En la década de 1970 fue exhibida una exitosa telenovela argentina, con la entonces niña-actriz Andrea del Boca. Ella era Pinina y la serie se llamaba "Papito Corazón". Fue tanto el impacto que, con la magia de la cultura popular, el apelativo quedó en nuestro país para aquellos hombres que no cumplen sus obligaciones de progenitores. Pura ironía, porque el papá de la chiquilla sí era buena gente.

Ese recuerdo viene ahora a propósito de la "Ley Papito Corazón" que se tramita en el Congreso para obligar el retiro del 10% de las AFP a quienes tengan pensiones alimenticias pendientes, pues muchos no han hecho uso del beneficio, precisamente, para no cancelar esa deuda. Además, también se busca acelerar pagos para hijos e hijas que lo esperan.

Lamentablemente esta situación no es extraña en Chile. Cifras del ministerio de Desarrollo Social indican que el 84% de los demandados por alimentos no paga lo que corresponde. Otros, convierten esta obligación en extorsiones: restan dinero si pasan vacaciones con los niños; demoran pagos; declaran escasos ingresos y hasta eliminan la cancelación si la madre de los pequeños tiene una nueva pareja. O sea, violencia económica que deja a los menores de edad en situación de desmedro. Se calcula que hay 70 mil afectados y que la deuda total asciende a 180 mil millones de pesos.

La propuesta legal en trámite se suma a varias iniciadas en años pasados. La más reciente (mayo de 2020) establece registro en Dicom para los deudores; antes se dictaron medidas como suspensión de licencia de conducir, retención de la devolución de impuestos, descuento judicial en remuneraciones y hasta el cumplimiento de 15 días de reclusión nocturna. Pero poco se avanza y sólo un 0,16% de los infractores llega a privación de libertad.

En Los Ríos los tribunales de Familia tramitan más de 150 denuncias mensuales por pensiones impagas y este año, hasta agosto, la PDI había arrestado a 270 personas por incumplir esta norma, presentando saldos incluso millonarios.

Es de esperar que la situación sea mejorada con las iniciativas parlamentarias y se ayude a resolver problemas que no son ficción y, menos, auguran final feliz; aunque "Papito Corazón"-la teleserie- sí lo tuvo.

El año 2020 dejará una impronta imborrable en la sociedad chilena. La pandemia ha llevado a postergar prioridades y centrar sus quehaceres en la salud de sus habitantes. Aun así y si se puede obtener algo positivo de la crisis, debemos decir que las instituciones de Educación Superior como es el caso de INACAP, han enfrentado con éxito el enorme desafío a través de un mayor esfuerzo tecnológico para dar cumplimiento al estricto distanciamiento social que nos impone la pandemia y la necesidad que nuestros alumnos reciban la formación profesional necesaria. En dicha línea, ha sido inevitable el reforzamiento de las actividades vía remota, las cuales han sido realizadas en asociatividad con INFOR, la cual ha permitido unir esfuerzos en un área específica de interés mutuo, además de entregar a la comunidad una guía para obtener una mejor calidad de vida y confort familiar con un adecuado cuidado del medio ambiente.

Desde el 2001 se incorporó en Chile una reglamentación térmica en la construcción de viviendas, y comenzamos a darnos cuenta que muchas casas no estaban acondicionadas para los climas en donde se emplazan. Incluso hoy, aún existen muchos hogares que no cuentan con materiales adecuados para ofrecer un bienestar térmico. Sin embargo, la comprensión de este problema ha impulsado diversas iniciativas como la implementación de los PDA (planes de descontaminación atmosférica) que buscan revertir esta realidad. En este sentido, el Área de Construcción de INACAP Valdivia está trabajando con INFOR, estudiando el desempeño en eficiencia energética de un conjunto de viviendas urbanas, con el fin de planificar un acondicionamiento térmico eficiente.

En la asignatura de Sustentabilidad y Energías no Convencionales, a cargo del Arquitecto Giovanni Pini, están desarrollando cálculos teóricos para estimar la demanda actual en energía de calefacción de estas viviendas, para, en una segunda etapa, proporcionar soluciones que optimicen los recursos a invertir para mejorar su funcionamiento.

El objetivo a largo plazo es poder replicar estas soluciones en otras viviendas, e incentivar a todas las personas que cuentan con una casa o deseen adquirir una, a aprender acerca del consumo energético domiciliario y la implementación de aislantes térmicos adecuados para cada zona, optimizando la eficiencia de nuestros recursos de calefacción.

Margot Oyarzún

Directora Carreras Área Construcción INACAP Valdivia