Personas con discapacidad
En el marco del 28 aniversario de la promulgación por parte de la Asamblea General de Naciones Unidas del día internacional de las personas con discapacidad (3 de diciembre) parece fundamental reflexionar en torno a los procesos inclusivos y cómo hemos de cambiar la mirada situada en la discapacidad hacia la detección y abordaje de situaciones de discriminación que aún persisten y se sustentan en el etiquetado de las personas como referente para dejarles fuera del ejercicio de sus derechos.
Acceder a contextos dignos y de calidad en educación, trabajo, recreación, vida afectiva y sexual, entre otros, puede resultar habitual para muchos, pero un privilegio para aquellos que han sido invisibilizados o sólo mencionados en fechas especiales.
Seguiremos hablando de inclusión mientras sea necesario, porque claramente aún no logramos hacer de ella un habitual, una forma de vida desde un enfoque de derechos que reconoce, valora y considera la más amplia diversidad como la norma y no la excepción. Esto implica cambiar el paradigma de los y las especiales, de los y las angelitos, hacia la consideración de la situación de discapacidad o diversidad funcional como un grano de arena más en la playa de la diversidad, esta diversidad compuesta por todo aquello que nos diferencia por el sólo hecho de existir, eso que nos hace únicos, irrepetibles y valiosos en esencia y no producto de un diagnóstico u etiqueta.
Son puntos clave en este cambio hacia contextos inclusivos no sólo las políticas y prácticas inclusivas, sino también la cultura inclusiva, esa que implica que la sociedad entiende una necesidad de actuación correcta, desde el respeto y valoración de todos y todas, que reconoce la importancia del trabajo en equipo, las redes, la información y valoración de todos y todas. Es decir, una sociedad en que la participación y representatividad en la toma de decisiones es amplia y diversa, es carente de prejuicios y estereotipos.
Seguiremos hablando de inclusión, preocupándonos y ocupándonos; porque en la medida que se fomente la discusión, la reflexión, el diálogo y la visibilización de los temas pendientes, podremos generar espacios menos "discapacitantes" y cada día más accesibles y por tanto inclusivos.
Mg.Sandra Pilar Urra Águila
Dir. Psicopedagogía Unab Con.