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ENTREVISTA. fernando meier wolf, rotario valdiviano:

"El sufrimiento humano no tiene clase social, raza ni condición socioeconómica"

TRASCENDENCIA. Querido dirigente valdiviano destaca labor humanitaria que desarrolla su institución a nivel local y también internacional.
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Juan Carlos Hernández G.

Cuando tenía solamente nueve meses de edad y al no ser vacunado durante la campaña de inmunización, Fernando Meier Wolf contrajo poliomelitis. Para salvarlo, su familia tuvo que dejar Ancud y trasladarse a Santiago, donde luego de seis años de tratamiento pudo contar que había derrotado a la enfermedad. Hoy es presidente del Subcomité Polio Plus de Rotary International en el Distrito 4355 y trabaja en la campaña para combatir la poliomelitis en el mundo. El año pasado, el Consejo de Gobernadores Rotarios de Chile, órgano colegiado y asesor de Rotary Chile, le entregó el Premio a la Excelencia Rotaria en su distrito y también fue nombrado socio honorario del Rotary Club Port Melbourne de Australia, por su trabajo en el Proyecto Banco de Catres Clínicos.

Además, fue presidente y es miembro activo del Rotary Club Ainil Valdivia. Un rotario a toda prueba. Su club cuenta con 23 socios y una directiva que conforman Guillermo Salazar, presidente; Silvia López, secretaria; y el tesorero Antenor Málaga.

El movimiento rotario tiene alrededor de 1 millón 200 mil socios en todo el mundo y 550 distritos o zonas geográficas, cada una dirigida por un gobernador. Los clubes dependen de los distritos y en el caso de los cuatro valdivianos (Ainil, Rotary Club Valdivia, Kuriñanku y Calle Calle), esa dependencia es del Distrito 4355, que abarca desde el río Maule hasta Tierra del Fuego, con 88 clubes y 1.530 socios rotarios.

Rotary International nació en 1905 en Chicago, fundado por Paul Harris, joven abogado, junto a otros cuatro jóvenes. Hasta 1989, Rotary eran solo hombres y los estatutos exigían que fueran hombres. Pero en 1989, en EEUU una mujer a la cual no le permitían el ingreso demandó a Rotary por discriminación y la corte falló a su favor. Desde entonces, el Consejo de Legislación aprobó el ingreso de las mujeres. Hoy, el 25% de socios de clubes del mundo son mujeres. En Valdivia, los clubes Ainil y el Rotary Club Valdivia son mixtos, el Kuriñanku es femenino y el Calle Calle es masculino.

Integración

Luego de terminar su enseñanza media en Chiloé, Fernando Meier Wolf estudió la carrera de Contador Público y Contador Auditor en la antigua sede Temuco de la Universidad Técnica del Estado. Egresó en 1982 y comenzó su trayectoria profesional en Loncoleche, marcando el comienzo de una vida laboral orientada a ser ejecutivo de empresas. También trabajó en la antigua Coval, en Levaduras Collico y actualmente en una empresa de servicios forestales. Paralelamente, su esposa Cecilia Sepúlveda -enfermera- desarrolló su carrera en el Hospital John Kennedy, la Mutual de Seguridad, la Universidad San Sebastián y la Universidad Austral. En el año 1990, la familia se radicó en Valdivia.

¿Cómo se integró al Rotary? ¿En qué momento?

-Fue un amor a primera vista, sin duda. A los 27 años y cuando trabajaba en Loncoche, conocí a los rotarios. Me invitaron e ingresé en 1986, pero solo estuve hasta 1990. Luego de irme de Loncoche, me separé del Rotary hasta 2007, cuando ingresé al Rotary Club Ainil. Fui su presidente en el 2010 y reinicié mi amor definitivo por la obra rotaria, de manera más comprometida y ya como persona más adulta.

Fuerte lucha contra la poliomelitis

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Uno de los objetivos del Rotary International es la erradicación de la poliomelitis en el mundo, campaña que en el Distrito 4355 lidera Fernando Meier, en cuanto a la recolección de fondos que aporten desde Chile a la campaña mundial.

Este programa -explica Meier- data de 1988. En 1985 se contagiaban 350 mil niños en el mundo con poliomelitis. El 10% moría (35 mil), el 20% quedaba inválido de por vida (70 mil) y los restantes sobrevivían sin mayores secuelas. "En 1988, Rotary toma la bandera de la vacunación y lidera un grupo de organizaciones, en conjunto con la Fundación Bill y Melinda Gates, quienes duplican el dinero que Rotary reúne para combatir la poliomelitis. Todos los años, entre rotarios y donantes se recauda 50 millones de dólares y la fundación aporta 100 millones", señala el rotario.

Y agrega que "la vacunación es la única forma de erradicar una enfermedad. En 32 años, Rotary y sus asociados han vacunado a 3.600 millones de niños en el mundo. De 350 mil casos anuales de poliomelitis en 1988, el año pasado hubo 140 casos y este año, al 14 de abril han habido 2 casos: uno en Afganistán y otro en Pakistán. Queda menos, pero tenemos que seguir luchando y esperamos que la enfermedad sea erradicada definitivamente en los próximos cinco años. Entonces, ese dinero se liberará para combatir otras enfermedades".

En este mismo sentido, entre el 24 y 30 de abril Rotary celebra la Semana Mundial de la Inmunización, promoviendo las campañas de vacunación, "que han demostrado que son el único camino para erradicar un virus", agrega Fernando Meier.