Juan Carlos Hernández G.
Mientras una pujante ciudad se aprestaba a celebrar los 400 años de su fundación, cuando el liberal Nicanor Allende estaba al mando del municipio y los canillitas madrugaban para vocear El Correo de Valdivia, Myriam Elsa Gómez Barrera corría presurosa cada mañana. Su destino era el reencuentro diario con Erica, su inseparable compañera de banco en la antigua Escuela Nº 16, en Aníbal Pinto.
En su barrio, en General Bueras con Pedro Montt y donde actualmente se ubica un supermercado, las tardes y fines de semana eran la ocasión propicia para jugar con pequeñas vecinas y vecinos.
Pese a que vivió en ese sector solamente hasta los 14 años de edad, Myriam Gómez Barrera recuerda prácticamente a todos quienes eran sus vecinos y compañeras de juego de antes del terremoto. Un almacén de provisiones, un depósito de cerveza, una frutería y especialmente la casa de la profesora de piano Laura Burgos eran parte del paisaje. "Ella me dejaba escucharla. Me encanta el piano, pero nunca pude tener uno", señala con nostalgia.
Luego llegó el momento de ayudar en casa a mamá Edith en la crianza de los hermanos y en 1958 la familia se trasladó a vivir a Inés de Suárez. Más tarde contrajo matrimonio, se dedicó a su hogar y desde hace 42 años trabaja para una empresa de cosméticos. En ese oficio, cumple uno de sus objetivos de vida: sociabilizar.
Desde hace un par de años, divide su tiempo entre la casa, la familia y su labor como presidenta del grupo de adultos mayores Vida Saludable. Primero se incorporó como socia y luego tomó el mando, el cual desempeña por un segundo periodo junto a la tesorera Alicia Oyarzo y la secretaria Teresa Vergara. Antes, fue secretaria de la Asociación de Diabéticos.
¿Qué recuerdos tiene de su niñez?
-Fue muy hermosa. Era un mundo en el cual no había diferencias sociales. Todas las chicas del barrio jugábamos juntas, sin distinciones, al luche o al lazo. Me emociona lo linda que fue nuestra infancia, cuando nadie se fijaba en cómo andaba vestido el otro o en qué trabajaban los padres. Además, la gente era más respetuosa.
¿Cuáles son sus gustos y aficiones?
-Leer, escuchar música clásica, especialmente el piano. Amo a Roberto Bravo, he ido a sus conciertos. Disfruto de la música, de leer y escribir, incluso estuve en un taller de literatura en la USS. Y mis momentos de flojera son para tejer.
Palabras mayores
¿Cómo es el trabajo en el grupo Vida Saludable?
-Somos 29 socios: 24 mujeres y 5 hombres. Es un grupo muy activo y como no tenemos sede propia, ocupamos la de la Asociación de Diabéticos, de quienes estamos muy agradecidos. A pesar de la pandemia, estamos pendientes de todos nuestros socios y siempre en contacto con el Senama y la municipalidad.
¿Y cómo lo hacen para mantenerse activos en estos tiempos de crisis sanitaria?
-En Vida Saludable y a pesar de la pandemia, como agrupación realizamos actualmente dos talleres online. Los martes, de terapia ocupacional a cargo de la Universidad Santo Tomás y los jueves, de gimnasia a través de la Casa del Adulto Mayor de la municipalidad. Además, en tiempos normales hacemos beneficios, celebramos semestralmente los cumpleaños y compartimos actividades con la Asociación de Diabéticos.
MOTIVACIONES
Desde su perspectiva, ¿cómo debe asumir una persona su llegada a la etapa de adulto mayor?
-Mi experiencia es que los adultos mayores no debemos hacerle caso a nuestro cuerpo. Si me duele un brazo, no significa que me tengo que andar quejando. Tengo que vencer al dolor, ser participativo y así tendremos menos posibilidades de enfermarnos. Los grupos de adultos mayores son importantes, porque permiten postular a muchos proyectos y aprovechar de salir, viajar, conocer, como lo hemos hecho nosotros en las comunas de nuestra región.
En estos tiempos, ¿qué pueden hacer los amigos y familiares para ayudar a los adultos mayores?
-Hay que querer a las personas tal como son. Por ejemplo, a quienes padecen Alzheimer hay que ayudarlos y escucharlos, compartir con ellos. La familia debe tratarlos como le gustaría ser tratada cuando sean mayores. En nuestro grupo, por ejemplo, somos como una familia y ahora nos vemos dos veces a la semana a través de los talleres online o nos contactamos por teléfono. A las generaciones actuales, les pido que sean tolerantes, comprensivos y cariñosos con sus mayores.
¿Cuál ha sido su mejor experiencia de vida?
-En lo personal, mi más hermosa experiencia de vida es haber tenido a mis hijos y ser abuelita. Son cosas que me emocionan mucho. Me he esforzado mucho por ambos y son mi orgullo. Nuestro orgullo.
"A las generaciones actuales, les pido que sean tolerantes, comprensivos y cariñosos con sus mayores...".
Myriam Gómez Barrera, Presidenta grupo Vida Saludable