Decisión con argumentos claros
Organizaciones científicas nacionales han pedido a los candidatos analizar efectos de una posible legalización de la marihuana. De acuerdo a estudios de Senda antes de la crisis, un 28,3% de los estudiantes entre octavo básico y cuarto medio de la región, reconocía usar esta droga.
Uno de los temas que ha cruzado la discusión política reciente es la posible legalización o autorización controlada de drogas como la marihuana. El debate ha incluido argumentos diversos, que van desde el respeto a la libertad individual, hasta ejemplos internacionales, pasando por el uso medicinal, el autocultivo y la creencia que una mayor flexibilización podría disminuir el narcotráfico.
Muchas voces se han levantado en favor y en contra. Entre ellas se cuenta el llamado de atención realizado desde la Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia de Chile (Sopnia), que ha advertido sobre el daño que esta droga puede causar a la salud de los jóvenes consumidores, alertando especialmente sobre los vínculos que existen entre la adicción y uso intensivo, con la ideación suicida.
Su llamado - así como el de expertos europeos que han analizado el vínculo entre marihuana y esquizofrenia- es no minimizar los riesgos. Y ahí vale la pena detenerse.
Gran parte de los discursos en esta materia tienden a presentar el producto como si fuera algo inofensivo y a mostrar su liberalización comercial como una solución a los problemas actuales; olvidando que su uso implica consecuencias severas y que la calidad de lo que cada uno pueda adquirir -como todo lo que se deja al mercado- depende de lo que cada uno pueda pagar.
La doctora Adriana Gutiérrez, presidenta de Sopnia, lo explica en un comunicado reciente: "(en los países en que se ha legalizado) la marihuana legal y/o recreativa no reemplaza a la ilegal, generándose un submercado donde la peor calidad queda en las capas menos favorecidas de la sociedad, concentrando el problema en los grupos vulnerables más que dando una solución como política pública". Y -a partir de esas afirmaciones- pide evitar las miradas "elitistas" sobre el problema.
En Los Ríos son datos para considerar. De acuerdo a estudios realizados por Senda antes de la pandemia, un 28,3% de los estudiantes entre octavo básico y cuarto medio de la región, reconocía ingerir marihuana. Durante la crisis sanitaria, otra encuesta señala que el 30,1% de quienes respondieron el estudio indica que ha consumido más esta droga durante los meses de pandemia. No menor.