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podrían enunciar en diferentes desafíos. Primero, dar una mayor capacidad profesional, científica y técnica a todos nuestros colegiados, lo que es muy importante para nosotros. Además queremos fomentar y mantener el intercambio de conocimientos y experiencias de los socios entre sí, pero también con otros profesionales u organismos de Chile y el mundo; pretendemos organizar cursos de capacitación y perfeccionamiento, congresos, jornadas y simposios y lógicamente también queremos mantener un contacto permanente con otras asociaciones gremiales, las universidades, escuelas, institutos y las organizaciones relacionadas con la ciencia y la tecnología, además del arte y la cultura en general. Esos son desafíos globales, macro.

¿Y cuáles son las principales preocupaciones que actualmente tiene el gremio desde el punto de vista local?

-Yo creo que el principal desafío que tenemos como colegio en la región y nuestra principal preocupación local también, es promover la producción sustentable de madera para la construcción de viviendas, fabricación de celulosa textil y combustibles sólidos, como la leña y el pellet. Ellos van a seguir siendo demandados en el futuro y la ingeniería forestal debe satisfacer esa demanda tanto a nivel nacional como internacional con productos verdes. Siempre recuerdo el hecho de la importancia de construir casas de madera desde el punto de vista social, buenas casas de madera. Una casa de madera de 50 metros cuadrados puede captar aproximadamente 40 toneladas de carbono, en cambio una de concreto armado emite una cifra muy superior a esa de carbono. Para compensarla, se requeriría plantar unos 500 árboles. Si promovemos la utilización de viviendas sociales de madera, las personas mismas contribuirían a disminuir las emisiones. Ese es un concepto de primer orden. Otro concepto que queremos es promover las soluciones basadas en la naturaleza, las que muchas instituciones como la ONU, la Unión Europea y la Organización Internacional para la Conservación de la Naturaleza han indicado que son las acciones para proteger, gestionar de manera sostenible y restaurar ecosistemas naturales o modificados. Entregan simultáneamente beneficios para el bienestar humano y la biodiversidad. Y nuestro tercer punto de preocupación especial es el cambio climático, que según la convención marco de 1992 es uno de los mayores retos que la humanidad tiene que enfrentar actualmente. Hay una figura que muestra una primera ola pequeñita que se llama covid 19, una segunda que viene detrás que es la recesión económica y que es un poquito más grande, pero hay una tercera que es enorme y monstruosa, que es el cambio climático. Estamos preocupados, muy preocupados.

¿Qué papel puede jugar el gremio en ese aspecto?

-Nosotros no somos un organismo político o del Estado. Somos una asociación gremial que tiene límites súper acotados. Las acciones que podemos realizar son explicar, enseñar, promover; ayudar a que la gente tenga conciencia de que el cambio climático se origina por la quema de combustibles fósiles, además de la deforestación, ya vemos los desastres enormes en el Amazonas. Se produce por la degradación de la cobertura vegetacional, la ganadería intensiva, para qué hablar de las actividades de las ciudades y la construcción de casas de concreto. Todo eso genera un aumento de los gases de efecto invernadero, lo que está provocando los derretimientos de los glaciales, la intensificación de los eventos meteorológicos extremos como las sequías e inundaciones. Nuestra preocupación es que nuestro ecosistema forestal es muy único, tenemos alrededor 4 mil especies forestales nativas identificadas hasta la fecha de las cuales aproximadamente 2 mil son endémicas. El 50 por ciento del total son especies únicas y sucede que el cambio climático mundial está destruyendo los hábitats de las especies. Hay una responsabilidad humana y nuestra preocupación es cómo mitigar y adaptarnos. Hay que reducir a cero las emisiones de gases efecto invernadero, pasar de 51 billones de toneladas de CO2 a cero en el año 2050. Implica que vamos a tener que plantar muchos árboles, manejar en forma sustentable todos los bosques nativos y usar maderas y productos verdes. Investigadores suizos han estimado que es necesario plantar 1 billón de árboles para reducir solo un 25 por ciento de las emisiones. Eso equivale a la superficie de Estados Unidos.

