"Las orquestas infantiles y juveniles son una luz de esperanza para el país"
PLANIFICACIÓN. El violista asumió la conducción de un elenco que depende de la Foji y que hasta septiembre tendrá un nuevo ciclo formativo.
Casi dos décadas han pasado desde la primera vez que Vicente Toskana-Lanzendorff participó en el Campamento Musical Marqués de Mancera. Reconoce que aquella experiencia fue fundamental en su carrera como violista. Dice que le permitió encantarse con el instrumento, conocer la realidad local y proyectar una carrera profesional que ahora lo tiene de vuelta en la región.
El músico, formado en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, es director del programa de Orquesta Juvenil e Infantil MusArt de Casablanca. Y este año asumió la batuta de la Orquesta Sinfónica Juvenil Región de Los Ríos, que antes estuvo a cargo de los maestros Jorge Cornejo y Alexander Sepúlveda. Es un elenco que funciona al alero de la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile (Foji).
La responsabilidad coincidió con la idea de instalarse en Valdivia para vivir y trabajar. Actualmente es viola tutti de la Orquesta de Cámara de Valdivia y jefe de fila en la Filarmónica de Los Ríos, que fue la última en realizar un espectáculo de convocatoria masiva antes de la crisis sanitaria.
"Siento que desde 2002 se ha construido una parte muy significativa de mi historia personal en relación a Valdivia. Pude volver al Campamento como profesor, con la orquesta de Casablanca, como integrante de un cuarteto e incluso como director. Ahora me siento mucho más involucrado con la comunidad creativa. La ciudad ha crecido mucho con un ambiente musical-cultural que no tiene nada que envidiarle a otros lugares donde tal vez se manejan más presupuestos o hay más escenarios disponibles. Lo que se hace acá tiene mucho valor", explica.
Adaptación
Gracias a su trabajo con MusArt, en 2017 Toskana-Lanzendorff fue integrado a la Red de Líderes Jóvenes impulsada en su momento por El Mercurio y el Departamento de Liderazgo de la Escuela de Negocios Universidad Adolfo Ibáñez.
Al otrora director de la Sinfónica Juvenil de Ñuble se le atribuye encabezar un equipo que permitió aumentar en un 400% la matrícula de estudiantes y la incorporación de nuevas cátedras de instrumentos. Con ese background, al que se suma su experiencia como gestor cultural, postuló a la Foji para el desafío de liderar un proceso formativo en Los Ríos.
"Todo lo que hemos hecho en Valparaíso es maravilloso. Estoy súper orgulloso de todos los logros y de poder seguir vinculado a distancia con la institución. Creo que ahora soy el puente para que dos regiones puedan dialogar. Al moverse de un lugar a otro uno termina conectando energías, compartiendo experiencias y queriendo que nazcan nuevas colaboraciones", dice. Y agrega: "Siempre fue mi anhelo venirme a vivir al sur. De niño pasé veranos enteros acá y además tengo familia en La Unión. Entonces, ya sea por interés profesional o por un tema personal, el territorio siempre ha sido parte de mi".
En marzo, luego del primer caso de covid-19 positivo en Los Ríos, la presencialidad en el mundo cultural y de las artes quedó en pausa. Ello obligó a que el trabajo con la Sinfónica Juvenil Región de Los Ríos (que existe desde 2010) comenzara a ser vía remota. Tanto para los ocho instructores, como para el director.
¿Cómo evalúa el nuevo proceso iniciado atendiendo a lo demandante del medio local en relación al movimiento de orquestas?
-En ningún caso estamos partiendo desde cero. Lo que pretendemos con la orquesta es generar acceso a aquellos elementos que tal vez los niños y jóvenes no tienen acceso en sus orquestas de base, por distintas razones. La formación es más alta. En mi caso hay bastante presión en ese sentido, porque tengo que hacerme cargo de una gran tradición musical y del trabajo impecable que se viene haciendo desde hace muchos años.
¿Hay carencias que se mantienen pese a la tradición que tiene el modelo?
-Siento que se ha roto la tradición formativa en la ciudad. Hay instituciones que por ejemplo aportaban con muchos vientos como oboes o fagotes, que ahora son difíciles de conseguir. En general, hay ciertos instrumentos que simplemente no se están formando.
El equipo de músicos e instructores
La Sinfónica está integrada por 54 intérpretes de entre 13 y 23 años de edad. En aproximadamente un 60% corresponden a un grupo nuevo en relación al año pasado. Son becados de Panguipulli, Valdivia y Futrono, que trabajan junto al equipo de instructores integrado por Carlos Romero (violines primeros), Felipe Alvarado (violines segundos), Monserrat Fortes (viola), Maricela Araya (violoncello), Verónica Solís (contrabajo), Alejandro Lozada (maderas), Matías Soto (bronces) y Alex Vergara (percusión). El equipo regional lo completan Carla Nahuelhual y Camila Almendra en labores de coordinación general.
En paralelo a la dirección en Los Ríos, Vicente Toskana-Lanzendorff ejerce como profesor del Conservatorio de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (en la cátedra de viola) y en la Orquesta Estudiantil de la Universidad Técnica Federico Santa María.