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ENTREVISTA. patricia del carmen triviños, florista valdiviana:

"Soy feliz y doy gracias a Dios por tener este trabajo... esto es mi vida"

TRADICIÓN. Comenzó hace 60 años en el negocio, ayudando a su madre. Ahora mantiene viva esa herencia.
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Juan Carlos Hernández G.

Da lo mismo que sea sea invierno o verano. Otoño o primavera. Que haya frío, lluvia o calor. Patricia del Carmen Triviños abre religiosamente antes de las ocho de la mañana el puesto N° 1 de la Pérgola de las Flores valdiviana. Y aunque el coronavirus ha obligado a modificar conductas, el café y cigarrito de la mañana junto a las colegas no faltan a la cita. Ella está inmersa en el comercio de las flores desde hace cerca de 60 años, cuando comenzó ayudando en el negocio a su madre, primero en el sector de Simpson y ,después del terremoto, en la actual ubicación en Picarte frente al Cementerio Municipal. Allí se instalaron primero como ambulantes, hasta la construcción de la pérgola a fines de los años '60, durante la alcaldía de José Huaquín Dipp. A mediados de los '80, un temporal destruyó gran parte de la edificación, pero fue reconstruida y ahora espera por nuevos arreglos.

Hoy, con 66 años, sigue siendo la matriarca del negocio familiar, también reforzado por la presencia de hijos y nietos. De 14.30 a 20 horas siempre hay alguien ayudando a vender las infaltables siempreviva, claveles, rosas, canastillos, ramos y arreglos para funerales, velatorios o para las tumbas del camposanto.

Durante 40 años ella viajó religiosamente en tren o en bus hacia Santiago, donde están los proveedores. Hoy, hace los pedidos a distancia.

"En la casa me ahogo. Yo estoy acostumbrada a mi negocio, a mi trabajo, a respirar aire puro", señala con un sentido del humor que no la abandona. Claro que, en la nueva etapa de la pandemia en la comuna de Valdivia tendrá que adaptar sus rutinas y también el bolsillo, porque en esta actividad co-mercial se vive del día a día.

¿Cómo se incorporó al negocio de las flores?

-Soy nacida y criada en la pérgola. Mi madre era florista y desde muy chica trabajé con ella, como se acostumbraba antes, cuando los niños ayudaban en el trabajo a sus padres, antes y después de la escuela. Mi madre falleció en 1981 y heredé el negocio. Esta es mi vida.

¿Hay mucha competencia entre ustedes?

-No siento que haya competencia, porque los nueve locales tenemos nuestra clientela propia, la cual se va formando según como uno va atendiendo a las personas, con la gentileza con la cual cada uno trata a sus clientes.

¿Cómo han asumido el tema de la pandemia y las restricciones de acceso al cementerio?

-La parte más difícil fue en marzo y abril. Nos pilló de sorpresa y no sabíamos qué iba a pasar. No traíamos flores, la gente se asustó y tampoco podía venir al cementerio, hasta que empezaron a dar hora de visita y ahí empezamos a vender de nuevo. A veces teníamos cinco ramos y no los podíamos vender. Fue algo impactante, que nunca imaginamos, porque jamás había pasado algo así. Igual hacía mis arreglos, hasta que la gente comenzó a volver. Ahora estábamos acostumbrados a cerrar los sábados y los domingos y descansar un poco. Pero con la nueva cuarentena no sé cómo lo vamos a hacer y qué pasará con el negocio.

¿Y que tal es el ambiente con sus colegas pergoleras?

-Está todo bien. Ahora estamos preocupadas por una compañera que está enferma. Todas nos conocemos desde niñas, somos como una familia porque pasamos más tiempo en las florerías que en las casas.

¿Aspiran a un local con mejores instalaciones donde trabajar?

-Estamos acostumbradas, pero esperamos que se concrete un proyecto de la municipalidad. Sería bueno tener locales más cómodos y bonitos, porque también somos una atracción turística.

¿Cuál es la mejor época del año para el negocio?

-El verano es bueno, siempre, porque llega mucho turista.

Nos da la impresión de que Ud. es una persona feliz con su trabajo. ¿Es así?

-Sí. Soy feliz y doy gracias a Dios por tener este trabajo, me siento muy feliz. Todas mis cosas las hago con cariño y amor. Esto es mi vida y me ha permitido heredar el negocio para mis hijos, que siguen la tradición familiar. Hijos y nietos me ayudan en los días especiales, cuando hay más trabajo. A todos les he enseñado este oficio.

Heredera

En el puesto 1 de la pérgola valdiviana de calle Picarte, el día comienza a transcurrir entre los rayos de un tímido sol, los primeros compradores y la llegada de las restantes locatarias. Para todos está el saludo cordial de una mujer humilde, esforzada, cortés y trabajadora. Pero por sobre todo, heredera de una tradición.

"Todas nos conocemos desde niñas, somos como una familia porque pasamos más tiempo en las florerías que en las casas".

Patricia Triviños, Pergolera valdiviana.

Al pie del negocio

Pergolera Patricia del Carmen Triviños Espinoza nació el 9 de agosto de 1954 en Valdivia y fuehija de José Amador Triviños y María Orfilia Espinoza, una familia dedicada al comercio de las flores. Estudió en la antigua Escuela N° 7, la Escuela Industrial y el Liceo Técnico. Es madre biológica de Alex y Yéssica Pulgar Triviños y madre del corazón de Fabiola y Nolberto (Q.E.P.D.).

"Adultos mayores y telesalud"

Dr. Felipe Poblete Académico Kinesiología UST Valdivia
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Los conceptos de Envejecimiento Activo y Telesalud, orientados al fortalecimiento de la funcionalidad de Adultos Mayores son áreas que hoy en día se hacen imprescindibles en función de las demandas actuales que vivimos principalmente producto de la pandemia y el confinamiento. Se proyecta una línea de trabajo interdisciplinar, una futura inserción laboral e investigativa relevante a considerar y desarrollar con este grupo etario.

La adultez mayor es la fase final de la vida, se busca fortalecer de manera eficiente y eficaz la funcionalidad del adulto mayor mejorando su calidad de vida. La metodología de intervención basada en Telesalud es una forma cada día más común de intervención en este grupo.

En la Revista Cubana de Enfermería (sep-dic 2005) señalan que "más y más personas sobrepasan las barreras cronológicas que el hombre ha situado como etapa de vejez y que convierte el envejecimiento poblacional en quizás, uno de los retos más importantes para las sociedades modernas". Así mismo, se detalla desde la ONU que desde el 2003 una cuarta parte de la población del planeta tiene más de 60 años, y 1 de cada 3 adultos será una persona de edad. Esto, requiere entonces, que la sociedad adquiera un nuevo compromiso profesional, moral y disciplinar.

Por su parte, las TIC'S (Tecnologías de la Información y la Comunicación), están innovando en la forma en que las personas se comunican y también son una herramienta para ver o mejorar las respuestas a demandas como acceso, recursos, pandemia, entre otros. Es de esta forma, en que se aprecia que estas tecnologías tienen un gran potencial para la adaptación de problemas de salud. La Telesalud entonces, incorpora estas nuevas tecnologías, e incluye servicios médicos, administrativos, técnicos, con el propósito de intercambiar información en el ámbito de la salud y poder intervenir de mejor manera posible, abarcando zonas y a personas que hoy por hoy la presencialidad no lo permite.