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¿Qué nivel de avance cree haber logrado en su carrera?
-Es bastante subjetivo cuando esa evaluación viene de uno mismo, pero una buena forma de saber qué tanto hemos avanzando es mirando lo que hace el resto o lo que ocurre en el entorno más inmediato. En ese sentido, considerando conocimiento y práctica, me atrevería a decir que estoy en un nivel medio. De todas maneras, es importante aclarar que uno nunca termina de aprender. Siempre se van descubriendo cosas y eso además afecta la forma en que uno enseña.
En la costa
Vivir y estudiar en Valdivia le ha permitido a Camila Villar integrarse a diversos proyectos. Por ejemplo, ha sido monitora de violín en tres versiones consecutivas del Campamento Musical Marqués de Mancera. Y es parte del Quinteto Meli junto a Diego Coronado (cello), Victoria Salazar (flauta), Hernán Carrasco (contrabajo) y Cristóbal Altamirano (violín). Con esta agrupación, ha realizado presentaciones en escuelas rurales.
"La principal motivación es trabajar siempre por llevar la música a aquellos lugares donde la cultura es de difícil acceso. Queremos que los niños y jóvenes puedan sentir lo que nosotros sentimos y puedan crecer como personas desde ahí". Ese objetivo se ha logrado en parte gracias a proyectos como "En la música imagino y aprendo" realizado en 2019. Consideró visitas a establecimientos educacionales de distintas comunas y una asistencia de 800 espectadores aproximadamente.
Para aquel entonces, con Hernán Carrasco ya pensaban en articular una experiencia con alcances similares. Ello coincidió con que ambos optaron por compartir una casa en Niebla, que gracias a un par de amigos en común que les cedieron el espacio, pudieron adaptar como escuela artística. Así nació Pichi ayekafe.
El primer apronte con la comunidad fue en la reciente temporada estival. Realizaron un taller de música para niños, que sirvió de experiencia piloto para luego extender la misma metodología de trabajo durante lo que va del año.
"Comenzamos con la música, pero la meta es ampliarnos a otras disciplinas del arte. La clave de nuestra labor es que son los niños, jóvenes y adultos, quienes nos proponen los objetivos que quieren lograr gracias a lo que les podríamos enseñar. Eso es tan amplio como solo aprender a tocar alguna canción, hasta estar listos para entrar a un conservatorio".
¿La escuela ha reforzado el sentido de comunidad que hay en Niebla y su relación con la música gracias a eventos como por ejemplo el Campamento Marqués de Mancera?
-Somos privilegiados de poder vivir en un lugar hermoso. Tanto por el paisaje, como por los vecinos. Cuando comenzamos, hubo muchas personas que nos aportaron con material pedagógico en general y nos animaron a sacar adelante el proyecto. En Niebla se siente distinto ese concepto de 'comunidad' y de trabajar desinteresadamente por el beneficio del resto.
¿Cuáles son las claves del tipo de labor que realizan?
-Lo fundamental es que no hay jerarquías. Más que profesores, somos facilitadores de herramientas y eso marca una diferencia grande al momento de hablar sobre cómo nos relacionamos con el resto.
¿Qué es lo más enriquecedor de esta experiencia?
-Haber pasado de entender la realidad musical y artística del país, desde una perspectiva como estudiante a una perspectiva de alguien que genera instancias de aprendizaje. Participar en proyectos que apuntan a la relación del arte con el lado social, me ha hecho volver a tener esperanza de que se pueden hacer cosas transformadoras. Es lamentable que el gobierno no le dé la importancia que merece al arte y la cultura. Pero por otra parte no tenemos porqué sentarnos a esperar a que nos lleguen las ayudas, siendo que hay niños y una comunidad a la que podemos aportar positivamente con lo que hacemos.
¿Hay que asegurar el acceso a las artes y la cultura?
-Absolutamente, porque eso permitirá que los niños y jóvenes puedan expresarse y sentirse seguros. La música me ha ayudado mucho como herramienta emocional y es muy motivante buscar las formas de asegurar que otros puedan llegar a sentir lo mismo alguna vez.
Pichi ayekafe partió con 15 alumnos y actividades presenciales hasta que se declaró la crisis sanitaria. Actualmente la instrucción es vía on line para diez estudiantes. De manera permanente se aceptan nuevos ingresos, lo que en 2020 o hasta cuando mejoren las condiciones sanitarias, seguirá siendo de manera remota.