China cierra consulado de EE.UU. y relación entre potencias alcanza su peor momento
CONFLICTO. Se concretaron las amenazas de sanciones entre ambas naciones con el cierre del consulado chino en Houston y el estadounidense en Chengdu, en medio de acusaciones por interferencia y espionaje del Partido Comunista de China.
Las relaciones entre Pekín y Washington alcanzaron preocupantes máximos de deterioro, con el cierre del consulado de Estados Unidos en la ciudad de Chengdu, en respuesta a la clausura de su homólogo chino en Houston durante el día jueves, en una espiral a la que los expertos no ven salida hasta pasadas las elecciones estadounidenses.
Más de 35 años después de su apertura, la sede consular estadounidense en Chengdu, ciudad suroccidental y capital de la provincia de Sichuan, quitaba la bandera del país norteamericano, en unas imágenes retransmitidas por la televisión estatal china CCTV. Pocas horas después, la legación cerraba y funcionarios chinos tomaban posesión de las instalaciones, según confirmó el ministerio de Asuntos Exteriores, entre una nube de curiosos que se acercaron a presenciar el momento, mientras unos operarios cubrían el nombre del consulado en el muro exterior con una gran placa blanca.
Salida de noche
Desde el domingo ya se había cortado el tráfico en los alrededores del consulado y la policía desplegó estrictas medidas de seguridad para prevenir incidentes con manifestantes.
La televisión estatal china mostró también imágenes de funcionarios estadounidenses abandonando el consulado durante la noche protegidos por un cordón policial, y de grúas transportando contenedores y camiones de mudanza frente a su entrada principal.
Desde que el ministerio de Exteriores anunció el cierre de la legación el pasado viernes y dio 72 horas a su personal para abandonarlo, el mismo plazo fijado por Washington en Houston, no se han producido incidentes reseñables, salvo el de una persona que entonó el sábado a sus puertas una canción nacionalista china y otra que hizo estallar petardos un día antes.
El consulado de EE.UU. en Chengdu fue inaugurado en 1985 por el entonces presidente Ronald Reagan, y en él trabajaban unas 200 personas, 150 de ellas empleados locales, que cubrían el Tíbet y otras regiones del suroeste de China, de acuerdo con su página web. Se desconoce cuántos funcionarios estadounidenses se encontraban actualmente en la legación puesto que los diplomáticos de Washington fueron evacuados del país asiático cuando comenzó la pandemia del coronavirus.
La crisis de los consulados, último jalón de la tensión creciente entre ambas potencias mundiales desde el pasado abril, cuando el coronavirus comenzó a asolar EE.UU., ha llevado sus relaciones a uno de sus peores momentos en décadas. La situación se suma al intercambio de acusaciones por el origen y gestión del coronavirus, la guerra tecnológica y comercial, a los reproches de Washington por la nueva ley de seguridad para Hong Kong o por la situación de los derechos humanos de las minorías musulmanas en la región noroccidental china de Xinjiang.
Sin vuelta atrás
De cara al futuro, las perspectivas de reconciliación parecen escasas incluso si Estados Unidos elige a otro gobierno en noviembre.
El Departamento de Estado de EE.UU. expresó su decepción, indicando que "el consulado ha estado en el centro de nuestras relaciones con las personas del occidente de China, incluido el Tíbet, por 35 años", dice el comunicado. "Estamos decepcionados por la decisión del Partido Comunista de China y nos esforzaremos por continuar con nuestro alcance a la gente en esta importante región a través de nuestros otros puestos en China".
El retiro de todas las placas y otros símbolos de soberanía estadounidense en el exterior del consulado dio una impresión de ruptura permanente que no se sintió en crisis anteriores, incluido el ataque con piedras en 1999 contra la embajada estadounidense, en respuesta al bombardeo de la OTAN contra la embajada china en Serbia, o la colisión en 2001 entre un avión de vigilancia estadounidense y un caza chino sobre el Mar de China Meridional.
China mantiene consulados en San Francisco, Los Ángeles, Chicago y Nueva York, y además una embajada en Washington. Por su parte, Estados Unidos tiene otros cuatro consulados en China y una embajada en Beijing. Sin embargo, no hubo pronunciamiento al respecto.
200 personas trabajaban en el consulado en Chengdu y 150 de ellos eran empleados locales.