Cometió el delito en estado de ebriedad

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Según la información recopilada de la formalización realizada el 30 de julio del año pasado, el padre de la víctima, se encontraba en estado de ebriedad mientras cometió el delito. Tras no lograr que parara de llorar su hijo, lo golpeó en reiteradas ocasiones en la cabeza, y al ver que no reaccionaba y considerarlo muerto, lo enterró en el patio, aunque posteriormente lo desenterró y dejó sentado en el living de la casa, mientras él se habría quedado dormido. La madre del menor trabajaba en ese momento y el padre, quien estaba cesante, era quien debía cuidar del niño.