Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter cumplió cuatro décadas como Sitio Ramsar
CONMEMORACIÓN. El hito fue celebrado con un acto especial en la costanera de Valdivia, donde además fue presentada una nueva lancha para el área silvestre protegida.
En 1981, Chile adhirió a la Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional establecida una década antes. Y lo hizo con el reconocimiento oficial como Sitio Ramsar del Satuario de la Naturaleza Río Cruces-Chorocamayo- Carlos Anwandter de Valdivia.
De esta forma, las casi cinco mil hectáreas de superficie natural (distribuidas entre Valdivia y Mariquina) se transformaron en las primeras del país en estar bajo el alero de un acuerdo de protección y conservación.
Ayer se cumplieron cuatro décadas de aquel histórico momento y la conmemoración fue con un acto especial en el sector del Puerto Solar, a un costado del Museo Submarino O' Brien. Asistieron autoridades locales y regionales.
Importancia
El Santuario de la Naturaleza es resguardado por la Corporación Nacional Forestal, que en 2016 presentó un inédito Plan de Manejo elaborado en colaboración con la comunidad. Se creó además un Consejo Consultivo.
"El resguardo de la biodiversidad es un desafío permanente que ciertamente se ha visto reforzado con la participación de la comunidad en la toma de decisiones. Hay un trabajo conjunto que debe seguir en marcha y en ese sentido sabemos que las nuevas autoridades de Valdivia y la región están alineadas con esa idea", dijo Óscar Droguett, director de Conaf Los Ríos.
José Araya, presidente del Consejo Consultivo del Santuario, también evaluó las implicancias de las cuatro décadas de la declaratoria Ramsar y cómo la existencia de un área protegida ha activado acciones sociales.
"En los primeros 23 años hubo poca acción del Estado en el Santuario. No hubo plan de manejo, ni políticas públicas que se hicieran cargo del área protegida. Lamentablemente tuvo que ocurrir un desastre ecológico grave, para que se produjera una reacción general en la que todos nos diéramos cuenta que efectivamente estábamos frente a un espacio natural que no se le estaba prestando mayor atención", señaló.
Y agregó: "Los humedales son un punto de inflexión para Valdivia, luego del episodio de contaminación que ocurrió en 2004. Hoy tenemos un derrotero de acción ciudadana muy notable. Aprender a darle valor a cosas que tenemos a nuestro alrededor es tal vez algo de lo más importante que ha ocurrido en todo este tiempo".
A juicio de Araya, la defensa del Santuario Carlos Anwandter generó un movimiento que actualmente también se puede ver en acciones ciudadanas, como por ejemplo la defensa del Humedal Angachilla y el Parque Urbano Catrico.
No obstante, reconoce que aún falta por avanzar en el resguardo efectivo de la naturaleza. "Hay un Plan de Manejo, es importante la protección de los cisnes y la avifauna, sin embargo se deben generar condiciones para el desarrollo social y económico del territorio. Siento que el aprendizaje que dejó la crisis debe ser incorporado en la cultura institucional. Faltan herramientas que permitan generar información y tomar decisiones oportunas y eficientes".
Junto con destacar el hito de los 40 años, el Gobernador Regional Luis Cuvertino planteó la idea de avanzar hacia nuevos modelos de coadministración. "En nuestro programa planteamos la necesidad de establecer en algunas áreas, donde la comunidad organizada ha desarrollado propuestas de trabajo, conciencia crítica y ha asumido responsabilidades que superan las funciones del Estado, crear las condiciones necesarias para que puedan ser administradas por las propias comunidades. Eso es posible, tenemos capacidad técnica, historia y organización; esto se hace en Chile, por lo tanto es un paso que también puede dar nuestra región", dijo.
Participación
Todo lo ocurrido con el Santuario permite entender cómo ha evolucionado el concepto de conservación desde lo académico, hacia lo social.
Al menos así lo planteó Ignacio Rodríguez, director ejecutivo del Centro de Humedales Río Cruces. "Desde diversas instituciones se resalta la idea de que este lugar es muy especial, eso deriva en la declaratoria Ramsar. Sin embargo, luego de la crisis de 2004 es la ciudadanía la que termina dándole un empuje mucho más grande a la zona. La academia entonces pasa a mezclarse con la sociedad civil, como motor de cambios hasta el día de hoy. Lo que depara el futuro es quizás mirar hacia una administración distinta. La contaminación es inevitable, no se puede impedir por una ley o por un reconocimiento internacional. No obstante, tener aquello debe ir de la mano con la forma en cómo las comunidades deben reaccionar frente a episodios de notorias irregularidades", señaló.
Actualmente, en el país hay 16 sitios Ramsar. Lograr las declaratorias ha sido una labor permanente de WWF. "Podemos ver los logros de haber tenido humedales protegidos en cuanto a la recuperación de la biodiversidad en estos lugares que son tan importantes, incluso en el rol en el combate al cambio climático. Se ha dado un fuerte reconocimiento al valor que tienen, donde nuevamente Valdivia sigue siendo líder en materia de protección de aquellos que son urbanos. Sin duda que en estos 40 años se han logrado avances importantes", dijo Rodrigo Catalán, director de Conservación WWF Chile.
Monitoreo
En la conmemoración por los 40 años del Santuario como Sitio Ramsar, Conaf Los Ríos presentó oficialmente una nueva embarcación que será usada para labores generales de monitoreo y conservación.
Es una lancha construida en Valdivia, de aproximadamente nueve metros de largo, con motor de 100 HP y capacidad para doce personas.
Tiene una cabina especial que permite navegar en condiciones de lluvia y está habilitada para acciones de investigación y trabajo en medio de aguas de menor profundidad. Fue financiada con recursos Ramsar, gracias a un proyecto de hace dos años. Costó cerca de $40 millones.
El seremi de Medio Ambiente Daniel del Campo, valoró la iniciativa. "La lancha va a generar mayor dignidad al trabajo de los guardaparques y les va a permitir realizar un mejor trabajo en el recorrido, monitoreo y seguimiento del área protegida. Además consolida el trabajo del gobierno para la protección de estos lugares de alto valor de biodiversidad, que se suma al Plan Nacional de Protección de Humedales, a la Ley de Humedales Urbanos y todo el trabajo que hemos realizado con los municipios", dijo.
"El aprendizaje que dejó la crisis ambiental de 2004 debe ser incorporado en la cultura institucional. Faltan herramientas que permitan generar información y tomar decisiones oportunas y eficientes".
José Araya, Presidente Consejo Consultivo, Santuario de la Naturaleza
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