¿Qué se puede hacer desde la ingeniería forestal?

-En forma directa, promover las plantaciones de árboles. Si lo hacemos en todo el mundo significa que los vamos a tener que cultivar, no solo plantarlos. Eso significa que lo tienes que mantener, preocuparte de la parte fitosanitaria, las fertilizaciones, las podas, la forma, cuidarlo de los incendios. Es como criar un niño hasta que entre a la universidad. Por eso estamos acuñando el término cultivar, tenemos que cultivar nativos o exóticos, da lo mismo. Este es el punto madre, pero el ser humano, la sociedad, también tendrá que preocuparse de tener hábitos de consumo sano. Hay un 75 por ciento de responsabilidad del ciudadano de a pie.

¿Qué ideas innovadoras se están usando para poder colaborar desde la academia local?

-Primero me gustaría hablar del marco. El secretario general de las Naciones Unidas António Guterres declaró 2021 como el año para reconciliar a la humanidad con la naturaleza. Destacó tanto la necesidad de alcanzar una cifra neta de cero emisiones de carbono para 2050, como de proporcionar una financiación adecuada para adaptarse a los efectos del cambio climático. En vista de ese marco los organismo de las universidades, como la Uach, el Infor, la Corporación Nacional Forestal, han estado trabajando en promover soluciones para el cambio climático. Algunos lo hacen en el monitoreo de los recursos vegetacionales, otros en medidas para hacer restauraciones con base genética, otros están trabajando en acopiar semillas de procedencias conocidas para disponer para los programas de reforestación. Hay una estrategia de Cambio Climático que está operando a través del Ministerio de Agricultura y eso engloba aspectos de mitigación, los asuntos de adaptación, el uso responsable de la leña certificada, la construcción. La región está bastante activa, por los menos sus instituciones de investigación se están moviendo para ser pioneros.

¿Cómo evalúa el abordaje que se ha hecho del cambio climático a través de las políticas públicas?

-Creo que existe un avance a nivel nacional e internacional, hay que hacer las bajadas locales. Todo el mundo tiene conciencia de que el cambio climático se enfrenta con las soluciones basadas en la naturaleza, existe un consenso en relación a la generación de políticas públicas. Además existe una serie de convenios, acuerdos y convenciones internacionales que pemiten ayudar a elaborar políticas públicas. La mayoría de los elementos están en manos del Ministerio de Medioambiente que ha compilado una serie de éxitos que se han establecido en este ámbito. Hay cosas que se han hecho en forma positiva, se ha elaborado un protocolo de plantaciones forestales, el sector privado ha accedido a la certificación de manejo forestal sustentable, se ha establecido el tratado internacional sobre los recursos filogenéticos para la alimentación y la agricultura, se ha establecido la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales, entre muchos otros. Pero no todo es perfecto, hemos tenido un bajo cumplimiento en las metas relacionadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible planteados a nivel internacional. Tenemos hitos nacionales y regionales, pero también grandes problemas.

¿Y qué papel deberá jugar este tema en la nueva Constitución?

-Hay que visualizar lo que tenemos hoy. En la Constitución Vigente se supone que deberíamos vivir en un ambiente sano, libre de contaminación. Lamentablemente eso no se ha producido en forma significativa. La gran tarea pendiente es el desarrollo sustentable, planteado en el Informe Brundtland en 1987, implica cómo podemos lograr la protección ecológica, la justicia social y el desarrollo económico en forma simultánea. En el contexto del Colegio de Ingenieros Forestales regional estimamos que este desarrollo debe estar cimentado en soluciones basadas en la naturaleza, aunque sea redundante. Ellas deberían ser los pilares del Desarrollo sustentable de la nueva constitución.