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PANDEMIA
A la fecha ¿cómo evalúa el tratamiento de la pandemia en el país? -En primer lugar, se debe aclarar que es una situación nueva, compleja y global. Ningún gobierno ha estado preparado adecuadamente para enfrentarla. Pero en nuestro país el manejo ha sido errático, ha habido aciertos; pero también traspiés. Ha faltado un manejo de salud pública, se han obviado determinantes sociales importantes y ha faltado una mirada global. No se ha escuchado a los técnicos todo lo debido. Se han desatendido aspectos sociales y culturales propios de nuestro Chile, que no es tan homogéneo. La comunicación no ha sido tan transparente y coherente, lo que hace que los mensajes pierdan credibilidad y la percepción de riesgo no sea la adecuada.
¿Qué hay que mejorar y qué hemos hecho bien?
-Quiero destacar la responsabilidad de la población regional durante los primeros meses de pandemia. Sin estar en cuarentena, esos meses la movilidad era baja y las reuniones familiares también. La población era más conciente del riesgo y el cuidado era mayor. Teníamos un cordón sanitario que hacía menos atractivo viajar a la región; y la Región Metropolitana estaba en cuarentena, por lo que teníamos pocos visitantes. Eso nos favoreció y tuvimos pocos contagios. Pero tuvo un costo económico y de salud mental. Se sumó el manejo contradictorio que mencioné anteriormente y resultado es el aumento de contagios y que estamos viviendo recién nuestra "primera ola". Debemos mejorar el testeo, la trazabilidad y el aislamiento. Las cuarentenas, si no son estrictas, no funcionan. Es más fácil y menos costoso en lo social y económico, dejar en cuarentena un grupo de personas contagiadas y sus contactos estrechos, que a toda una ciudad o comuna. Soy partidaria de tratar a los ciudadanos como adultos, deben recibir la información sin tergiversaciones, adornos o maquillajes. Aunque sea poco auspiciosa. Para tomar decisiones hay que tener la capacidad mental, la información y estar libre de presiones. La precariedad económica y la desinformación pueden llevar a tomar decisiones equivocadas.
¿Qué llamado hace a la comunidad, entendiendo que los casos siguen en aumento?
-Pienso que la comunidad de la región ha demostrado ser responsable. Y la política de premios y castigos (fase 1, permisos, abrir centros comerciales) no ha sido efectiva. Por eso apelo a la responsabilidad y al cuidado mutuo. Si tengo que salir, más que pensar en sacar el permiso en la comisaría virtual (o cómo evadirlo) pensar: ¿es necesario salir?, ¿puedo hacerlo de otro modo?, ¿en qué momentos me expongo al contagio?, ¿cómo lo evito?, ¿a quién perjudico si me expongo o contagio? Los invito a sacar el foco de lo individual y llevarlo a lo comunitario. Muchos piensan: "Si me contagio, es un resfrío no más" y no piensan que pueden contagiar al tata, a la tía que está en quimioterapia o a la vecina que tiene asma.
¿Cuál es la situación regional frente a la pandemia en los centros de salud, con los equipos de salud?
-Los establecimientos de salud están al límite y se está recurriendo a la "reconversión de camas". Eso significa que personal de salud que no tiene toda la preparación especializada se está haciendo cargo de los pacientes en esas camas. No es lo ideal, pero es la forma de evitar el colapso. La atención primaria está sobrecargada con el esfuerzo simultáneo de hacer la trazabilidad y el intento de no abandonar a los enfermos con otras condiciones que o son covid. Los equipos están agotados, física y emocionalmente. Hay sobrecarga por ausencia de funcionarios, ya sea por licencias psiquiátricas, o por estar en aislamiento por covid. Se habla mucho de ponerse en el lugar del otro.
Yo le pido a la comunidad, que está cansada de todo esto, que se ponga en el lugar de los que trabajamos en salud y que a ese agotamiento sumemos la sobredemanda de todo el año 2020, el miedo de contagiar a nuestros seres queridos y el dolor de ver morir tanta gente.
¿Cómo se podría compatibilizar el tema económico con el tratamiento de la pandemia?
-Es difícil encontrar los equilibrios y por lo mismo, debemos mejorar las estrategias. Un enfoque exclusivamente desde salud sin considerar factores sociales y económicos, es errado. Se les pide a las personas que se queden en casa, pero muchas familias tienen trabajos informales y sus ingresos dependen de que salgan a trabajar. En nuestra región, muchos tienen ingresos derivados de los estudiantes y el turismo. Y este año disminuyeron en forma considerable. Es necesaria una política de apoyo socioeconómica sólida, estable y continua para estas familias. Una caja de alimentos de vez en cuando, sin cronograma, no ayuda. Sin esto el "quédate en casa" o haz cuarentena porque eres contacto estrecho, es letra muerta.