"Esta es una convicción política, no habrá desarrollo si no se incluye a las regiones"
PRIMARIAS. Considera que apoyar a quienes emprenden es fundamental para el desarrollo equitativo de los territorios y plantea planes para ello.
El próximo domingo 4 de julio se realizarán primarias presidenciales en Chile. Con estas elecciones, los pactos políticos podrán definir el nombre de la carta que los representará en las urnas en noviembre, cuando los chilenos elijan al Presidente de la República.
Chile Vamos realizará primarias y hasta el momento competirían cinco candidatos. Por la UDI los actuales alcaldes Joaquín Lavín y Evelyn Matthei; por RN el ex ministro de Defensa Mario Desbordes; por Evópoli el ex ministro de Hacienda Ignacio Briones y, como el único independiente, el ex ministro de Desarrollo Social y ex presidente de BancoEstado, Sebastián Sichel.
Estas primeras semanas de campaña han sido intensas para Sichel. "Quiero que sea una campaña sobre el futuro y los contenidos", dijo, por lo que día a día se ha estado dedicando a dar a conocer sus propuestas. Por ejemplo, ha hecho anuncios sobre la creación de una garantía universal para que todos los niños tengan derecho a pensión alimenticia o la reducción de ministerio.
¿Cuáles son sus visiones sobre descentralización? Sichel destacó que antes de ser vicepresidente de Corfo y de todos los cargos que siguieron durante el actual gobierno de Sebastián Piñera, participó en la redacción de la ley sobre zonas rezagadas y trabajó en Sernatur. "Por lo mismo, entiendo que la descentralización es un fenómeno que contribuye a la equidad de un país", dijo.
-¿Cuáles son los planes económicos que propondrá para el desarrollo de las regiones, pensando en que un eventual mandato suyo sería -esperemos- en un escenario post pandemia?
-Chile es el segundo país de la OCDE con más desigualdad territorial, después de México, en que los recursos más importantes quedan en la región Metropolitana. Por lo tanto, tenemos un desafío importante. Tenemos que ser activos en la descentralización territorial. Y esta es una convicción política, no habrá desarrollo si no se incluye a las regiones. ¿Cómo hacerlo? Hemos avanzado mucho en descentralización política, elección de gobernadores, en que cada día más competencias se vayan trasfiriendo a las regiones, pero quizás lo más importante es la descentralización económica. Es decir, un Estado que no es neutro respecto a dónde le importa que haya desarrollo. Me importa mucho más que a un emprendimiento de Futrono o Castro le vaya bien que a uno de Las Condes, para eso el Estado tiene que poner más instrumentos de subsidio e incentivos económicos. Además, tener una política tributaria que avance de esta idea de franquicias y exenciones tributarias sectoriales a una que las tenga territoriales; que no de lo mismo si pones una empresa en Melipilla o Santiago a que si la pones en Río Bueno. Lo último, venimos saliendo de una pandemia y la economía se va a mover en Chile en base al emprendimiento, debe haber una política mucho más activa de parte de las instituciones públicas transfiriendo recursos a través de subsidios para hacer capital inicial y usando el BancoEstado para que los entregue a quienes quieran emprender en el territorio.
-¿Qué proyectos tiene específicamente para la región de Los Ríos?
-Esta es una región que tiene un círculo virtuoso que pocas regiones tienen. Es atractiva para el desarrollo del turismo, tiene un tremendo potencial en el sector agrícola y en pesca. Como Presidente propongo aprovechar estos tres sectores, más el emprendimiento local, para potenciar la la región. Esto significa ir avanzando en un modelo de exenciones que permita que Los Ríos se dispare y usar a la Corfo y a BancoEstado como instrumento de financiamiento. Cuando era vicepresidente de Corfo tuve la maravilla de ver que al lado del río Calle Calle hay emprendedores que producen baterías de litio o que Futrono tiene hotelería de primer nivel, espero que el Estado meta más recursos para apoyar esos emprendimientos y elimine las barreras para emprender con menos burocracia estatal.
-En la región muchos proyectos se encuentran atrasados y a veces cuando se comienzan a desarrollar ya no son funcionales ¿Cómo se podría agilizar su ejecución?
-Eso pasa en todo Chile y la tragedia es que a veces el Estado es parte del problema y no de la solución. Me tocó ver que muchas veces la decisión de si va a haber un cajero más en la región se termina tomando en Santiago por parte de un funcionario que no tiene idea de las necesidades del territorio y se demora meses. Al final pasa que cuando se toma la decisión, ya quedamos cortos. ¿Qué hay que hacer? Entregar cada día más atribuciones para que las decisiones de inversión pública se tomen a nivel regional en toda escala. La última vez que fui a Valdivia recuerdo una conversación con un emprendedor que me decía que hace 12 meses tenía arrendado un negocio para poner un restaurante y todavía no lograba que fueran a autorizar la operación del negocio, sin embargo había pagado los arriendos. Vamos a tener que establecer una política de permisos provisorios y que cuando el Estado se demore sea él quien pague las culpas. Eso se hace confiando mucho más en el talento regional para la toma de decisiones y entendiendo más la realidad local. Es imposible gobernar desde Santiago.
-El futuro presidente gobernará en un escenario donde cada región tendrá un gobernador regional y un delegado ¿Qué características debería tener este delegado?
-Mi compromiso es que el delegado va a ser alguien de la región, que la conozca y que esté dispuesto a colaborar con el gobernador regional. La tragedia de la política es la competencia permanente, la discusión e incapacidad de ponernos de acuerdo sobre donde vamos. Por lo tanto, como uno va a asumir con un gobernador electo, espero que efectivamente quien elijamos como delegado presidencial se coordine directamente con él. Quién sea, espero ponerme de acuerdo con él para que alguien del territorio y que se pueda entender con esa persona sea el delegado.
-¿Cómo trabajará con los pueblos originarios?
-Tenemos una gran deuda como Estado, no puede ser que los indicadores de pobreza de los pueblos originarios sean mayores que los de los demás chilenos. Eso tiene que ver con un déficit del Estado en la atención y en la prioridad del trabajo con los pueblos originarios. El Estado tiene un desafío social, de focalizar y atender de manera prioritaria a pueblos originarios, personas en situación de pobreza o a mujeres que les ha costado entrar al mercado laboral. Se debe hacer política social más activa y política de emprendimiento. Yo me enamoré de la capacidad de emprender y desarrollar nuevos negocios de las culturas originarias. Otra cosa que es vital es entender que el conflicto y la violencia nada tiene que ver con los pueblos originarios. La violencia la hacen delincuentes, no importa su origen y por lo tanto tenemos que hacer operar el Estado de Derecho para diferenciar los desafíos de los pueblos originarios con los violentistas que muchas veces usan las causas de los pueblos originarios para abusar.
-¿Qué medidas tomaría para enfrentar la violencia rural?
-No se debe dialogar con la violencia. Aquellos que toman la causa de la violencia como forma de acción política deben estar excluidos de la posibilidad de diálogo, porque si no validas y legitimas los actos de violencia. Esa convicción la tuve como ministro y la tengo hoy, la violencia debe ser perseguida por los instrumentos del Estado. Estos planes requieren reestructurar la forma en que hacemos prevención de la violencia.
"Me importa mucho más que a un emprendimiento de Futrono o Castro le vaya bien que a uno de Las Condes, para eso el Estado tiene que poner más instrumentos de subsidio e incentivos económicos".