"Soy optimista con la descentralización, creo que iniciamos un camino virtuoso"
PRIMARIAS. Fortalecer el turismo, la conectividad digital y poner a la gente en el centro serán, aseguró, algunas de sus prioridades en un eventual gobierno.
Durante la última semana de enero, Ignacio Briones dejó el ministerio de Hacienda para comenzar una campaña presidencial para las primarias de Chile Vamos de julio de este año. Es el candidato de Evópoli, quien competiría con los UDI Joaquín Lavín y Evelyn Matthei y con el independiente Sebastián Sichel.
Después de salir del ministerio se tomó unos días de vacaciones para compartir con su familia, pero ya está de vuelta en el trabajo para desarrollar sus actividades políticas. Por ahora se encuentra apoyando a los candidatos a alcalde, concejal, gobernadores regionales y constituyentes de su partido, principalmente a través del trabajo en terreno. Y en paralelo, está definiendo la estructura de sus equipos y los ejes estratégicos de su campaña. "Con mucho entusiasmo, convicción y grandes equipos que se han ido sumando, por ahora estamos en un proceso de construcción de los cimientos, el despliegue territorial y las propuestas", expresó.
-¿Cuáles considera que serán los principales desafíos de las regiones después de la pandemia?
- Hay desafíos transversales, compartidos por todo el país. Hay que tener claro que la pandemia va a dejar fisuras de las que habrá que hacerse cargo con decisión y claridad. Primero en educación, donde la pregunta es qué haremos con el año perdido, especialmente para un segmento muy grande de la población -particularmente los más vulnerables- que no tienen las capacidades telemáticas ni pudieron asistir a clases regularmente. Esto va a requerir de una política pública que se extienda en los próximos años, porque si no nos hacemos cargo estaremos condenando los proyectos de vida y las brechas de desigualdad que son muy marcadas. Eso requiere de un plan a dos o tres años plazo. Segundo, en salud. Todo lo que son las listas de espera que tendremos que atender y llenar con mucha decisión y agilidad en los próximos años y el tercero es el mercado laboral, tenemos un problema estructural de desempleo y además el hecho de que la pandemia aceleró un cambio tecnológico que venía ocurriendo. Eso implica generar competencias, reconversión y tener un mercado laboral que converse con el nuevo paradigma del siglo XXI. Creo que esto le toca a todas las regiones.
-Y en materia de descentralización ¿Qué acciones propone para fortalecerla?
-Estamos en un punto de inflexión en muchas dimensiones. Estamos viendo muchos cambios al mismo tiempo, que pueden dibujar de buena o mala manera los próximos 30 años. Está el tema constitucional, que es fundamental, el descontento social con la necesidad de reformas ambiciosas y está la descentralización. Este año por vez primera elegimos gobernadores regionales, para muchos todavía es insuficiente y probablemente lo sea, pero es un punto de partida. Yo lo miro con optimismo porque nos va a permitir avanzar en la ruta de la descentralización y nos vamos a dar cuenta en el camino de que el diseño que tenemos tiene virtudes y defectos y cuáles son las áreas relevantes que hay que potenciar para que los gobernadores tengan más atribuciones, generen institucionalidad y avancemos en una mayor descentralización económica y política. Es fundamental llevar la solución de los problemas a los que están más cerca de ellos y en eso las regiones, las localidades tienen una ventaja que hay que impulsar. Es bien sabido el tema de empresas que tienen sede en Santiago, pero tienen sus faenas productivas en regiones y sus patentes las pagan en Santiago. Hay que girar a un esquema donde las patentes se paguen donde las empresas operan y no donde tienen registrado su rut. Esa es un área muy importante. Yo soy optimista con la descentralización, creo que iniciamos un camino virtuoso si sabemos hacerlo bien.
-Además del gobernador regional, también existirá la figura del delegado presidencial ¿Cómo lo elegiría en un eventual gobierno?
-No es algo que haya pensado en detalle, pero me parece que la figura del gobernador electo debe tener un rol protagónico, porque es un cargo de elección popular. Tiene que ir adquiriendo paso a paso las competencias. Yo creo que la clave para que la descentralización sea virtuosa es que se genere una institucionalidad robusta. El delegado debe ser una persona que conozca las regiones, que sea parte de la región y que tenga complementariedad con el gobernador. No se pueden pensar como actores dicotómicos, deben ser parte de un mismo barco porque lo que importa acá es el desarrollo regional. Además, su elección no puede ser un cuoteo político, que es algo de lo que los chilenos estamos cansados.
-¿Qué visión tiene de Los Ríos y cómo potenciaría la región?
-Uno de los ejes medulares de nuestro programa de gobierno será el turismo y la región región de Los Ríos es una de las regiones que tiene ventajas comparativas al respecto. Creo que el país tiene que tener una política de Estado con respecto al turismo a mediano y largo plazo. Para esto necesitamos hartos elementos de coordinación y de palanca de política pública, en primer lugar el apoyo de infraestructura para el desarrollo del turismo. Esto no solo tiene que ver con caminos, también tiene que ver con la conectividad digital que es clave para el turismo del siglo XXI, llevando conectividad a las zonas más remotas. También la asociación público-privada, en materia de concesiones de bienes nacionales, de bienes públicos, que pueden generar palancas de desarrollo; además del fomento de la asociación local a través del emprendimiento y las cooperativas, que permiten generar negocios, cohesión y compromiso de manera sustentable.
-En la región tenemos muchos proyectos atrasados, como la construcción de puentes o los accesos a Valdivia ¿Qué se puede hacer desde el ejecutivo para poner al día al territorio?
-Hay una desigualdad de infraestructura en el territorio que hay que normalizar y hacer converger, porque al final todos esos bienes son necesarios para el desarrollo local y ahí el rol del Estado es innegable. Esto también se cruza con el rol de los gobiernos regionales, que tienen mucho que decir. Se deben privilegiar aquellas obras que son fundamentales para la actividad productiva y económica. Actualmente la región de Los Ríos representa el 1,4 por ciento del PIB de Chile y ese número debería aumentar significativamente. Quiero insistir en que si somos capaces de generar acceso universal a la conectividad digital y generar las competencias para desenvolverse en ese medio, las regiones tienen un potencial de desarrollo enorme.
-¿Qué rol tendrá el Estado en temas como la violencia rural?
-Un eje fundamental de nuestro programa de gobierno tiene que ver con la modernización del Estado y su principal falencia tiene que ver con que es un Estado que en muchos aspectos abusa del ciudadano. El ciudadano se siente pasado a llevar, no escuchado. Es un deber moral que el ciudadano esté en el centro, asegurar el mejor gasto público y la transparencia. En materia de seguridad uno de los roles fundamentales del Estado es asegurar el orden público y la paz social, hoy vemos que una de las principales preocupaciones de la ciudadanía. El Estado tiene que cumplir el Estado de Derecho, tener mayores niveles de inteligencia y adaptar sus procedimientos a los nuevos tiempos, particularmente con la penetración del narcotráfico.
"Un eje fundamental de nuestro programa de gobierno tiene que ver con la modernización del Estado El ciudadano se siente pasado a llevar, no escuchado. Es un deber moral que el ciudadano esté en el centro".