"A cada minuto, arriesgamos la vida para evitar el gran aluvión"
TRABAJADOR. Valdiviano fue uno de los 450 hombres que aportó Endesa para trabajos que impidieron el desborde del lago Riñihue.
Asegura que es uno de los "Héroes del Riñihue". Mejor dicho, uno de los cerca de 500 hombres que trabajaron en el Riñihuazo, luego del terremoto del 22 de mayo de 1960. Claro que, siendo uno de los pocos sobrevivientes de la magna obra, se siente olvidado. Arrienda una humilde pieza de 3x4 metros en calle Clemente Escobar de Valdivia y sobrevive con una pensión que no supera los 200 mil pesos.
Riñihuazo es el nombre que se dio al aumento de volumen de las aguas del lago Riñihue provocado por el bloqueo del río San Pedro, luego del terremoto de 1960. Un bloqueo provocado por el derrumbe de varios cerros que ocasionaron tres tacos. Era necesario evitar el desborde del lago, canalizando nuevamente su desagüe por el río San Pedro y su continuidad por el Calle Calle y el Valdivia, hacia el Océano Pacífico. El Riñihue se había transformado en un "lago de terremoto".
Luego de dos meses de trabajo, el 24 de junio de 1960 las aguas del lago Riñihue empezaron a fluir río abajo. Los Lagos, Antilhue, Huellelhue y Valdivia se habían salvado. Batallones del Ejército, profesionales y obreros de Endesa, Corfo y el Ministerio de Obras Públicas trabajaron dos meses en el control del vaciado del lago.
El periodista Luis Hernández Parker escribía: "Cuando la pavorosa pesadilla del terremoto haya pasado, se escribirá la epopeya del Riñihue: lo que hizo el hombre, ayudado por la máquina y por la técnica, para impedir la destrucción de una zona de cien mil habitantes, por la acción de las aguas de un lago, que quedaron aprisionadas y que quisieron recuperar su libertad con furia y fuerza homicida y devastadora".
Protagonista
¿Cuál fue su participación en las obras del Riñihuazo?
-En ese tiempo, yo era obrero y trabajaba para Endesa, en la construcción de la central hidroeléctrica de Pullinque, en Panguipulli. Llevábamos 17 días en huelga porque queríamos mejores pagos. Pero ante la emergencia ocurrida en el lago Riñihue después del terremoto, 450 hombres que estábamos en la central fuimos llevados al río San Pedro, donde trabajamos a punta de palas, para abrir curso a las aguas del lago. Las máquinas pesadas, retroexcavadoras, tractores y otras se hundían en el barro, así es que las mandaron a los otros lagos y desvíos de aguas del río. Tuvimos que hacer un canal de dos kilómetros de largo, que fue el nuevo cauce del río San Pedro, una vez que se hizo la voladura del tapón que impedía el curso de las aguas. Los trabajos duraron dos meses, en pleno invierno.
¿Fue una obra peligrosa?
-Sí. A cada minuto arriesgábamos la vida, abajo en medio del barro, para evitar el gran aluvión. Hoy no sé si quedan más hombres vivos, de los que hicimos ese trabajo. Muchos de los compañeros eran de Temuco. Pero me siento orgulloso de haber trabajado en una obra que salvó a los pueblos a orillas del río, especialmente a mi querido Valdivia.
¿Dónde lo sorprendió a usted el terremoto de 1960?
-Estábamos viviendo junto a la construcción de la central de Pullinque y con algunos compañeros habíamos bajado a Panguipulli, a ver el desfile de los marinos. Íbamos de vuelta muy temprano, tipo seis a siete de la mañana cuando sentimos un gran sismo. Nos apuramos para volver, algunos a caballo, nosotros a pie. Llegué a mi casa, le pregunté a mi esposa y dijo que no había pasado nada. Después de almuerzo salí a pescar cerca, al río Huanehue. De repente, empezaron a pasar cientos de pájaros y los animales empezaron a correr desesperados. Estaban como anunciando el terremoto.
Ud. también formó parte de una cooperativa.
-Cuando estaba en Santiago, formamos la Cooperativa de Viviendas y Servicios Habitacionales Lo Ideal, en Maipú. Ahí tuve mi propía casa y para mi familia.
¿Cómo fue su experiencia de trabajo en Venezuela?
-Muy buena. Trabajé entre 1977 y 1988 en la construcción de hornos eléctricos, como capataz en la construcción de dos fábricas en Punta Cardón y en Puerto Ordaz como supervisor en la central hidroeléctrica y como maestro jefe de obras en la remodelación del aeropuerto internacional.
¿Cómo ha vivido la pandemia?
-Encerrado no más y esperando que esto pase pronto .
"Tuvimos que hacer un canal de dos kilómetros de largo, que fue el nuevo cauce del río San Pedro...".
Jorge Vera von Vriessel, Trabajador jubilado.
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