanto normalmente son usados para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas que no tienen cura).
Adolfo Paúl Latorre
La nueva normalidad
El debate provocado por la admisibilidad del proyecto de postnatal de emergencia fue una discusión sobre la importancia que tienen las reglas en un momento crítico, como el provocado por la pandemia del coronavirus.
Mientras que para algunos las leyes deben ser aplicadas en tiempos como estos, pues son las que, como dice el rector Carlos Peña, "al disciplinar las relaciones entre las personas, hacen posible la cooperación", para otros es precisamente esa extraordinaria característica temporal la que justifica el "cometer un sacrilegio sobre la Constitución", como la presidenta del Senado, Adriana Muñoz, señaló algunos días atrás.
Si bien el gobierno se sumó al proyecto en el Congreso, en un acuerdo con la Comisión del Trabajo del Senado, el viernes, este debate está lejos de terminar por una razón simple, pero difícil de abordar: la crisis social sigue viva y continúa cuestionando la legitimidad de la institucionalidad vigente. Es ese el contexto en el cual se desenvuelve la disputa que el Presidente y el Congreso mantienen sobre el poder.
Hasta que no se transitemos por el proceso constituyente, visto un ya lejano 12 de noviembre como la manera de legitimar este o un futuro sistema de reglas, las soluciones a problemas como el postnatal de emergencia, seguirán llegando tarde. Este es la nueva, y esperemos que breve, normalidad.
Diego Aguilar Vildoso