Esta semana comenzó con una tensa disputa de poderes. La discusión en torno a la pertinencia o no del tercer retiro de las AFPs no solo demostró la falta de tacto político del poder Ejecutivo y constató que el Tribunal Constitucional se comporta como una instancia más política que jurídica, sino que volvió a poner en la palestra la necesidad de repensar la forma en la cual queremos que se organice el Estado chileno.
Sin dudas, la crisis institucional tiene su origen previo a la pandemia y antes del estallido social, más estos dos importantes hechos nos muestran la necesidad imperiosa que existe de tomarnos el tiempo necesario para repensar cuáles son las atribuciones que queremos entregarle a los poderes estatales y cómo se ejecuta el rol que decidimos otorgarnos como ciudadanos de este país.
El tercer retiro es un buen ejemplo para entender la crisis que estamos viviendo. Ante la necesidad imperiosa de la ciudadanía de poder sobrevivir a la contingencia y la obcecación del Ejecutivo de dar soluciones pertinentes a esta situación, el rol formal que cumplían las AFPs dejó de ser valorado por las personas. En el contexto de la necesidad de pagar arriendos, cuentas y alimentación la idea de tener fondos propios pero indisponibles para suplir necesidades actuales, se tornó en una contradicción en sí misma. Todos y todas entendemos que el retiro de los fondos de las AFPs juega en desmedro de la futura jubilación, pero ante la necesidad actual, la balanza se carga para este lado. Ahora bien, ¿es razonable que la jubilación sea integrada netamente por medio de aportes individuales? Parece que esta metodología no era satisfactoria antes ni lo será después de esta crisis. Es el Estado respondiendo a su deber de garantizar los derechos fundamentales, quien debe asegurar la pensión digna.
Tanto el contenido del derecho a la seguridad social como de todos los otros derechos enunciados u omitidos en la actual Constitución requieren volver a ser pensados y dotados de sustancia. Es por esto, que a pesar de que la contingencia sanitaria concentra nuestra actual preocupación, es extremadamente relevante darse el tiempo de informarse, decidir e ir a votar a las elecciones de constituyentes, concejales, alcaldes y gobernadores que se realizarán los próximos 15 y 16 de mayo.
El devenir de la historia está en nuestras manos, no dejemos pasar esta oportunidad ganada y reclamada por la ciudadanía en su conjunto.
"El devenir de la historia está en nuestras manos, no dejemos pasar esta oportunidad ganada y reclamada por la ciudadanía en su conjunto..."