Un Ministerio del Mar
Hace pocos días, las nuevas tecnologías me permitieron sostener una importante reunión con representantes de pescadores artesanales de todo el país y de nuestra región de Los Ríos, para conocer sus inquietudes respecto a la creación del nuevo Ministerio de Agricultura, que en la iniciativa, contendría dos subsecretarías: la de Tierra y sus productos; y la de Mar y sus productos.
Una de las grandes inquietudes del mundo de la pesca artesanal, es que el actual proyecto se centra en el concepto alimento. Sin embargo, la acuicultura es más que aquello, en lo cual estoy completamente de acuerdo.
Tomando en consideración lo que ha sido el crecimiento de la pesca y la acuicultura en los últimos 36 años, y proyectando lo que debe ser el crecimiento sostenido y sustentable de ambas industrias, es que se hace necesario repensar los conceptos y crear un Ministerio del Mar, que se ocupe de generar políticas públicas que protejan los recursos marinos, su biodiversidad, como a su vez regular la comercialización de sus productos.
Chile tiene una de las costas más largas del mundo, donde cohabita una serie de especies marinas de distinta índole, incluyendo aquellas que están en riesgo de extinción a causa de la pesca indiscriminada y también por los efectos del calentamiento global, lo que nos demanda crear una nueva institucionalidad orientada a mirar el Océano Pacífico de manera distinta.
Es por ello, que no podemos seguir considerando los productos del mar sólo como una fuente de alimentación. Sí, se debe regular con fuerza la extracción de sus recursos, de manera tal que la pesca artesanal siga subsistiendo, fuente laboral de miles de familias y que nos provee de una gran cantidad de productos.
Debemos mirar la experiencia de otras naciones, como Francia, que han sabido compatibilizar el desarrollo marítimo con políticas públicas sustentables. Por eso agradezco la invitación realizada por los representantes de los pescadores artesanales del país para interiorizarme en profundidad de este nuevo proyecto y ahora más convencido que nunca siento que es la ruta que debemos seguir.
A mi parecer, ya llegó la hora de poner los bueyes delante la carreta y mirar siempre el mar de frente y no seguir dándole la espalda.
Gastón von Mühlenbrock Diputado