Las cifras que ayudan a mirar
En noviembre de 1960 se realizó el XIII Censo Nacional. Las cifras permiten ver a quienes enfrentaron el gran terremoto. La Provincia de Valdivia tenía 259.794 habitantes; 145 mil vivían en áreas rurales. La fuerza laboral femenina era 14,6% y había más de 100 mil analfabetos.
El terremoto de 1960 fue un hito y, en ese contexto, resulta interesante mirar cómo era esta zona hace 61 años. En Censo realizado en noviembre de 1960 por la entonces Dirección de Estadísticas y Censos de Chile (antecesora del actual INE), da algunas luces sobre la realidad, a solo seis meses del megasismo.
De acuerdo a los datos expuestos en ese informe, la población total del país pasó de 5.932.995 en 1952; a 7.374.155 en 1960. En la Provincia de Valdivia (actual región de Los Ríos) fue de 232. 647 (1952) a 259.794 (1960). En la actualidad la población regional llega a casi 400 mil personas y la nacional a 17.574.003.
Esos habitantes de 1960 vivían mayoritariamente en áreas rurales (145 mil), mientras que en las urbanas había 114 mil y principalmente en Valdivia, con 62 mil residentes .
En 2017, eso se ve revertido completamente. El Censo registra 112 mil personas en el campo y 296 mil en las ciudades; mientras que la capital regional sigue a la cabeza con 176 mil ocupantes.
En cuanto a viviendas, el año del terremoto había 45 mil (actualmente hay 153 mil) y la mayoría tenía seis residentes. Además; se contaba entonces a 62 mil hombres y 52 mil mujeres analfabetos; mientras que ahora son 14 mil personas en total, según la Encuesta Casen.
También era la grande la diferencia con la educación superior. Solamente 92 hombres y 56 mujeres estaban en segundo año de universidad (la Uach fue creada en 1954), mientras que hoy la matrícula de educación superior pasa los 20 mil alumnos.
La población activa se contaba entonces desde los 12 años de edad y llegaba a 82 mil, con una marcada brecha de género: solamente 12 mil mujeres tenían empleos remunerados fuera del hogar, 14,6% del total. En 2021, de acuerdo al Observatorio Laboral, la participación femenina aún es baja, pero llega al 41%.
Al revisar esos antecedentes se hace posible comparar avances y entender evoluciones; pero sobre todo permite visualizar el escenario de hace seis décadas y asomarse -aunque sea a través de las cifras oficiales- hacia las personas que tuvieron la obligación de reconstruir y volver a caminar después de la gran tragedia vivida. Sobre sus hombros se escribe la historia actual y nadie debería olvidar eso.