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ENTREVISTA. graciela cuevas, presidenta de la Junta de Vecinos Villa Pilmaiquén de Valdivia:

"Llego a muchas personas, siempre con cariño, educación y respeto..."

INQUIETUDES. Dirigenta social plantea la necesidad de mayor apoyo para su barrio y los adultos mayores.
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Juan Carlos Hernández G.

Mujer humilde y de esfuerzo, Graciela Uberlinda Cuevas Cuevas recuerda que a los 15 años de edad viajaba en tren desde Arique hasta Valdivia, durante tres días a la semana. Primero, eran dos kilómetros de recorrido a pie, desde su casa hasta la estación de trenes. Pero, en una familia donde las carencias eran pan de cada día, había que ganarse la vida y la joven realizaba trabajos de lavado, planchado y aseo de casas en Valdivia.

Años más tarde, ya casada, en 1974 se radicó definitivamente en Valdivia. En 1996 comenzó a trabajar por sus vecinos y desde hace tres años también lidera al grupo de adultos mayores de su barrio. A los 66 años de edad se mantiene en permanente actividad y preocupada de sus vecinos, aunque a veces -reconoce- no tiene el apoyo suficiente que le gustaría, para mejorar la calidad de vida de la comunidad que conforma la Villa Pilmaiquén.

En la junta de vecinos la acompañan en funciones directivas Jeanette Reyes como secretaria y Margarita Chacón como tesorera. El territorio de la villa está delimitado por las calles Lastarria, Manuel Rodríguez y Avenida Holzapfel, sector Corvi, donde viven poco más de 300 familias.

Su experiencia

¿Cómo fueron sus inicios como dirigenta social?

-Fue en 1996 y había elecciones en la junta de vecinos. Me inscribí y quedé como primera directora, pero pronto pasé a ser la secretaria y los vecinos comenzaron a conocerme. Después fui tesorera durante varios períodos y en el 2000 llegué a la presidencia. De ahí, estuve ausente durante un par de años por un problema médico y volví en el 2018.

No quería, pero los vecinos me lo pidieron y aquí estoy. Tengo buenos vecinos, conmigo ellos son un 7.

¿Cómo califica su experiencia de líder vecinal y de mayores?

-Muy enriquecedora. Nos apoyamos mutuamente con los vecinos. Pero, de repente tengo pena porque somos una población envejecida y siento que las autoridades nos tienen muy botados.

En ese sentido, ¿qué necesidades tienen y por las cuales no han tenido respuesta?

-Puntualmente el estado de las calles, de nuestros pasajes, es un asco, están horribles. Tenemos una plazuela que está prácticamente abandonada. Y también tengo que tirarles las orejas a algunos vecinos que botan basura después del paso del camión o no cuidan las pocas cosas que tenemos. Nos sentimos abandonados. He luchado por mejorar nuestro sector. Nuestra población es pequeña, son pocos los que asisten a reuniones y también sentimos que cuando necesitamos por ejemplo, la presencia de Carabineros, llegan a las dos horas después. También me gustaría que las autoridades tomen más en cuenta al adulto mayor y no se acuerden solo cuando hay elecciones y después, si te he visto no me acuerdo.

¿Cómo han vivido este año de pandemia?

-Teníamos muchos proyectos para concretar y todo se vino abajo. Por ejemplo, arreglar y agrandar nuestra sede, trabajos con el adulto mayor.

Había ganas de hacer más cosas y ese entusiasmo ha decaído, porque tampoco podemos reunirnos ni siquiera por internet, ya que toda la gente no tiene la posibilidad de un buen teléfono, no tiene internet o simplemente no sabe usar la tecnología. O son adultos mayores que viven solos. Esa es la realidad que tenemos.

Si pudiera retornar al pasado, ¿volvería a ser dirigenta social?

-Sí, porque me siento satisfecha y realizada con mi labor a través de tantos años. Sé que llego a muchas personas, siempre con cariño, educación y respeto, independientemente de la edad.

"De repente tengo pena, porque somos una población envejecida y siento que las autoridades nos tienen muy botados".

Graciela Cuevas, Dirigenta social

dirigenta social

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Nacida en Los Chilcos Graciela Uberlinda Cuevas Cuevas nació el 8 de octubre de 1954 en el sector de Los Chilcos, en la comuna de La Unión. A los seis años se trasladó junto a su madre hasta Arique, donde estudió hasta sexto año básico en la escuela rural. Desde niña se vinculó al mundo del trabajo. Más tarde, a los 18 años volvió a vivir a La Unión y el 6 de julio de 1973 se casó con Carlos Alfonso Fajardo Avilés (Q.E.P.D.) y en 1974 se radicaron en Valdivia, en el mismo sector donde ella permanece hasta el día de hoy. Fueron padres de un hijo: Jaime Alfonso. Junto a su labor como dueña de casa, en 1996 se vinculó a la dirigencia social y hoy es presidenta de la Junta de Vecinos N° 19 Villa Pilmaiquén de Valdivia y del grupo de adultos mayores Recuerdos de Juventud, del cual es la fundadora y que también funciona al interior de la unida vecinal.

Estimulación cognitiva en los mayores

Jefa carrera Educación Diferencial UST
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La investigadora de la Universidad de Oviedo, Susana Torío López, en uno de sus artículos escribe sobre cómo la inesperada aparición del Covid-19, visualizó el creciente aumento de la población mayor, relevando una preocupación principal la salud física y prevención de enfermedades; descuidando a veces la salud emocional y estimulación cognitiva como acciones permanentes y de igual importancia.

En este último sentido, la situación mundial nos ha mostrado uno de los síntomas silenciosos, aunque no por ello, menos determinante en la calidad de vida y la salud integral de este grupo etario, la soledad del confinamiento, "lejos de ser algo sencillo (Yanguas et al., 2018), dicho fenómeno comprende desde emociones hasta procesos cognitivos, incluye a la persona y a la comunidad".

Frente a esto, la estimulación cognitiva resulta clave, ya que nos permite optimizar la eficacia del funcionamiento de las distintas capacidades y funciones cognitivas, como la percepción, atención, memoria, lenguaje, orientación, por nombrar algunas.

En lo concreto, se sugiere a los adultos mayores en estos tiempos confinamiento, mantenerse cognitivamente activos, a través de acciones como escuchar música y cantar, aprendiendo canciones nuevas y mejor si aprovechamos de bailar. Armar rompecabezas, completar puzles, resolver sopas de letras, escribir las recetas que conocemos, dibujar y pintar.

Además de ello, se puede crear un diario, donde pueden anotar recuerdos relevantes, y proyectar anhelos.

De esta forma, combatiremos el deterioro cognitivo en los adultos mayores. Pero sin olvidar, que como sociedad, debemos crear y mantener canales de contacto con ellos de manera que si bien se vean aislados, jamás se sientan solos.

Anny Catalán