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Flora Margarita Arcos Arancibia: En el recuerdo de su familia y amigos

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El jueves 22 de abril se cumplió el segundo aniversario de la partida de Flora Margarita Arcos Arancibia, fallecida en el año 2019. Ell nació el 23 de marzo de 1940 en la localidad de San José de la Mariquina y fue la primera hija del matrimonio conformado por Eliseo Vicente Arcos Rivera e Hilda Arancibia Alarcón. La familia la completaron otros cinco hermanos: Fresia, Alfonso, Violeta, Vicente Eliseo y Ana. A principios de la década de los años '60, cuando Flora Margarita Arcos Arancibia trabajaba en el ex servicio de Correos y Telégrafos de Chile, conoció en la misma empresa a un joven que sería su esposo y el amor de su vida: Hugo Roberto Silva Mendoza. Al paso de unos años decidieron contraer matrimonio y se casaron el 22 de febrero de 1964. Fueron padres de dos hijos: Hugo Eduardo y Cecilia Jacqueline; y alcanzaron a cumplir 55 años de casados. En el ex servicio de Correos y Telégrafos, posteriormente Empresa de Correos de Chile, Flora Margarita Arcos Arancibia trabajó durante más de 30 años, desempeñándose en las oficinas de Mehuín, San José de la Mariquina y Valdivia. De forma posterior a su jubilación y respondiendo al afán de ayudar siempre al prójimo de manera desinteresada, durante cerca de una década colaboró como voluntaria en la Corporación Contra la Epilepsia. Y de similar forma, le encantaba el arte, tanto la música como los trabajos manuales. Así, aprendió a trabajar el cobre, flores secas, arreglos florales y trabajos de jardinería. Todo lo que ella cultivaba, se reproducía generosamente. Hoy, su familia y amigos la recuerdan como "una buena y abnegada persona y madre, hermana e hija", que siempre "estuvo preocupada por dar lo mejor a los demás, a pesar de las penas y sufrimientos que tuvo en su vida". Los restos de Flora Margarita Arcos Arancibia descansan en el Cementerio Municipal de Valdivia.

2 años del fallecimiento de Flora Margarita Arcos Arancibia se cumplieron el pasado 22 de abril. Era natural de San José de la Mariquina.

Jesús, Buen Pastor

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Este domingo la Iglesia recuerda, en el cuarto domingo de Pascua, la figura del Buen Pastor. El Pastor es Jesús, como nos lo dice él mismo, en el texto del evangelio de Juan propuesto para la liturgia de este domingo (Jn 10, 11-18): "Yo soy el buen Pastor, el Buen Pastor da su vida por la ovejas".

Toda la referencia pastoril que hace Jesús en contraposición al asalariado que huye cuando el rebaño es atacado por el lobo, tiene que ver con el tipo de relación que existe entre cada uno de los tipos de pastor que se muestra en el texto bíblico.

El asalariado, por estar interesado sólo por el dinero que gana por el cuidado de las ovejas, no está dispuesto arriesgar su propia vida por el rebaño encomendado, no así en cambio el buen Pastor.

La razón de esta diferencia pasa por el conocimiento y el cariño que el Pastor tiene por su rebaño a diferencia del asalariado. Jesús dice: "Yo conozco a mis ovejas, y ellas me conocen a mí", este "conocer" bíblico pasa por una relación profunda e íntima. Es lo que llamaríamos una relación pastoral y no una relación funcional.

El Buen Pastor no es un funcionario, sino un pastor que entrega su vida, no porque haga muchas cosas, sino que porque lo que hace, lo hace con amor y entrega desinteresada.

Este domingo es dedicado en la Iglesia para orar por la vocaciones sacerdotales. Pidamos con fe para que los jóvenes de nuestras comunidades y colegios que se preguntan por la vocación sacerdotal y religiosa y no teman de buscar acompañamiento en sus inquietudes. Los tiempos difíciles que vivimos requieren de vocaciones santas y comprometidas con el Pueblo de Dios, al estilo de Jesús.

"Los tiempos difíciles que vivimos requieren de vocaciones santas y comprometidas con el Pueblo de Dios, al estilo de Jesús".

Roberto Cadagán Celedón: Adiós a un profesor y hombre de bien

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Fue un profesor cercano, amable, bonachón y de una rectitud a toda prueba. Roberto Cadagán Celedón nació el 11 de julio de 1944 en Valdivia y falleció el pasado domingo 18 de abril. Fue el menor de los tres hijos del matrimonio formado por Federico Cadagán y Graciela Celedón, quienes además fueron padres de Federico y Víctor. Sus estudios primarios y de humanidades los realizó en Villarrica y Valdivia, donde ingresó a estudiar a la Escuela Normal Camilo Henríquez, para transformarse en profesor de Educación Básica. Con posterioridad estudió y se tituló en la carrera de Pedagogía en Lenguaje y Comunicación, en la Universidad Austral. Durante su vida laboral, Roberto Cadagán Celedón se desempeñó como profesor de enseñanza básica en la Escuela Rural de Pishuinco y con el paso de los años fue docente de la Escuela Teniente Merino y la Escuela N° 1 Chile; inspector general de la Escuela 1 y director de la Escuela Bueras, de la Escuela N° 1 y de la Escuela Carlos Brándago, cuando esta se transformó en colegio deportivo. Contrajo matrimonio con Marta Delgado Benítez el 2 de julio de 1967 y fueron padres de tres hijos: Graciela Alejandra, Roberto Eduardo y César Marcelo. A su vez, fueron abuelos de dos nietas y cuatro nietos. También tuvo una destacada participación como socio y posterior dirigente del grupo de adultos mayores Amukan. Su familia lo recuerda como un hombre recto, respetuoso y responsable, que supo transmitir esos valores a sus descendientes: "Fue un profesor de toda la vida, desde su primera experiencia docente en la zona rural y que mantuvo a través de todos sus años en la educación valdiviana. Muchas generaciones de ex alumnos lo recuerdan con cariño y respeto y era una persona estimada por mucha gente". El cuerpo de Roberto Cadagán Celedón descansa en el Cementerio Municipal N° 1 de Valdivia.

76 años de edad tenía el profesor Roberto Cadagán Celedón, al momento de su deceso. Era profesor de Educación Básica y de Lenguaje y Comunicación.