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trabajando desde los territorios y que nunca habían tenido un financiamiento desde nuestro ministerio. Por ejemplo, tenemos el caso del artista creador Marco Catrilef, que trabaja en la localidad de Curriñe junto a los niños. Es un músico con un valor en sus letras profundo desde la importancia y el cuidado de la naturaleza y a través de Fortalecimiento podremos mostrar su trabajo. La virtualidad nos permite difundir de manera masiva contenidos y a artistas de comunas que, previo a la pandemia, no habían tenido una oportunidad.
¿Cómo ha sido la relación con la comunidad creativa regional en lo que va corrido del año, considerando que a nivel nacional la ministra Consuelo Valdés ha sido blanco de críticas?
-Hemos estado en permanente comunicación y, cuando digo esto, hablo desde abordar lo programático hasta transparentar el cómo operamos desde lo administrativo. Claramente, a veces el Estado no funciona tan rápido como la gente espera, pero plantearnos con esta transparencia nos ha servido para tomar decisiones considerando todas las aristas y eso claramente ha fortalecido el entendimiento. Hoy día, por ejemplo, los agentes creativos se han transformado en proveedores importantes del Estado.
Ha sido un crecimiento mutuo y hoy día medimos el impacto de nuestra gestión en razón del trabajo conjunto que hemos realizado, aun desde las diferencias que podamos tener. Y este poder hacer y la voluntad de ofrecer las facilidades o de buscar las fórmulas para resolver, también ha sido liderado desde la propia ministra. A veces hay cosas que se desconocen, que no salen en los medios, pero puedo decir que ella ha tenido un trabajo muy estrecho con las regiones, con lo que cada uno está haciendo. Ha sido vital en estos tiempos para buscar la celeridad, las fórmulas y dar el respaldo a las gestiones regionales, con una comunicación activa, con gestión, reuniones semana a semana, lo que también hemos sentido por parte de ambos subsecretarios.
Yo creo que como ministerio hemos vivido grandes complejidades para poder estar a la altura de estas circunstancias extraordinarias, pero la voluntad siempre ha estado y de manera transversal, tanto así que hoy hemos podido empoderarnos más desde las regiones y tomar decisiones con el respaldo de las autoridades del ministerio.
¿Qué habría que esperar de 2021 en términos de creación, circulación y financiamiento de obras?
-Hemos sacado lecciones importantes este año. Queremos continuar con la misma línea, en el sentido de poner siempre en valor la democratización de las culturas, los territorios, el acceso a los contenidos y trabajar como aliados permanentes con los sectores artístico-culturales de la región. La circulación va a depender de los ejes estratégicos y los énfasis programáticos, de qué es lo queremos para nuestra región en materia cultural, esto con base en el trabajo que venimos realizando como ministerio, pero de la mano de los sectores y, como consecuencia de ese trabajo colaborativo, generar empleabilidad y apuntar hacia la reactivación económica.
¿Prevé que algunos programas podrían no realizarse en el mediano y largo plazo, sobre todo aquellos que requieren presencialidad en salas de clases?
-Las mayores enseñanzas de este año han estado en encontrar la forma de adaptarnos a un escenario de pandemia y el no contar con salas de clases donde se desarrollaban nuestros programas de educación artística, muy similar a lo que nos ocurrió con el edificio Cecrea, sin duda, fue un gran desafío. Pero la virtualidad se ha transformado en una oportunidad. Un programa importante para nosotros es Acciona, que desarrolla proyectos artísticos en establecimientos educacionales y que por primera vez se realiza a través de un convenio de colaboración con la UACh. Ello no solo generó nuevas metodologías de aprendizaje adaptadas a los tiempos de virtualidad, sino que además nos está permitiendo fortalecer la formación pedagógica de los artistas educadores que se capacitan a través de la universidad. Si a eso le sumamos que las comunidades educativas nos han recibido muy bien y que aquellas localidades rurales que no tienen acceso a internet cuentan con un programa especial que garantiza su participación, siento que la complejidad no ha sido mayor que los beneficios. Con las adecuaciones hemos mantenido el 60 por ciento de presencia en la ruralidad. Y hay que entender una cosa, hemos confirmado que el arte y la cultura tienen un valor tremendo en el acompañamiento de los procesos de confinamiento, que han sido muy duros para la salud mental, transformándose en elementos clave para sobrellevar la incertidumbre, sobre todo en niñas, niños y jóvenes. Espero que esto tan importante también llegue a ser reconocido por la ciudadanía en su conjunto.
¿Cuál es la evaluación regional del año que ya casi se termina?
-La evaluación debe ser mirada considerando distintas variables. Por parte de la ejecución presupuestaria sin duda es positiva, pese a las complejidades. Como ministerio, por ejemplo, tenemos una meta que cumplir al 30 de noviembre y en Los Ríos lo hicimos dos meses antes. Eso responde a la operatividad y celeridad con que quisimos trabajar, poniendo a disposición los recursos regionales en pro de los programas y, lo más importante, en pro del sector, en relación directa con los agentes creativos, con una representatividad de parte de ellos, lo que nos permitió tener una mirada integral a nivel regional. Eso nos llevó a tomar decisiones en la línea programática, lo que a su vez generó un impacto en la empleabilidad.