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José Zacarías Silva Jaramillo: Dejó un ejemplo de amor y compromiso

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José Zacarías Silva Jaramillo nació en Río Bueno el 5 de noviembre de 1926 y fue uno de los 7 hijos del matrimonio formado por David Silva Delgado y Uberlinda Jaramillo Garrido. Se marchó el mismo día en que cumplía 92 años de edad: el 5 de noviembre de 2018, en Valdivia. Casado con Esmeralda Alvarado Roa, fueron padres de seis hijos: Alma, Patricia, Loreta, Alejandro, Tatiana y Mauricio. También disfrutó de los juegos y amor de sus cuatro nietas: Alma Andrea, Javiera, María José y Carlita, además de cuatro bisnietos y bisnietas. Valdiviano de adopción, comenzó como empleado administrativo del agua potable en Río Bueno y en 1963, por su dedicación y esfuerzo personal, ascendió y fue destinado a Lago Ranco, como jefe administrativo del Servicio de Obras Sanitarias. En 1966 fue trasladado a Valdivia, donde ejerció como habilitado provincial hasta 1981, cuando jubiló luego de 40 años de servicio. En el plano gremial y social, su carácter apacible y amable y su trayectoria laboral responsable y comprometida le permitieron ganarse la confianza de sus colegas. Durante tres períodos fue elegido delegado de la Asociación Gremial de Empleados del Servicio de Obras Sanitarias y después de jubilado fue electo tesorero de la Junta de Vecinos N° 10 Huachocopihue, sector donde residió desde 1966. A dos años de su partida, la familia lo recuerda como "un padre ejemplar, que se caracterizaba por sus grandes valores, los cuales inculcó a sus descendientes. La honradez y responsabilidad en el ejercicio del cargo público eran intransables. El amor al trabajo fue su llave de triunfo en la vida y le permitió educar a sus hijos y entregarles un título profesional, lo cual fue el mayor orgullo en su vida. El mismo día de su cumpleaños voló hacia el cielo en forma tranquila y silenciosa, agradecido de la vida y de su amado Dios. Murió como vivió: valorando hasta lo más pequeño e insignificante que le entregaba la vida. Su paso por este mundo solo dejó huellas imborrables y un gran amor en los corazones de todos quienes tuvieron la oportunidad de conocerlo". Sus restos descansan en el Cementerio Municipal de Valdivia.

5 de noviembre de 2018 emprendió el vuelo eterno José Zacarías Silva Jaramillo, quien trabajó durante toda su vida en el Servicio de Obras Sanitarias.

Luis Humberto Fuentes Gallardo: La familia y Bomberos fueron sus amores

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La familia y Bomberos fueron los dos grandes amores de su vida para Luis Humberto Fuentes Gallardo. Hijo de Adolfo Fuentes González y Zulema Gallardo Bórquez, nació el 26 de enero de 1928 en Tacna, cuando dicha ciudad pertenecía aún al territorio chileno. Fueron 14 hermanos, de los cuales sobrevivieron siete: el propio Luis Humberto, Alejandro, María Elena, Gladys, Elsa, Jane y Raúl. En el año 1936, la familia comenzó un periplo hacia el sur de Chile, hasta llegar a establecerse en Río Bueno, a comienzos de 1940. Allí, Luis Humberto Fuentes Gallardo cumplió su educación primaria y siendo muy joven comenzó a trabajar en las oficinas de la Tesorería General de la República. Posteriormente ingresó como voluntario al Cuerpo de Bomberos de Río Bueno. Casado con Rosario Álvarez Álvarez, fueron padres de cuatro hijos: Humberto Roger, Adolfo Adonai, Cristian Rodrigo y Boris Aquiles, quienes le entregaron una descendencia de 12 nietos y seis bisnietos, de los cuales pudo disfrutar en vida. Don Luis Humberto jubiló en la Tesorería y como era un hombre que le gustaba permanecer en actividad, posteriormente trabajo en el departamento de archivos de la Municipalidad de Valdivia, donde aprovechó de ejercer su oficio de encuadernador hasta el año 2006, cuando se retiró al descanso hogareño. En Valdivia perteneció durante muchos años a la Sexta Compañía de Bomberos, donde aportó al servicio como ayudante, primer oficial y tesorero. Recordado por su familia como "un hombre de pocas palabras, que era más de hacer que de decir, era extremadamente responsable en sus labores y alegre. Sus dos grandes amores fueron la familia y la institución de Bomberos. También le gustaba mucho la música clásica, donde sus autores favoritos eran Beethoven y Tchaikovsky". Luis Humberto Fuentes Gallardo se marchó de la vida terrenal el pasado 27 de octubre y sus restos descansan en el Cementerio Municipal N° 1 de Valdivia.

26 de enero de 1928 nació Luis Humberto Fuentes Gallardo en la ciudad de Tacna, cuando aún era territorio chileno. Trabajó en la Tesorería y en la Municipalidad de Valdivia.

Un año

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diferente

Este domingo se celebra la Solemnidad de Todos los Santos y se recuerdan las bienaventuranzas (Mt 5, 1-12), al inicio del así llamado "Sermón de la montaña", considerado como el corazón de todo el Evangelio. Cada una de las bienaventuranzas es digna de ser analizada y meditada por separado y se necesita leerlas y releerlas una y otra vez, no sólo para entenderlas, sino también para que su mensaje más profundo vaya calando en nuestro ser.Es ciertamente un mensaje de esperanza para todos, especialmente para quienes sufren y también para los que trabajan por los demás. Algunas de ellas recuerdan a quienes reciben esta bienaventuranza en forma pasiva: los afligidos, los mansos, los que tienen hambre y sed de justicia y que por lo tanto esperan la consolación; la tierra; la justicia. Otras, en cambio son bienaventuranzas para quienes realizan acciones por los demás: los misericordiosos, los de corazón limpio, los que trabajan por la paz. Unos y otros tienen una promesa de Jesús a futuro: obtendrán algo en relación a lo que padecen o en relación a lo que hacen.

Empezamos la etapa final del año, un año que ha sido "diferente" a lo que normalmente hacíamos. ¿Es un año perdido? ¿Un año de aprendizajes diferentes? Para los discípulos de Jesús, ¿en qué nos ha cambiado? El mensaje cristiano se mantiene vigente a pesar de las circunstancias distintas de la historia. La vivencia de este mensaje es el que debe actualizarse en las distintas realidades que se van suscitando. Este año debe ayudarnos a evaluarnos y aprender a vivir el evangelio de Jesús, en todas las circunstancias. Las Bienaventuranzas son un buen parámetro para evaluar nuestro caminar con el Señor. Con o sin pandemia, los valores del Evangelio se mantienen y pueden ser vividos en todo tiempo y bajo distintas situaciones. Recordamos en estos días a nuestros hermanos difuntos, en especial aquellos que han partido durante este año y que no siempre se les ha podido realizar una despedida como se hubiera deseado. Que en este fin de semana, que no se podrá asistir a los cementerios como habitualmente estábamos acostumbrados, podamos unirnos espiritualmente desde nuestros hogares rezando y recordando a nuestros seres queridos.