"Linea nigra"
de las parejas, de la comunidad que se crea alrededor de las madres. Estamos en un momento de la historia en que sabemos que estos temas tienen que ser centrales, tanto en la conversación como en la economía. Hay mucho por decir y hacer.
Criar en pandemia
-¿Cómo has vivido el crecimiento de tu hijo en esta época del Covid 19?
-Me resulta difícil resumir la experiencia de maternidad con mi hijo, pues además es una experiencia que se va transformando todo el tiempo. Los niños en sus primeros meses, en su primer año de vida se transforman constantemente y la experiencia de maternidad que va cambiando con ellos nos obliga a una flexibilidad y adaptación permanente. En la época del Covid ha sido difícil y peculiar aunque tengo mucha suerte porque cuento con una red de apoyo maravillosa, en la que participan tanto mi esposo como mi madre. Y muchas otras personas a nuestro alrededor. Dentro de todo, no hemos padecido esta pandemia como millones de madres y niños alrededor del mundo, que han sido las personas más afectadas en este período. Se habla de aumento de la violencia doméstica, deserción de los niños a las escuelas y aumento del trabajo infantil, por lo menos acá en México. Sí, es un momento durísimo para la crianza y creo que apenas estamos empezando a evaluar sus verdaderas consecuencias.
-¿Cómo entra el colectivo en tu crianza?
-Me impresionó mucho un cuento que leí de Donna Haraway que plantea una sociedad utópica en el futuro, en que para tener un hijo, necesitas que seis personas -no recuerdo el número exacto- o un número mayor a dos definitivamente, tienen que ponerse de acuerdo. Todas estas personas tienen la misma responsabilidad respecto de este niño, niña o niñe, porque además son seres híbridos que están mezclados con características de otros seres vivos. A mí me parece muy hermosa la idea.
-¿Qué piensas del estereotipo de la familia?
-Todavía existen prejuicios acerca de las familias que no se atienen al estereotipo característico de la familia nuclear. Está mal visto que, no sé, por ejemplo las familias vivan con las abuelas o con los tíos. De nuevo, creemos que es mejor que toda la responsabilidad recaiga en la pareja, y en particular en la madre. Últimamente hay muchos discursos que están poniendo esto en cuestión. Bueno ni tan últimamente, porque son discursos que venían desde varios teóricos y teóricas comunistas y de la anarquía. Sí creo que estamos en el momento en que es cada vez más evidente que tenemos que modificar nuestra noción de familia, abrirnos más a la idea de la familia elegida y a una idea de la crianza colectiva que también involucra al Estado. Necesitamos crear sistemas de cuidados en los países que permitan crianzas más libres, más gozosas y más sanas para todos.
Violencia
-Experimentaste hostilidad médica. ¿Cómo fue ese proceso?
-El tema de la violencia obstétrica es otro tema del que tenemos que hablar más. Está muy presente en las historias de las mujeres y es una violencia que tiene consecuencias muy dolorosas para las mujeres y sus hijas e hijos.
-¿Por qué?
-Antes, y todavía en muchos lugares, el parto solía ser atendido por parteras. Eran mujeres que tenían conocimiento vastísimo, transmitido de generación en generación, respecto al cuerpo de las mujeres, al embarazo y al parto. Tenían empatía. En cambio, esta aproximación hospitalaria del embarazo y el parto es una aproximación muchas veces capitalista. Es más fácil hacer cesáreas por montones, porque se pueden organizar y cobrar mejor.
-En este libro dejaste por aquí y por allá menciones plásticas de la maternidad.
-Fue muy natural para mí hablar de las artes visuales relacionadas con el tema de la maternidad. Mi madre es pintora, mi padre es museógrafo, la plástica es un lenguaje con el que yo crecí. Hice una colección de referencias literarias y visuales de mujeres para crear una comunidad sensible, intelectual, que me acompañara y que acompañara después a quien leyera.
-¿Cómo has estado en confinamiento?
-Pues en México estamos en el momento más bajo de contagios desde el inicio de la pandemia. Hemos transitado a lo que acá se llama el semáforo verde, es decir un momento de mayor apertura. Un gran porcentaje de la población ya está vacunada, incluidos nosotros, y eso cambia por completo las cosas. Mi hijo está yendo a una célula escolar todos los días, podemos volver a trabajar, podemos volver a retomar el ritmo y poco a poco la vida social, la vida cultural. Ha sido muy duro pero ya vemos la luz al final del túnel.
La escritora mexicana se crió en una casa donde las artes visuales eran protagonistas.
Jazmina Barrera
Editorial Montacerdos
170 páginas
$13.900
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"Falta que los hombres entren más desde la literatura a estos temas, ¿y desde la vida no? Falta que repartamos mejor las tareas de crianza, las labores domésticas, las labores de cuidado".
Juan Pablo Ampudia