Diez días con mala calidad del aire
Julio finalizó con un episodio crítico de contaminación en Valdivia. En total, hubo 5 alertas, 4 pre emergencias y 1 emergencia. Hace más de 20 años que hay instituciones trabajando por el buen uso de la leña; pero siempre es necesario reforzar los mensajes para la comunidad...
Valdivia estuvo ayer con pre emergencia ambiental por mala calidad del aire y se aplicaron restricciones para el uso de calefactores, calderas y cocinas, tal como lo permiten las disposiciones del Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA).
Se trató del décimo día de julio con alertas. De acuerdo al informe publicado por el Ministerio de Medioambiente a través del sitio http://airechile.mma.gob.cl/comunas/valdivia, en el mes hubo cinco alertas, cuatro pre-emergencias y una emergencia -el nivel más grave- , el martes de la semana pasada.
Esas cantidades suman a la estadística anual, preocupan y, también, hablan de una necesidad de reforzar mensajes de prevención y orientación sobre el uso de la leña, cuya mala utilización es uno de los principales factores generadores del material particulado MP25, que afecta las vías respiratorias.
El consejo inicial para la comunidad, básico y muy importante, es usar leña seca. Probablemente en este período de mayores restricciones económicas muchos han optado por ofertas que no cumplen con esa condición; pero un aparente ahorro se traduce luego en más consumo, porque la calidad calórica varía.
Otras recomendaciones son utilizar palos pequeños, de no más de 12 centímetros, e ir cargando cocina y calentador cada acierto rato; en vez de confiarse en un solo trozo. No cerrar el tiraje, pues la falta de oxígeno dificulta la combustión y se genera humo; al contrario, hay que tener el tiraje completamente abierto cada vez que se enciende el aparato y al cargarlo.
Además es preciso mantener los artefactos en buen estado; los cañones limpios y con mantenciones periódicas, lo cual no solamente ayuda para la calefacción más eficiente, sino para mayor seguridad dentro del hogar. A eso se agrega la necesidad de aislación de las viviendas; algo que implica planificación de largo plazo, pero que garantiza mejoras en la calidad de vida de las familias.
Todas las anteriores constituyen ideas que han sido reiteradas en las últimas dos décadas por diversas instituciones preocupadas de este tema (y de manera oficial desde 2017, cuando se activó el PDA); pero claramente hay que mantenerlas con refuerzo constante, para que las pre-emergencias, como la de ayer, se hagan cada vez menos frecuentes.