El Presidente Sebastián Piñera acaba de promulgar la Ley Nacional del Cáncer, que establece normas para la planificación, desarrollo y ejecución de políticas públicas para prevenir el aumento de la incidencia de la enfermedad.

La normativa favorece a pacientes diagnosticados, asegurando el tratamiento y protección laboral. Además, crea un fondo de más de $60 mil millones para financiar tratamientos que no son cubiertos por el Auge, y para la promoción de salud. Esta ley abordará la difícil situación que cada año enfrentan 45 mil personas que son diagnosticadas con algún tipo de cáncer en Chile, mediante la prevención, detección precoz y atención oportuna.

El cáncer es un problema creciente en todo el mundo, por varias razones, entre las que figura el envejecimiento de la población y los cambios en los estilos de vida que aumentan la prevalencia de riesgo. Los principales factores detonantes son el tabaco, la obesidad, el bajo consumo de vegetales y frutas, la falta de actividad física, el abuso del alcohol y la infección con el virus del papiloma humano por transmisión sexual.

La nueva ley crea el Fondo Nacional del Cáncer, destinado a financiar total o parcialmente los programas y proyectos relacionados con la investigación y estudio. También se formarán más especialistas para el tratamiento de la enfermedad, lo cual estará coordinado con el Ministerio de Educación y el de Ciencia. Asimismo, se crea la Red Oncológica Nacional, que constará de centros especializados que serán parte de la Red Asistencial de Salud, con el propósito de entregar diagnósticos, tratamientos y seguimiento de los pacientes.

Si bien es una de las enfermedades más catastróficas, por el daño que produce en los pacientes, el efecto en las familias y por sus altos costos económicos, también es necesario señalar que entre el 30 y 40% de los cánceres se pueden prevenir al reducir la exposición a los factores de riesgo.

Las políticas de salud pública se han implementado para respaldar la elección individual de estilos de vida saludables, convirtiéndolas en la opción más fácil para prevenir la patología.

Hace unos días, el directorio de SAVAL FG expresó de forma unánime su profunda solidaridad con las víctimas inocentes afectadas por recientes actos terroristas. Como Gremio no nos hemos quedado en silencio, por el contrario, hemos velado en todo momento para que no se vulnere el Estado de Derecho en nuestro país.

Por este motivo respaldamos los llamados realizados por la Multigremial Nacional a manifestarse y movilizarse en forma pacífica para avanzar por un Chile en Paz. Hicimos un llamado a las autoridades para que actúen y cumplan con su compromiso de proteger a la ciudadanía, a los trabajadores y sus familias.

Tal como lo han hecho la mayoría de los gremios del Sur del país, hacemos un llamado a la conciencia de nuestras autoridades y políticos a que se unan transversalmente y pongan todos sus esfuerzos para subsanar esta situación, que tanto daño le está generando a personas inocentes que solo quieren trabajar y proteger a sus seres queridos.

Este sentir, es generalizado en todos nuestros asociados quienes vemos como desde hace un tiempo no se ha podido asegurar un Estado de Derecho y, peor aún, dejando víctimas inocentes a la deriva y sin apoyo que les permita volver a ponerse de pie. Por esto, es que estamos orgullosos del anuncio realizado el pasado lunes por el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Ricardo Ariztía, quien en el marco de la décimo cuarta versión del seminario ¿Cómo se viene la temporada?, se refirió respecto de la creación de un fondo de apoyo privado a las víctimas de la violencia rural.

Se comprometió un monto inicial y lo destacable es que será administrado por agricultores y loncos de las principales zonas afectadas por hechos de violencia. Los beneficiados serán familias vulnerables que lo han perdido todo por estos delitos. Es en ellos donde se busca apoyar ya que el Estado no ha sido capaz de llegar de manera ágil y eficaz, por la burocracia, lo que contribuye al miedo y a la angustia de las familias.

Son recursos privados gestionados por la SNA y el Consorcio Agrícola del Sur (CAS), un mensaje claro de que los agricultores no nos quedamos con los brazos cruzados. Son tiempos en que el mundo rural debe estar más unido que nunca, y hacer un fuerte llamado a la paz en la macro zona sur, ya que los más perjudicados son familias de toda una vida de campo, y que por esto no pueden vivir tranquilos en el campo produciendo los alimentos que todos los chilenos necesitan.