Luego de los cabildos ciudadanos realizadas a fines del año pasado, en Los Ríos se dieron a conocer resultados sobre las principales inquietudes de las personas respecto del futuro del país y el cambio constitucional. La preocupación medioambiental lideró cifras en la zona, como también la evidencia de que existe desconfianza en las instituciones oficiales de todo tipo.

Lamentablemente, esa sensación de duda frente al sistema es la que más se repite a nivel nacional al observar ese proceso, que se vivió mucho antes de que la pandemia por coronavirus se instalara en la agenda pública y la dependencia de la comunidad frente a esos mismos organismos cuestionados se hiciera mayor. Sin embargo, sería iluso afirmar que esas distancias han cambiado demasiado en los últimos meses.

El Consejo Para la Transparencia , CPTL, presentó hace pocos un "análisis ciudadano" del llamado estallido social, en el cual reafirman que existe una "crisis de confianza y legitimidad de las instituciones y del modelo de político y económico".

También dan cuenta de un cuestionamiento interior acerca del tipo de ciudadanos en los que nos estamos convirtiendo: individualistas, con presencia de elites privilegiadas y con aceptación de ciertos niveles de corrupción. Este último punto es interesante de observar, pues otro estudio del mismo CPTL (Encuesta Nacional de Transparencia) señala que 3 de cada 10 personas considera que "a veces es aceptable dar dinero o hacer un regalo o favor a un funcionario o encargado de una institución pública porque si uno no paga, las cosas no funcionan" (consejotransparencia.cl).

Al margen de ese aparente doble estándar frente a lo corrupto, claramente hay una mayoría que sí percibe con inquietud a las instituciones y es preciso atender esa situación, porque la base de la democracia está en las confianzas y en la sensación de que "vale la pena" involucrarse. Tal como se dijo en los diálogos de Los Ríos: es precisa una participación ciudadana "incidente" en las decisiones. Y eso implica más horizontalidad - y transparencia, siguiendo a CPLT- en los vínculos sociales. Sin duda, se trata de temas sobre los cuales se debe reflexionar en estos días.

Organismos especializados han recomendado al mundo que el retorno a clases se haga en estricto apego al control sanitario de la comunidad escolar, ligado a la urgencia de cumplimiento curricular. Así las cosas, se ha recomendado que de ser estrictamente necesario se retorne con estudiantes de últimos años, o con requerimientos especiales que necesiten refuerzo adicional.

En Los Ríos, se informó que 26 Jardines Infantiles retomarían sus actividades presenciales. Unas semanas antes, y a contrapelo de la comunidad educativa y autoridades, en Lago Ranco se había instruido retornar a varios Jardines. La pregunta que obliga es ¿y cómo es posible que se vulnere la recomendación internacional con riesgo del resguardo sanitario de educandos, comunidad educativa, asociaciones de educadoras y familias?

Durante la sesión de la Cámara en que discutíamos la suspensión de la Evaluación Docente debido a la pandemia, en presencia del Ministro de Educación, me dirigí directamente a él para señalarle que en Los Ríos se está haciendo caso omiso de las recomendaciones internacionales sobre la regla básica del retorno. No podemos relajarnos y bajar los brazos, exponiendo la vida de nuestros menores, comunidad educativa y familias.

También hice ver a ambos ministros, de Salud y Educación, que la insistencia incomprensible del llamado plan de retorno presencial a clase no solo es inoportuno sino también poco efectivo, por cuanto el año escolar se ha desarrollado telemáticamente, con problemas y todo pero seguro, y que 2 o 3 meses presenciales solo ponen en mayor riesgo a la comunidad. A su vez, vía oficio fiscalizador, solicité se den a conocer informes oficiales que verifiquen las condiciones sanitarias de cada establecimiento de la región, porque no se puede obligar a los funcionarios a retornar, ni exponer a nuestros niños y niñas sin que estas condiciones estén absolutamente resueltas y fiscalizadas.

Hasta antes de Fase 4, habíamos visto un buen comportamiento de la comunidad regional frente a la pandemia, luego de ello y especialmente en Fiestas Patrias observamos exceso de confianza o derechamente irresponsabilidad de muchos…las cifras están a la vista. Por ello, y por todo, no podemos relajarnos, puesto que, de acuerdo a los indicadores nacionales y mundiales, existe alta probabilidad de rebrote.

Iván Flores García

Diputado