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En relación a lo que ocurrió con el ex rector Óscar Galindo, efectivamente hubo bastante ruido al interior del proceso de acreditación institucional, donde hubo que normalizar el trabajo de las comisiones y dejar prácticamente listo el documento que el nuevo rector o rectora deberá presentar a la Comisión Nacional de Acreditación, a más tardar entre julio y agosto. Es algo que corresponderá a la nueva administración.
Elecciones
Tras los comicios electrónicos de la semana pasada, hoy vuelven a las urnas los candidatos a rector Hans Richter (Facultad de Medicina) y Maite Castro (Facultad de Ciencias). Pasaron a la segunda vuelta con 255 y 208 votos, respectivamente.
La Uach está frente a un momento crucial. Se presentaron cuatro candidatos al cargo y eventualmente podría ser elegida una mujer, por primera vez en la historia de la universidad.
-Estamos muy satisfechos que tres distinguidos académicos y una distinguida académica participaran como candidatos a dirigir nuestra universidad. En primer lugar, debo manifestar mi agradecimiento, porque entiendo que es una tarea muy compleja y un compromiso muy grande, que tiene altos costos personales en la carrera académica. Por primera vez en la historia de nuestra universidad tenemos una académica postulando al cargo de rectora, lo que es un hecho muy significativo en la evolución que tenemos como institución.
La primera votación registró una participación del 87% del electorado. ¿Qué le parece el alto interés que despertó el proceso?
- La elección de un rector o rectora es un acto de la mayor relevancia en nuestra institución. Por esta razón, todos los miembros de la comunidad universitaria deben estar motivados por conocer las propuestas y los planes de trabajo que se presentan. En este caso en particular y producto de las dificultades que enfrentamos como universidad, el interés de la comunidad ha sido especialmente evidente. Es así que, en la primera elección tuvimos un alto nivel de participación, de las y los académicos con derecho a voto.
¿Cree que tener una rectora sería una señal potente de avance hacia un mayor grado de equidad?
-En los últimos años, la universidad ha avanzado en forma importante en todos los ámbitos de igualdad de género. Ha sido uno de los temas centrales de nuestra preocupación y tenemos claro que no es un tema que se pueda resolver en un plazo breve, pero lo importante es ir generando los mecanismos para lograr esta deseada equidad. Por ejemplo, el actual gabinete de rectoría está formado por ocho personas, cuatro son hombres y cuatro son mujeres. Esto es un avance para lo que ha sido la tradición de nuestra universidad en este sentido. Dado que estamos en un proceso eleccionario, no es prudente que me pronuncie sobre la señal que podemos entregar con la elección de una rectora o un rector, pero me atrevo a afirmar que independientemente de la connotación de género, ambos tienen las competencias requeridas para dirigir la universidad en estos tiempos complejos.
¿Cuál cree usted que será la misión más compleja que tendrá el nuevo rector?
-La universidad es una institución compleja. Así que los desafíos serán muchos, pero por señalar algunos, retomar las confianzas al interior de la comunidad universitaria, gestionar un presupuesto equilibrado que logre cubrir todas las actividades académicas requeridas manteniendo la sostenibilidad económica de la universidad y, por supuesto, el desafío del próximo proceso de acreditación institucional, donde aspiramos a lograr una acreditación de excelencia.
Los candidatos enfatizaron en sus campañas, el ánimo de "democratizar" la universidad. A su juicio, ¿cómo debe entenderse eso' ¿A qué se refieren?
- Nuestra sociedad en general tiene demandas por mayor democratización y nuestra comunidad universitaria no es una excepción. En general creo que existe bastante democracia en nuestra universidad. Muchas de nuestra autoridades, desde los directores de instituto hasta el rector son electos. Sin embargo, para ello nos regimos por nuestros estatutos, que restringen la participación de las y los integrantes de la comunidad universitaria que pueden participar en estos procesos. Es por ello que existe un vivo interés de la comunidad universitaria por renovar nuestros estatutos y redefinir estos aspectos, contemplando un mayor nivel de participación.
¿Es necesario buscar los mecanismos para que más funcionarios puedan participar en futuras elecciones y aumenta con ello lo que ahora parece un electorado reducido?
-Hay bastante consenso en la comunidad universitaria sobre esta mayor participación. Pero sin lugar a dudas este será un tema central en las discusiones que se realizarán para la modificación de nuestros estatutos, así que será la comunidad universitaria quien determine qué mecanismos se establecerán para lograr esta mayor participación.