Proponen que el presupuesto participativo municipal esté garantizado en la Constitución
ESTUDIO. Cer-Uach dio a conocer una investigación sobre la realidad del uso de este mecanismo en el país. Indican que principales barreras son la voluntad política y los bajos recursos que manejan los municipios.
En 2001 la comuna de Cerro Navia, en la región Metropolitana, fue la primera del país en implementar el presupuesto participativo. Es decir, en aplicar un mecanismo que permitiera que la población conociera el presupuesto municipal y decidiera sobre una parte específica de esos recursos.
Desde ese año hasta la fecha 53 comunas han utilizado este instrumento, lo que representa solo a un 15 por ciento de los municipios de Chile. Además, no todos los territorios que lo han usado lo han mantenido en el tiempo. Actualmente 15 municipios tienen sus presupuestos participativos vigentes, cinco los tienen vigentes con discontinuidad y 33 no los tienen vigentes. En el caso de Los Ríos, solo Lanco ha usado este mecanismo cuando Luis Cuvertino era alcalde.
El Centro de Estudios Regionales y del Desarrollo Territorial de la Universidad Austral de Chile, Cer-Uach, presentó un estudio sobre la realidad del presupuesto participativo en Chile. En él, se analizó el estado actual de este instrumento, los aspectos que han permitido que perdure en algunos casos y cuáles han sido las principales barreras para implementarlo. Para elaborar el informe fueron entrevistados y encuestados representantes de diversas municipalidades, lo que se llevó a cabo entre junio y noviembre de 2020.
Para el director del Cer-Uach, Egon Montecinos, es muy importante conversar sobre el uso de este instrumento en este momento, ad portas de importantes elecciones como la de convencionales constituyentes. "Hoy los ciudadanos quieren que sus opiniones se tomen en cuenta y el presupuesto participativo es una forma de hacerlo. Y la virtud de este mecanismo es que vincula la participación con los recursos. En la Constitución los procesos participativos deberían estar garantizados", expresó.
Origen
El mecanismo nació en 1989, en la ciudad de Puerto Alegre, en Brasil. Montecinos relató que "los ciudadanos eran convocados para discutir el presupuesto municipal, lo que significaba una gran oportunidad para las poblaciones excluidas. Ellos discutían sobre partidas presupuestarias". Rápidamente esta práctica se difundió por todo el mundo y hoy unos 7 mil municipios lo implementan en los cinco continentes y en municipios de distintos tamaños.
"A Chile llegó como un mecanismo muy atractivo para los alcaldes porque les permitía hacer votar a los ciudadanos para priorizar proyectos. Sin embargo, con una gran diferencia con respecto a la experiencia brasileña, acá los recursos eran más escasos. Los recursos propios de las municipalidades que pueden financiar proyectos representan entre el 1 y el 5 por ciento de la inversión pública efectiva que se hace en toda la comuna", explicó.
En 2001 se usó en Cerro Navia y luego en Buin. Los municipios que lo han mantenido por más tiempo han sido Quillota, La Serena, San Antonio y San Pedro de la Paz, donde incluso este mecanismo ha influido en otros instrumentos de planificación como el Pladeco o los planes de seguridad. "En esos casos el instrumento se metió en el corazón de la gestión municipal", dijo. Los dineros son usados, por ejemplo, para desarrollar iniciativas como la implementación de una sede social o la pavimentación de una vereda.
Con respecto a el uso del presupuesto participativo en Los Ríos, Montecinos indicó que lo que ha pasado a nivel local es llamativo.
"Esta región tiene fama de ser muy participativa, pero aparte del municipio de Lanco y del FRIL participativo que se inspiró en el modelo participativo y que se inició en 2014, no se observan experiencias sostenidas en el tiempo. Lanco lo hizo, ha habido algunas experiencias aisladas en Valdivia, Paillaco y Futrono. En definitiva, no se ha logrado mantener en el tiempo este mecanismo que le debiera permitir a los ciudadanos