Niños del mundo están unidos en Valdivia gracias al libro "Alma y la isla"
VÍNCULOS. Obra de Mónica Rodríguez es la base del club de lectura "Leer es mi país" , de ONG Migrantes en los Ríos y Qué Lindo Leer.
Alma le cambió la vida a Otto. No hablan el mismo idioma, ni mucho menos logran entenderse con palabras, pero han forjado una férrea amistad capaz de superar cualquier distancia. El destino los unió luego que ella llegara con el mar y él se sintiera desplazado al tenerla como nueva integrante de su familia.
A la autora española Mónica Rodríguez se le ocurrió esta historia y la puso en "Alma y la isla". Es un libro ilustrado ganador del XIII Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil en 2016, que ahora mantiene unidos a un grupo de pequeños lectores en Valdivia.
Es que la obra fue escogida como base para los primeros meses de encuentro a distancia del club de lectura de la ONG Migrantes en los Ríos y la plataforma Qué Lindo Leer. Es un proyecto ganador del Fondo del Libro, que debido a la pandemia debió ponerse en marcha vía online.
En la experiencia participan 13 niños de El Congo, Venezuela, Perú, Argentina, Colombia y Haití. Fueron convocados por la ONG para integrar un grupo guiado por las mediadoras de lectura Karen Coronado y Marian Lutzky. Hasta la fecha se han realizado sesiones digitales cada 15 días y hay comunicación permanente para sacar adelante dinámicas relacionadas con "Alma y la isla". Incluso Mónica Rodríguez se enteró del proyecto en España y comprometió su participación en la última sesión 2020.
Entusiasmo
Qué Lindo Leer y Migrantes en los Ríos suman diversas colaboraciones relacionadas a la escritura creativa y el fomento lector. Los niños y sus familias han participado en instancias como por ejemplo el Picnic de Palabras y la revista de Qué Lindo Leer.
"Se ha logrado dar continuidad a este trabajo que es permanente y que a través de distintas metodologías permite que los niños sigan relacionándose con los libros. El club es precisamente un lugar de encuentro para leer y hablar de distintos contenidos. Más que asignar tareas, lo que buscamos es que la lectura se vuelva algo natural y eso lo vamos viendo cuando son los mismos niños lo que proponen analizar los contenidos, participan de manera muy entusiasta en las actividades e incluso definen al club como un grupo de amigos", explica Coronado.
Gracias al proyecto, a cada integrante del club se le han obsequiado libros con la idea de que puedan crear sus propias bibliotecas.