Una ciudad de jardines y agua
Vecinos y dirigentes gremiales elaboraron una propuesta para mejorar el acceso y el cuidado de las áreas verdes de Valdivia. Se debe garantizar acceso, cuidado, mantenimiento y protección de las áreas verdes; lo cual incluye límites -por ejemplo- al uso de suelo con fines habitacionales...
Entre las múltiples propuestas que surgieron durante la reciente campaña electoral, se cuenta la de convertir a Valdivia en una "Ciudad de las Aguas y los Jardines", poniendo en valor los humedales y gestionando los parques urbanos .
La idea, generada por el Comité de Economía Verde de la Corporación Catrico, con apoyo de la Cámara de Comercio Detallista y Turismo A.G., fue presentada a los candidatos a la alcaldía y acogida favorablemente por Carla Amtmann, quien se comprometió a considerarla entre sus acciones del próximo gobierno comunal que ella encabezará, desde junio.
Quienes formularon la iniciativa esperan que se cree una red de grandes jardines y reservas naturales urbanas, incluyendo a Santa Inés (en la isla Teja); Catrico (más allá de la Avenida Pedro Montt y Luis Damann); Angachilla; Prado Verde; Las Mulatas; Krahmer; Bertolotto; Playa Las Ánimas; Estero leña Seca; Llancahue; Las Marías; Las Gaviotas; Miraflores campus Uach y Parque Urbano El Bosque.
Varios de ellos ya están habilitados y son gestionados exitosamente por la municipalidad o por grupos ciudadanos organizados; pero la sugerencia de los vecinos y dirigentes gremiales es crear una red de recorrido turístico y educativo; además de proyectar un desarrollo con criterio "cero cemento" en su habilitación como paseos.
Sin duda este tipo de planes resulta interesante de considerar, pues habla del interés ciudadano por colaborar con el desarrollo sustentable de la capital regional y también evidencia una conciencia que crece frente al medioambiente.
Por lo mismo, es positivo que el municipio siga incorporando esas miradas a su quehacer. Así ha sido progresivamente en las últimas décadas, bajo distintas administraciones, pero claramente la tarea debe ser profundizada. Las áreas verdes juegan un rol clave en la calidad de vida de las personas, pero no basta con que existan; se debe garantizar acceso, mantención, cuidado permanente y protección, lo cual incluye poner límites -por ejemplo- al uso de suelo con fines habitacionales.
El desafío planteado desde Catrico y la Cámara es interesante y exigente. Llevarlo adelante implica planificación y compromiso de largo plazo.