Alfonso de Urresti - Senador por Los Ríos
Esta semana sin dudas se consagró como un momento histórico. A partir del ímpetu ciudadano se logró despachar del Congreso el proyecto de ley que buscaba hacer efectivo el retiro del 10% de los fondos acumulados en las AFPs. Con la promulgación por parte del Presidente de la República, esta iniciativa se transformó en ley, convirtiéndose en una posibilidad complementaria con que cuentan los chilenos y chilenas para soportar la crisis sanitaria que actualmente vivimos.
En el mes de abril, a poco más de un mes desde el arribo del covid-19 a Chile, junto con un grupo de senadores de oposición diagnosticamos que la llegada de este virus iba a significar una gran crisis socioeconómica. Ante las consecuencias inminentes, el 14 de abril enviamos una carta al Presidente Sebastián Piñera solicitando que tome las medidas necesarias para hacer efectivo el retiro del 10%. Propusimos una solución efectiva que iría en beneficio directo de la ciudadanía, la cual ya atravesaba complejos escenarios. No nos dieron ninguna respuesta. Posteriormente, varios senadores de oposición nos dimos a la tarea de redactar un proyecto de reforma constitucional con miras al mismo objetivo. Paralelamente, en la Cámara Baja también se tramitaba una iniciativa similar, la cual fue aprobada antes que el proyecto en el Senado. En mi calidad de presidente de la Comisión de Constitución y creyendo firmemente que el retiro de estos fondos significaría una gran ayuda a millones de chilenos/as, puse aquel proyecto en tabla inmediatamente. Con una expedita tramitación en la comisión, éste fue aprobado. Con ese mismo espíritu obró la Sala del Senado y posteriormente la Sala de la Cámara, quien finalmente aprobó el proyecto cumpliendo con el quórum de 2/3; despejando cualquier posible duda sobre la supuesta inconstitucionalidad provenientes de dicha materia.
Con mucha convicción, creo que este proyecto es un triunfo ciudadano. Su transversal apoyo-reflejado en los altos quórum alcanzados para su aprobación- demuestra que el sistema de ahorro individual gestionado por las AFPs no cumple ni con las expectativas ni con las necesidades de la gente. Sin perjuicio del gran logro obtenido, hay mucho camino que recorrer. Este es el inicio de un proceso social que busca, por una parte, terminar con este sistema de las AFPs y, por otra, consagrar el derecho a la seguridad social.
"Este es el inicio de un proceso social que busca, por una parte, terminar con este sistema de las AFPs y, por otra, consagrar el derecho a la seguridad social".